"Ten¨ªamos que ponernos toallas en los o¨ªdos para no escuchar el 'Born in the USA"

Hamed Abderram¨¢n Ahmed, el espa?ol que ha estado m¨¢s de dos a?os preso en Guant¨¢namo, se reconoce "asustado" tras el "infierno" vivido en la base norteamericana y recuerda con horror las celdas min¨²sculas en las que ¨¦l y el resto de los reclusos permanec¨ªan bajo un calor insoportable, luz artificial encendida d¨ªa y noche y el 'Born in the USA' de Springsteen atorment¨¢ndoles los o¨ªdos.

En una entrevista a la Cadena SER a trav¨¦s de un cuestionario contestado por escrito, Abderram¨¢n recuerda con "horror" que "primero estuve un mes en una celda de dos por dos metros que ten¨ªa un techo de plancha de hierro, con un calor insoportable y poniendo todo el d¨ªa una m¨²sica patri¨®tica americana fort¨ªsima. Era 'Born in the USA' de Bruce Springsteen", relata, y a?ade: "Recuerdo que ten¨ªamos que ponernos toallas mojadas en la cabeza para soportar el calor y no o¨ªr la m¨²sica. Luego nos pasaron a unas celdas m¨¢s peque?as, peores de dos metros por un metro y medio. Nos sacaban al patio s¨®lo quince minutos. Las celdas eran de hierro y con luz artificial encendida permanentemente d¨ªa y noche. Ve¨ªamos el sol, un poco, a trav¨¦s de las alambradas muy tupidas que ten¨ªan peque?os agujeros".

Preguntado por c¨®mo era un d¨ªa cualquiera, cuenta que "por la ma?ana nos levantaban a las cinco y media e inici¨¢bamos el rezo. A las ocho el desayuno y yo despu¨¦s le¨ªa el Cor¨¢n mucho tiempo. Nos duch¨¢bamos s¨®lo dos veces por semana y siempre sal¨ªamos atados de pies y manos, con los ojos vendados, los o¨ªdos tapados y una mordaza en la boca. Despu¨¦s com¨ªamos y, por la tarde, rezo, y si pod¨ªamos habl¨¢bamos con los otros vecinos".

Cartas personales revisadas hasta los sellos

Abderram¨¢n asegura que los militares estadounidenses a cargo de la seguridad de la base no respetaban los derechos humanos. "A m¨ª los militares, al detenerme, me pisaron la cabeza, tumbado boca abajo. Fuimos pisoteados y atados con unas cuerdas finas que nos hac¨ªan sangre", afirma.

M¨¢s de dos a?os ha pasado el espa?ol en Guant¨¢namo. El contacto que ha mantenido con su familia durante todo ese tiempo se reduce a "cinco cartas personales, revisadas y abiertas por los militares hasta los sellos".

"Hmido", como le llaman, era pe¨®n de alba?il en Ceuta e intent¨® ser auxiliar de polic¨ªa. Sin embargo, decidi¨® abandonar la ciudad aut¨®noma porque "yo lo que quer¨ªa era aprender en la madrasa el Cor¨¢n y no me interesaba ir a Europa porque all¨ª hay mucho delito y mucha droga". Y explica que se fue a Afganist¨¢n con su amigo Abdul¨¢ en el a?o 2001 "a trav¨¦s de Teher¨¢n. En agosto est¨¢bamos all¨ª en las escuelas y pas¨® lo del 11 de septiembre; entonces los jefes religiosos nos dijeron que nos fu¨¦ramos, que vendr¨ªan los americanos y la Alianza del Norte. Luego Abdul¨¢ muri¨® en un bombardeo sobre Jalalabad y despu¨¦s me detuvieron a m¨ª". Dice que no lleg¨® a luchar con los talibanes contra las fuerzas de EE UU. "Me escap¨¦ antes -cuenta-, no cog¨ª armas. Nos dijeron que nos fu¨¦ramos para evitar que nos mataran". Al igual que ayer declarara ante el juez Baltasar Garz¨®n, Hamed Abderram¨¢n Ahmed condena el terrorismo y niega cualquier relaci¨®n con Al Qaeda.