Wuolah, la plataforma de mercadeo de apuntes universitarios que inquieta a los profesores
Cientos de miles de estudiantes f¨ªan sus aprobados a los contenidos que se descargan de una web que se ha convertido en un fil¨®n publicitario que causa roces con los docentes que ven su trabajo en la red
La idea de fundar la plataforma de intercambio de apuntes Wuolah la tuvieron en 2015 cuatro universitarios sevillanos. Quer¨ªan ofrecer los mejores apuntes y se les ocurri¨® crear un contenedor que hoy es un verdadero negocio. Aseguran que uno de cada tres universitarios espa?oles (500.000) utiliza su red; que en las universidades andaluzas los registrados superan el 75% de los estudiantes de grado, y que se abre paso en el resto de Espa?a (un 61% en la Universidad Complutense o un 31% en la Rey Juan Carlos). Un paseo por cualquier biblioteca universitaria en ¨¦poca de ex¨¢menes, ya antes de la pandemia, daba idea de la invasi¨®n de sus descargas. En Wuolah hay cuatro millones de documentos subidos por 100.000 personas distintas. Los alumnos de ESO y Bachillerato, aseguran los creadores de la web, se est¨¢n sumando tambi¨¦n a la iniciativa.
A quien sube un contenido la compa?¨ªa le abona una cantidad condicionada por el n¨²mero de descargas. Y el usuario puede bajarse los apuntes sin publicidad si paga un bono o con anuncios si no lo hace. La documentaci¨®n de cada universidad se organiza por cursos y asignaturas. ¡°Mis apuntes son muy buenos y necesito algo de dinero, que los tercios de la universidad son baratos, pero no gratis¡±, anima a sus compa?eros Gloria, alumna de Ingenier¨ªa de Sonido en Madrid. Su idea es conseguir dinero de bolsillo. Ha logrado 42 descargas que le han revertido 1,63 euros por la publicidad que lleva insertada. Los usuarios pueden empezar a cobrar cuando superan los 20 euros generados.
Enrique Ruiz, uno de los fundadores de Wuolah, explica que ¡°los buenos usuarios ya ganan alrededor de 100 euros al mes¡±. ¡°Trabajamos para que en dos a?os se alcancen los 1.000 euros mensuales¡±, asegura. Muchos alumnos se cansan antes de alcanzar los 20 euros en descargas que les permiten empezar a cobrar. Lo ha logrado un 9%. La empresa, apadrinada por la aceleradora de empresas de la Junta de Andaluc¨ªa y la del empresario Juan Roig, due?o de Mercadona, va a a?adir el formato v¨ªdeo. Sus responsables pretenden que los youtubers que crean contenido formativo se pasen a Wuolah ¡°para impactar a una comunidad de estudiantes m¨¢s localizada y delimitada¡±, prosigue Ruiz, de 30 a?os.
En sus inicios se anunciaban en sus descargas peque?os negocios cercanos a las facultades sevillanas ¨Dpor ejemplo, de un establecimiento de bocadillos¨D y hoy est¨¢n en contacto con las agencias que quieren llegar al p¨²blico joven, que cada vez ve menos la televisi¨®n y escucha menos la radio. Cuentan ya con 20 comerciales para captar publicidad. Por ejemplo, Disney anunci¨® en la plataforma el estreno de Toy Story 4.
Deserci¨®n en las aulas
M¨¢s all¨¢ de su vertiente empresarial ¨Dhan tenido dos rondas de inversi¨®n en la que recaudaron 1,3 millones de euros¨D, est¨¢ la lectiva. Y ah¨ª ha surgido inquietud entre los docentes. Twitter est¨¢ lleno de mensajes de universitarios que dicen haber dejado de ir a clase ¨Despecialmente ahora que son en l¨ªnea¨D y f¨ªan su futuro a que alg¨²n compa?ero comparta buenos apuntes en la red. ¡°Realmente, si los cuatro gatos que subimos apuntes a Wuolah, y por tanto vamos a algunas clases, dej¨¢semos de hacerlo... se derrumba la facultad¡±, reflexiona en Twitter una alumna. La red disgusta a muchos profesores, que se?alan que promueve la vagancia. Los estudiantes, por su parte, se quejan a veces en las redes de que sus compa?eros cargan sus apuntes sin su permiso. Ante las quejas, Wuolah responde, comprueba y retira los documentos robados.
?Hola! Por fa, escr¨ªbenos por DM para que el responsable del ¨¢rea legal pueda ponerse en contacto contigo. Muchas gracias ??
