Los obispos espa?oles sostienen que "la guerra no es el ¨²nico camino"

Con palabras de Juan Pablo II, los obispos manifiestan que "la cuesti¨®n de la paz no puede separarse de la cuesti¨®n de la dignidad y de los derechos humanos". A?ade que "la guerra nunca es un medio como cualquier otro, al que se puede recurrir para solucionar las disputas entre naciones". Seg¨²n la pastoral, "el servicio a la paz y al orden entre los pueblos exige que no se acuda a la destrucci¨®n y a la muerte que la guerra comporta.

As¨ª lo ha expresado el secretario general de la Conferencia Episcopal espa?ola, monse?or Juan Jos¨¦ Asenjo, encargado de presentar la pastoral, aprobada en la reuni¨®n de la Comisi¨®n Permanente del Episcopado, que se ha celebrado en Madrid durante los tres ¨²ltimos d¨ªas. Dicho texto se refiere a los conflictos existentes en el mundo, con especial insistencia en "la dram¨¢tica situaci¨®n de Oriente Medio y de Tierra Santa, en los conflictos, entre otros, de Africa e Hispanoam¨¦rica, y en el terrible azote del terrorismo", males que "deben ser evitados y combatidos por todos los medios l¨ªcitos, eliminando situaciones que los alimentan y les ofrecen cobertura", a?aden.

As¨ª, los obispos dejan una puerta abierta a cierto tipo de intervenci¨®n, al asegurar que "no toda forma de paz es expresi¨®n de justicia y de orden", siendo indiscutible la necesidad de mantener un orden internacional justo, que salvaguarde "el bien com¨²n universal". En este sentido, la pastoral se remite al Catecismo, que justifica el uso de la fuerza en situaciones "en las que, de un modo probado, no exista ya ning¨²n otro medio disponible y sea fundada la esperanza de no producir males mayores de los que se desea evitar".

En el marco de la ONU

M¨¢s en concreto respecto a la crisis de Irak, los obispos se?alan que "hay que agotar todos los medios pac¨ªficos para evitar la guerra y, en todo caso, respetar la legalidad internacional en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas". Los obispos espa?oles se unen a las gestiones del Papa a favor de la paz y expresan su deseo de encontrar eco positivo entre los gobernantes de modo que no desfallezcan en los nobles esfuerzos por mantener el bien com¨²n universal y sepan eliminar "toda raz¨®n que pudiese justificar el uso de esa 'soluci¨®n extrema' que es la intervenci¨®n armada".

A juicio de la Permanente del Episcopado, "la paz es posible; las guerras son evitables, pues no son ning¨²n producto necesario del destino ciego, sino que tienen su ra¨ªz ¨²ltima en los pensamientos y las decisiones equivocadas de los hombres, que las incitan o las provocan. Ante la amenaza de la guerra se pone de manifiesto la necesidad de la conversi¨®n del coraz¨®n para la promoci¨®n de una aut¨¦ntica cultura de paz".

Resaltan que la paz verdadera exige el respeto y el cultivo de la verdad, de la justicia, del amor y de la libertad, aut¨¦nticos pilares de la paz, como recordaba el Beato Juan XXIII. Por ello, piden a todos los creyentes que oren por el don supremo de la paz.