Una paliza fuera del alcance de las c¨¢maras

"Hab¨ªa algo ilegal, algo raro" en aquella escena. Desde la cafeter¨ªa situada frente al cuartel de la Guardia Civil de Roquetas del Mal (Almer¨ªa), siete clientes y una camarera observaban como "cada vez sal¨ªan m¨¢s agentes" del edificio para unirse a la brutal paliza que estaban propinando a un individuo que les hab¨ªa "empujado y agredido". "Iba a matar a ese hombre", cuenta la camarera, pero nadie intervino "porque era la Guardia Civil". Tres c¨¢maras del cuartel grabaron parte de lo que all¨ª sucedi¨®, pero no los golpes, porque un agente, se?alando con el dedo una de ellas, indic¨® a sus compa?eros que se llevaran a la v¨ªctima fuera de su alcance.

"Con un poco de miedo".

La camarera, que ha contado lo que vio sin revelar su nombre a la agencia de noticias Efe "para ayudar a la familia" y pese a que le da "un poco de miedo", explica que el 24 de julio, poco despu¨¦s de las cuatro de la tarde, vio como un hombre "fuerte" "empujaba y agred¨ªa a los agentes". Ese hombre era Juan Mart¨ªnez Galdeano, que muri¨® a las 17.50 despu¨¦s de que cuatro guardias civiles lo tirasen al suelo y cayera sobre su pecho, para reducirlo a las puertas del cuartel, seg¨²n la versi¨®n oficial del instituto armado. La juez Estefan¨ªa L¨®pez, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 1 de la localidad, ha citado como imputados a los nueve agentes que participaron o estaban presentes en el momento de la muerte.

Perseguido tras el accidente.

Mart¨ªnez Galdeano, de 29 a?os, lleg¨® al cuartel a las 16.30, muy excitado, seg¨²n dijo porque llevaba consumiendo drogas varias horas. Cont¨® a los guardias que hab¨ªa tenido un accidente de tr¨¢fico en el casco urbano de la ciudad (que tiene 28.000 habitantes, aunque en verano su poblaci¨®n casi se triplica) con un grupo de gitanos, y que ¨¦stos le persegu¨ªan; en efecto, poco despu¨¦s aparecieron dos coches con varios supuestos implicados en el accidente, pero la Guardia Civil les conmin¨® a marcharse. Luego los agentes le indicaron que iban a llevarle a las dependencias de la Polic¨ªa Local para hacerle una prueba de alcoholemia.

La versi¨®n oficial de los hechos.

Fue entonces cuando, seg¨²n la versi¨®n oficial, Mart¨ªnez trat¨® de huir, agredi¨® a los agentes ("era un hombre de gran corpulencia, de 1,90 de estatura y unos 100 kilos de peso", seg¨²n las fuentes consultadas por EL PA?S). A las 17.15, arrestado por "atentado y resistencia a la autoridad", fue conducido esposado al exterior del edificio para meterle en un coche y llevarle ante la Polic¨ªa Local. La versi¨®n oficial indica que el agricultor se zaf¨® mientras un agente abr¨ªa la puerta, derrib¨® a dos guardias civiles y trat¨® de huir de nuevo. Los funcionarios pidieron ayuda a sus compa?eros; cuatro lograron derribarle de espaldas, y seg¨²n la versi¨®n oficial ¨¦se pudo ser el momento de la muerte, cuando uno de los guardias cay¨® con la rodilla sobre el pecho del agricultor, le rompi¨® posiblemente el estern¨®n y comenz¨® a ahogarse.

"Muchos agentes frente a uno solo".

El relato de la camarera confirma el intento de agresi¨®n de Mart¨ªnez Galdeano y c¨®mo los agentes respondieron, seg¨²n ella "con patadas y pu?etazos". Fueron "muchos agentes frente a uno solo, porque cada vez sal¨ªan m¨¢s, por lo que acabaron ganando", a?ade; "no todos los agentes pegaban, pero s¨ª la mayor¨ªa, que propinaba patadas y pu?etazos, aunque no pude ver en qu¨¦ parte del cuerpo porque estaba tirado en el suelo". Mientras, en el bar, "nadie hizo un gesto para que parasen hasta el final, cuando se llevaron las manos a la cabeza como diciendo '?Dios m¨ªo! ?Qu¨¦ ha pasado?'". Seg¨²n su relato, fueron 40 minutos de paliza, a los que siguieron otros 20 de maniobras de reanimaci¨®n infructuosas.

Tres c¨¢maras como testigos.

La actuaci¨®n en el exterior del acuartelamiento ha quedado grabada en las c¨¢maras de v¨ªdeo que vigilan el per¨ªmetro del acuartelamiento de Roquetas. La Cadena Ser ha tenido acceso a la trascripci¨®n de lo que en ellas se ve, un documento puesto ya en manos del juzgado, aunque en un primer momento la Guardia Civil anunci¨® que lo hab¨ªa hecho sin que fuera as¨ª. La grabaci¨®n recoge los hechos entre las 16.10 y las 18.20; dos de las c¨¢maras estaban en el patio del cuartel, y la otra justo en la puerta de entrada.

Sin pantalones tras el forcejeo.

En las im¨¢genes se observa como llega Mart¨ªnez Galdeano, "con la camisa manchada a la altura del abdomen". Entre las 16.15 y las 16.35 se registra un forcejeo entre el agricultor y una pareja de agentes, que "intentan meterlo en las dependencias oficiales"; en el curso de esa pelea la v¨ªctima pierde sus pantalones. A las 16.38 aparece el "jefe de la unidad", el teniente Jos¨¦ Manuel R., vestido de paisano.

Fuera del alcance de la c¨¢mara.

La c¨¢mara ubicada en la puerta de acceso de los veh¨ªculos oficiales empieza a grabar a las 17.09. Dos minutos despu¨¦s capta "el fuerte forcejeo" de los guardias civiles al tratar de meter en el coche al agricultor, y c¨®mo ¨¦ste se desploma. A las 17.17, uno de los "agentes arrastra al detenido hacia la parte izquierda trasera del veh¨ªculo, fuera del ¨¢ngulo de visi¨®n de la c¨¢mara". Poco antes, "el guardia m¨¢s veterano indica al resto la ubicaci¨®n de la c¨¢mara que les est¨¢ grabando". A las 17.42, 25 minutos despu¨¦s de salirse del ¨¢ngulo de grabaci¨®n, un agente sale del recinto con guantes de pl¨¢stico en las manos y vuelve a entrar en el cuartel. La tercera c¨¢mara recoge la llegada un minuto despu¨¦s de la ambulancia, 45 minutos en llegar despu¨¦s de la paliza. A las 18.04 llega una UVI, que se retira cinco minutos despu¨¦s sin llevarse ning¨²n herido. Para entonces Mart¨ªnez Galdeano ya estaba muerto.

Medios "racionales y necesarios".

Tres de los nueve agentes imputados han explicado hoy a la juez que se emplearon medios "necesarios y racionales" para reducir a Mart¨ªnez Galdeano, seg¨²n ha dicho su abogado, Gustavo Ardu¨¢n. "La mayor¨ªa de los miembros [de la Guardia Civil] que intervinieron usaron exclusivamente sus manos y la fuerza f¨ªsica de su cuerpo para tratar de reducir e inmovilizar" al fallecido, ha a?adido Gustavo Ardu¨¢n. El abogado de la acusaci¨®n, Jos¨¦ Ram¨®n Cantalejo, afirma que se "autoexculparon" y dieron una versi¨®n sobre la "intervenci¨®n directa" sin acusarse unos a otros.