Gerard, el adolescente con autismo que estudi¨® en la escuela ordinaria
El caso de un alumno de Barcelona con TEA se convierte en un referente para las familias que se oponen a que las Administraciones matriculen a sus hijos en centros especiales
El encuentro con Gerard y Carme Fern¨¢ndez tuvo lugar antes de que empezara todo esto. Es decir, antes del inicio de la pandemia. Una ma?ana de finales de febrero, Carme ¡ªporque Gerard no se comunica oralmente ni tampoco por escrito¡ª explic¨® en el centro de formaci¨®n que dirige en Granollers (Barcelona) la historia de su sobrino, que tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA) y se ha convertido en un referente para otras familias con hijos con diversidad por haber terminado el periodo de ense?anza obligatoria en una escuela y un instituto ordinarios, despu¨¦s de que sus padres ganaran en doble instancia judicial a la Administraci¨®n educativa catalana, que al llegar a sexto de primaria insisti¨® en matricularlo en un centro de educaci¨®n especial. Unas semanas despu¨¦s de la conversaci¨®n, el coronavirus envi¨® a todos los alumnos a estudiar desde casa, creando una situaci¨®n in¨¦dita, y la publicaci¨®n de la historia de Gerard qued¨® en hibernaci¨®n, a la espera de que el contexto educativo volviera a ser un poco m¨¢s normal.
La nueva ley educativa, conocida como ley Cela¨¢, ha puesto su caso de actualidad porque, al margen de la pol¨¦mica creada en torno al futuro de los centros de educaci¨®n especial, ha introducido cambios orientados a facilitar que se respete la voluntad de las familias que quieren que sus hijos vayan a la escuela ordinaria, as¨ª como otras, destacan sus promotores, destinadas a mejorar su inclusi¨®n en estas aulas. Entre ellas: establecer la posibilidad de reducir las ratios en los grupos que tengan alumnado con necesidades educativas especiales, reforzar el mandato dirigido a las autonom¨ªas para que les proporcionen los recursos y apoyos necesarios en el aula, y favorecer que los estudiantes con adaptaci¨®n curricular se puedan titular. Carme Fern¨¢ndez, por su parte, considera insuficientes las medidas y cree que la ley ha sido una ¡°oportunidad perdida¡± para haber abordado a fondo la inclusi¨®n.
Aquella ma?ana de febrero Gerard mov¨ªa un poco las manos ¡ªse?al de que estaba un tanto nervioso por la cita con unos periodistas en el centro de formaci¨®n que dirige su t¨ªa, psic¨®loga infantil¡ª, segu¨ªa atento la conversaci¨®n y sonre¨ªa con regularidad. ¡°Gerard no ha desarrollado el lenguaje, pero eso no significa que no tenga capacidad para entender o para expresarse de otras formas, porque el lenguaje tambi¨¦n tiene una vertiente interior¡±, explic¨® Carme. Gerard, que ha cumplido este mes 19 a?os y al que le encanta ir al cine y que le lean novelas, respondi¨® a varias preguntas durante la entrevista ¡ªpor ejemplo, la de qu¨¦ asignatura le hab¨ªa gustado m¨¢s (eligi¨® Lengua Castellana)¡ª, se?alando con el dedo entre varias opciones.
En primaria, Gerard tuvo un apoyo educativo que lo acompa?aba parte de las horas. Primero, una monitora sin formaci¨®n espec¨ªfica. Su familia logr¨® despu¨¦s que su escuela p¨²blica contratara bajo la misma figura (monitora auxiliar) a una psic¨®loga que se hab¨ªa preparado con Carme (especializada para entonces en formaci¨®n de ni?os con TEA). La profesional lo acompa?¨® en el paso al instituto, y estuvo con ¨¦l hasta el final de la ESO (Gerard no pudo sacarse el t¨ªtulo).
Continuidad
Mantener ese referente fue un gran apoyo, afirma Carme. La monitora le contaba por anticipado a Carme qu¨¦ iban a trabajar en clase. Y Carme preparaba los materiales para que Gerard pudiera seguir, a su manera, el curso. Como ejemplo muestra las hojas con las que trabaj¨® el Lazarillo de Tormes. En una de las p¨¢ginas Gerard uni¨® con l¨ªneas los dibujos de cada personaje de la obra con sus nombres (bajo ciertas condiciones y hasta cierto l¨ªmite Gerard puede leer). Carme realiz¨® adaptaciones en todas las asignaturas. El caso de Gerard, posible en gran medida por el esfuerzo de su t¨ªa, refleja cu¨¢nto tiene que avanzar la escuela ordinaria para integrar con ¨¦xito a los alumnos con discapacidad ¡ªunos 35.000, en torno al 17% del total, acude ahora a centros especiales¡ª. ¡°Lo ideal¡±, dice Carme, ¡°es que la adaptaci¨®n curricular la haga la escuela a trav¨¦s del llamado Dise?o Universal del Aprendizaje, en el que se propone una misma actividad de diferentes formas para que todos los alumnos, independientemente de sus capacidades, puedan participar¡±, afirma.
La psic¨®loga es una gran defensora de la inclusi¨®n del alumnado con discapacidad, con los recursos necesarios, en la escuela ordinaria. La entidad que ha promovido la familia, la Fundaci¨® Gerard, asesora ante los tribunales a una quincena de familias que se oponen a la derivaci¨®n forzosa de sus hijos a centros especiales, una pr¨¢ctica, recuerda Carme, que ha sido censurada y calificada de segregadora por el Comit¨¦ de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.
¡°A Gerard ir a la escuela ordinaria le ha servido, sobre todo, para aprender a estar en la sociedad en que le toca estar, no en un mundo paralelo. Y a ser una persona que puede ir a cualquier lugar y no se extra?a de nada, porque tiene un conocimiento del entorno enorme¡±, dice Carme. ¡°Y creo que para sus compa?eros tambi¨¦n ha sido important¨ªsimo, porque hay ciertos aspectos que no se pueden aprender si no convivimos en diversidad. Hay valores que no se pueden ense?ar en la pizarra¡±.
Siga EL PA?S EDUCACI?N en Twitter o Facebook
Ap¨²ntese a la Newsletter de Educaci¨®n de EL PA?S
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.