La polic¨ªa grab¨® conversaciones de un implicado en el 11-M pero no las us¨® por falta de traductor

La polic¨ªa intercept¨® la l¨ªnea telef¨®nica de Jamal Zougam, uno de los primeros detenidos por los atentados del 11 de marzo, al menos nueve meses antes de la masacre, despu¨¦s de que Marruecos alertasen de su posible relaci¨®n con los ataques de Casablanca. Sin embargo, nadie pudo descifrar las conversaciones grabadas, que se amontonaron cinta tras cinta por falta de un traductor del dialecto ¨¢rabe usado por Zougam.

Zougam formaba parte de un grupo radical "conectado" con otro n¨²cleo de fan¨¢ticos que giraba en torno a Mustapha El Mauymouni, Mustaf¨¢ (ver EL PA?S de ayer). Seg¨²n el sumario del 11-M, se trata de un "marroqu¨ª que est¨¢ actualmente condenado por su vinculaci¨®n con los atentados suicidas de Casablanca", en los que el 16 de mayo del a?o pasado fueron asesinadas 45 personas, parte de ellas en la Casa de Espa?a. Mustaf¨¢, considerado una figura carism¨¢tica de la Salafia Jihadia, fue juzgado y condenado por los atentados de Casablanca, pero antes estuvo en Madrid reclutando adeptos.

Tras este ataque, las autoridades marroqu¨ªes alertaron de que Zougam, al que vinculaban con algunos de los autores de la masacre, se encontraba en Espa?a. Pese a que no le atribu¨ªan ning¨²n delito, aconsejaban a la polic¨ªa espa?ola que le mantuvieran bajo vigilancia. La polic¨ªa solicit¨® a la Audiencia Nacional permiso para intervenir las comunicaciones telef¨®nicas de Zougam, que trabajaba en un locutorio del barrio madrile?o de Lavapi¨¦s, y a quien se le acusa de haber comprado los m¨®viles usados el 11-M.

Una vez realizado el pinchazo, la polic¨ªa se dio cuenta de que Zougam empleaba a menudo un dialecto ¨¢rabe, por lo que solicitaron a los responsables de Interior un traductor. La petici¨®n fue denegada, as¨ª que las cintas grabadas se fueron acumulando. S¨®lo fueron traducidas despu¨¦s del 11-M, aunque, seg¨²n las fuentes citadas por la agencia Efe, no incluyen referencia alguna a los atentados de Madrid.