— Wuolah (@Wuolah) March 15, 2021
Ruiz ve ¡°comprensible¡± que alguien se enfade si se utilizan sus contenidos, pero insiste en que son casos anecd¨®ticos y se dan m¨¢s robos entre alumnos que de estudiantes a profesores. A los servicios jur¨ªdicos de la Universidad Aut¨®noma de Madrid han llegado quejas de distintas facultades, y por eso el pasado marzo se pusieron en contacto con Cedro (Centro Espa?ol de Derechos Reprogr¨¢ficos), resaltan desde el departamento de prensa. Los servicios de comunicaci¨®n de las universidades de Sevilla, la Complutense y M¨¢laga confirman tambi¨¦n que han recibido quejas de su profesorado que se solventan al hablar con la empresa. ¡°Los profesores se tranquilizan cuando ven que muchas veces suben cosas por desconocimiento. La mayor¨ªa lo hace por ayudar, no por dinero¡±, sostiene Ruiz, que asegura que ¡°algunos profesores tambi¨¦n suben contenidos¡±.
Los problemas de autor¨ªa
Javier D¨ªaz de Olarte, jefe del departamento jur¨ªdico de Cedro, cree que en la elaboraci¨®n y, sobre todo, posterior distribuci¨®n y comercializaci¨®n de los apuntes puede existir una infracci¨®n en la propiedad intelectual, pues la clase es una obra que corresponde al profesor, que es su autor, y el estudiante act¨²a solo como mero copista, ¡°un taqu¨ªgrafo de los de antes¡±. Lo que no duda es que s¨ª se incurre en un incumplimiento cuando se sube a esa p¨¢gina web la portada, el ¨ªndice o un cap¨ªtulo de un libro. Violan la ley, a su juicio, el estudiante y la plataforma que quieren sacar beneficio econ¨®mico. Ruiz recalca que en cuanto se detecta un caso reaccionan como les obliga la ley. ¡°YouTube tambi¨¦n retira contenidos¡±, recuerda.
¡°Es una p¨¢gina muy sugerente, pero se puede convertir en un campo de minas. Parece muy colaborativa pero hay perjudicados. El profesor se esmera en mejorar las clases, en meter nuevas referencias...¡±, prosigue D¨ªaz de Olarte. ¡°Falta una cultura de la propiedad intelectual. No se ve infracci¨®n cuando uno se aprovecha de la creatividad de otros porque es algo inmaterial¡±. Cedro tiene desde hace 15 a?os un programa para que los escolares aprendan a respetar los derechos de autor, llamado Es de Libro. Ya han pasado por ¨¦l 34.900 adolescentes y 3.700 profesores.
Una profesora de letras de la Universidad de Sevilla, desde el anonimato, ironiza por tel¨¦fono: ¡°?[Que] los alumnos ganen dinero con nuestros apuntes y nosotros no?¡±. Explica que ha dejado de entregar las presentaciones de PowerPoint de sus clases. ¡°Si los venden, al menos que se lo curren y tomen apuntes. Mi tiempo y trabajo me han costado¡±, reflexiona.
haciendo ex¨¢menes de otros a?os de Wuolah // haciendo el examen en mi a?o en la universidad pic.twitter.com/r7lJP4lxL2
— ro ? (taylor¡¯s version) (@roblivion_) March 18, 2021
Yiyi L¨®pez G¨¢ndara, que forma a los futuros profesores de Ingl¨¦s en la Universidad de Sevilla, lleva a?os preocupada por la plataforma Woulah, pero dice no ser respaldada por el campus ni por los empresarios. Cada vez que encuentra apuntes u otros materiales suyos, act¨²a. ¡°El problema es que no exista un mecanismo legal que impida que ocurra. Si quieres denunciar tienes que ir documento por documento, poner el nombre del archivo, la persona que lo ha subido... y lo quitan¡±, relata. El problema es menor, asegura, con los alumnos de m¨¢ster: ¡°Tienen otra perspectiva, como han hecho un trabajo fin de grado, saben lo que son los derechos de autor, citar las fuentes...¡±.
L¨®pez G¨¢ndara cree que esta plataforma no influye en su evaluaci¨®n. ¡°Mercado de apuntes ha habido siempre. Yo eval¨²o por competencias, con trabajos, presentaciones, actividades...¡±. Aunque s¨ª que cree que puede fomentar las deserciones en las clases en las que se plantean ex¨¢menes memor¨ªsticos. ¡°Aunque con los mismos apuntes uno puede sacar un 0 y otro, un 10¡å, advierte.
Siga EL PA?S EDUCACI?N en Twitter o Facebook
Ap¨²ntese a la Newsletter de Educaci¨®n de EL PA?S
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.