El Gobierno pone el ¨¦nfasis en los escollos econ¨®micos en la negociaci¨®n del Estatuto

Una vez lanzada desde el Parlamento auton¨®mico con un consenso casi mayoritario, la reforma del Estatuto catal¨¢n llega a las Cortes y al centro de la pol¨ªtica nacional convertido en "una gran oportunidad y no un gran riesgo", seg¨²n el presidente del Gobierno, y "como un gran enga?o" seg¨²n el l¨ªder de la oposici¨®n, que ha pedido la convocatoria de elecciones al considerar que se trata de "una reforma encubierta" de la Constituci¨®n. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sin embargo, cree que el texto puede encauzarse en el Parlamento para que respete los l¨ªmites constitucionales, e incluso tiene una carta en la manga: c¨®mo solucionar la espinosa cuesti¨®n de que Catalu?a se considere una naci¨®n.

Zapatero respalda plenamente las palabras de ayer del Rey, que defendi¨® la "indisoluble unidad de la naci¨®n de Espa?a", y no considera que la reforma del Estatuto vaya a cambiar el modelo de Estado, seg¨²n han se?alado hoy fuentes de La Moncloa a la agencia de noticias oficial Efe. Sin embargo, el Gobierno reconoce las dificultades pol¨ªticas que va a plantear el debate pol¨ªtico sobre esta reforma, hasta el punto de que Zapatero prev¨¦ que sea la Ejecutiva del PSOE (y no el Comit¨¦ Federal ni el Consejo Territorial) la que deje zanjada una posici¨®n com¨²n en el seno de su partido antes de la admisi¨®n a tr¨¢mite del proyecto en las Cortes.

Y es que el problema que avizora Zapatero no se limita simplemente a ajustar el texto dentro del marco constitucional, sino que tambi¨¦n tiene un componente de "pura pol¨ªtica". La clave radica en el t¨¦rmino naci¨®n, al que el Gobierno otorga un enorme potencial simb¨®lico. En el primer art¨ªculo del Estatuto se define a Catalu?a como una naci¨®n que se constituye como comunidad aut¨®noma de acuerdo a la Constituci¨®n y al propio texto estatutario. Esto ha llevado a pol¨ªticos, periodistas y analistas, tanto espa?oles como extranjeros, a aventurar los primeros pasos de un cambio de modelo de Estado a un sistema federal. Sin embargo, las citadas fuentes aseguran que Zapatero tiene "muy pensada" la salida que adoptar¨¢ en este tema. Pero adem¨¢s, seg¨²n dicen, tambi¨¦n la tiene "muy guardada".

El Gobierno tiene adem¨¢s identificados muy claramente otros puntos de colisi¨®n, sobre ordenaci¨®n econ¨®mica, unidad de mercado (algo fundamental para Zapatero), Seguridad Social y aeropuertos. Considera adem¨¢s farragosa la redacci¨®n de algunos art¨ªculos, lo que atribuye a la precipitaci¨®n, y reitera que el texto debe ajustarse en letra y esp¨ªritu a la Constituci¨®n. Estas precisiones las hace Moncloa despu¨¦s de que ayer Zapatero transmitiera desde Le¨®n un mensaje de tranquilidad pero tambi¨¦n de firmeza ante el proyecto de reforma. Su posici¨®n, seg¨²n dijo, no es de "rechazo frontal" ni de "aceptaci¨®n sin m¨¢s" del texto, que ve "como una gran oportunidad y no como un gran riesgo". En cualquier caso, Zapatero conf¨ªa en que el Congreso y el Senado terminar¨¢ por aprobar la reforma, y seis meses despu¨¦s no se considerar¨¢ un peligro para la unidad de Espa?a.