La Ertzaintza halla el cad¨¢ver del guarda huido tras el incendio en la Hacienda Foral de Guip¨²zcoa

La Ertzaintza ha encontrado esta tarde el cuerpo sin vida de Manuel Ignacio Apaolaza, el vigilante de seguridad huido tras el incendio en la sede central de la Hacienda Foral de Guip¨²zcoa en el que muri¨® su jefe. Apenas dos horas antes, a la una de la tarde, los agentes hab¨ªan irrumpido en su vivienda, pero la encontraron vac¨ªa. El cad¨¢ver del guarda ha sido hallado en otro barrio de San Sebasti¨¢n, en un talud al borde de una carretera, con un tiro en el pecho y la pistola que compart¨ªa con su jefe junto a ¨¦l.

Apaolaza, de 42 a?os, no se present¨® a las siete de la ma?ana de ayer al cambio de turno en el edificio que custodiaba, que para entonces ard¨ªa consumido por el fuego desde hac¨ªa horas. En su interior, los bomberos hab¨ªan encontrado el cad¨¢ver del compa?ero de trabajo y jefe de Apaolaza, que guardaba entonces el complejo, muerto de un balazo. El juez orden¨® la busca y captura de Apaolaza para interrogarle sobre el caso.

Este mediod¨ªa, minutos antes de que entraran en acci¨®n los agentes del Grupo de Intervenci¨®n de la Ertzaintza, dos patrullas de la polic¨ªa vasca acordonaron la Avenida de Ategorrieta de San Sebasti¨¢n, en cuyo n¨²mero 35 viv¨ªa Apaolaza, y conminaron a los comerciantes a que cerraran sus locales y abandonaran la calle. Los agentes del Grupo de Intervenci¨®n irrumpieron despu¨¦s en el domicilio de Apaolaza, ubicado en el primer piso, pero lo abandonaron minutos despu¨¦s al no encontrar a nadie en su interior.

Poco despu¨¦s de las tres de la tarde, la Ertzaintza acud¨ªa a las inmediaciones del Kutxaespacio de la Ciencia de San Sebasti¨¢n, donde un vigilante de este complejo cient¨ªfico hab¨ªa avisado del hallazgo de un cuerpo sin vida que, seg¨²n ha confirmado el Departamento vasco de Interior, corresponde al de Apaolaza. El cad¨¢ver estaba junto al parque tecnol¨®gico Miram¨®n, tirado en una cuesta al borde de una carretera, en una zona de matorrales y espesa vegetaci¨®n separada de la v¨ªa por un seto. A unos chavales que estaban jugando en ese lugar se les cay¨® la pelota por el talud, y al ir a recogerla encontraron el cad¨¢ver.

La Ertzaintza buscaba a Apaolaza desde la noche del domingo, cuando se registr¨® un incendio intencionado en el edificio central de la Hacienda Foral de Guip¨²zcoa, en cuyo interior apareci¨® carbonizado y con un tiro en la cabeza otro vigilante, Florencio Parra, de 41 a?os. Apaolaza trabajaba bajo las ¨®rdenes del fallecido, quien hab¨ªa mantenido con aqu¨¦l varias discusiones por su costumbre de acumular turnos de trabajo, seg¨²n ha reconocido la empresa de seguridad Sabico, para la que trabajaban ambos.

Parra termin¨® su turno de trabajo a las tres de la tarde del domingo, pero, en lugar de sustituirle un tercer compa?ero, al que correspond¨ªa cubrir las siguientes siete horas, se present¨® Manuel Ignacio Apaolaza, que deb¨ªa incorporarse al turno desde las diez de la noche hasta las siete de la ma?ana. Apaolaza, nacido en Zizurkil (Guip¨²zcoa), aunque residente en San Sebasti¨¢n, cubr¨ªa el servicio en el momento de iniciarse el incendio, que al parecer fue provocado, ya que tuvo distintos focos, las c¨¢maras de seguridad del inmueble fueron manipuladas y las alarmas desconectadas. El edificio ha quedado pr¨¢cticamente destrozado y ser¨¢ necesario un a?o y medio de trabajo para para reformar la sede de Hacienda, seg¨²n el diputado general Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri. La Ertzaintza no ha encontrado en el lugar del suceso la pistola que los vigilantes se entregan en cada cambio de turno ni la motocicleta de gran cilindrada con la que el fallecido hab¨ªa acudido a trabajar.