Intervenci¨®n Joan Puigcerc¨®s en el debate sobre el estado de la naci¨®n

Se?oras y se?ores diputados, se?or presidente del Gobierno, miembros del Gobierno, estamos materializando hoy un debate de pol¨ªtica general y vale la pena dos a?os despu¨¦s del debate de investidura repasar los acuerdos cumplidos o no cumplidos durante estos dos a?os. Para nuestro grupo parlamentario la palabra clave en el debate de investidura era una palabra que coincid¨ªa con la del grupo que respalda al Gobierno, la palabra clave para Esquerra Republicana era modernidad, y la modernidad en el siglo XXI pasa por pol¨ªticas sociales progresistas, pol¨ªticas de radicalidad y transparencia democr¨¢ticas, de derechos de ciudadan¨ªa y, evidentemente, de federalismo. Esta era la modernidad que defend¨ªamos en el debate de investidura y mi grupo vot¨® favorablemente su investidura, se?or Rodr¨ªguez Zapatero. Podemos decir que durante estos dos a?os los dos objetivos b¨¢sicos merecen diferente nota: las pol¨ªticas de car¨¢cter progresista, de car¨¢cter social, a favor de la econom¨ªa productiva, a favor de los derechos civiles, utilizando la terminolog¨ªa de la antigua LOGSE, podemos decir que progresan adecuadamente. Por lo que se refiere a un modelo de descentralizaci¨®n pol¨ªtica y de avanzar hacia el federalismo, podemos decir que necesita mejorar, y creo que somos generosos, podr¨ªamos poner un insuficiente.

Por lo que se refiere al primer aspecto —pol¨ªticas de car¨¢cter social y econ¨®mico—, hemos avanzado. Empez¨¢bamos esta legislatura con una de las r¨¦moras m¨¢s importante del per¨ªodo Aznar, la Ley de Estabilidad Presupuestaria, una ley que imped¨ªa que ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas pudieran crear sus propios ejercicios presupuestarios, su planificaci¨®n de inversiones y que era un aut¨¦ntico cors¨¦ para el dise?o de pol¨ªticas econ¨®micas por parte de las comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos; era la llamada ley del d¨¦ficit cero. Se reform¨® con nuestro respaldo —tambi¨¦n con el de otros grupos— una ley que era un cors¨¦ para las administraciones p¨²blicas. Tambi¨¦n se avanz¨® en materia de pol¨ªtica social. Se produjo un avance importante en la mejora de las pensiones — a¨²n no acabada— con la posibilidad de compatibilizar la pensi¨®n de viudedad con el SOVI, reclamaci¨®n de distintos grupos de esta C¨¢mara durante muchos a?os y que finalmente ha podido llevarse a cabo. Tambi¨¦n la mejora —a¨²n no suficiente, pero es un avance importante— del salario m¨ªnimo interprofesional que, como saben ustedes, es la llave para entender y condicionar buena parte de las pol¨ªticas sociales y de pensiones. Asimismo, una ley importante en materia de derechos civiles que tambi¨¦n cont¨® con el respaldo de Esquerra, la Ley contra la Violencia de G¨¦nero, una ley necesaria y que era importante para crear condiciones de igualdad de g¨¦nero, pero sobre todo para acabar con la lacra de la violencia machista. Tambi¨¦n fue un avance importante en derechos civiles el matrimonio entre homosexuales, que seguramente no hubiera visto la luz sin el respaldo de las fuerzas de izquierda, sin esta mayor¨ªa de las fuerzas progresistas. Era una reivindicaci¨®n de un colectivo. Alguien podr¨¢ decir que es una reivindicaci¨®n de un colectivo minoritario, pero no es verdad. Ning¨²n colectivo, por minoritario que sea, tiene que ver restados ni minimizados sus derechos fundamentales. Tambi¨¦n mejoramos la Ley del Divorcio; m¨¢s ¨¢gil, m¨¢s r¨¢pida, para acabar con la situaci¨®n de injusticia de muchas personas. Se avanz¨® en materia de memoria hist¨®rica, no cabe duda. Tres grupos de esta C¨¢mara, el de Esquerra, el de Izquierda Unida y el Socialista, avanzamos en lo que fue la restituci¨®n de los famosos papeles de Salamanca, los archivos incautados por el r¨¦gimen franquista y, finalmente, se hizo justicia a personas, familias, partidos, sindicatos e instituciones de Catalu?a. Derogamos parcialmente el Plan Hidrol¨®gico Nacional, evitamos el desastre del transvase del Ebro. Era una petici¨®n mayoritaria en Arag¨®n y en Catalu?a y tambi¨¦n fue una de las peticiones de Esquerra en el debate de investidura. Finalmente, el sentido com¨²n que implicaba que ten¨ªamos que ser un pa¨ªs sostenible en lo que hace referencia a recursos h¨ªdricos, se impuso. Avanzamos tambi¨¦n en una Ley del medicamento en la que se mejora la dotaci¨®n de gen¨¦ricos, se reduce el gasto sanitario p¨²blico —una de las lacras y problemas m¨¢s importantes para las pol¨ªticas p¨²blicas— y se mantiene la capacidad de I+D de la industria farmac¨¦utica que arriesga y aprovecha sus recursos para crear ocupaci¨®n y valor a?adido en investigaci¨®n y desarrollo. Pero seguramente la ley m¨¢s importante de estos dos a?os es la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n. Un pa¨ªs con futuro es un pa¨ªs con escuela; un pa¨ªs con futuro es un pa¨ªs con formaci¨®n. Recuerdo que un alcalde de mi partido siempre dice que la diferencia entre un alcalde de izquierdas y otro de derechas es que el primero cuando le preguntan qu¨¦ es lo m¨¢s importante que tiene en su municipio, siempre dice lo mismo: la escuela, ?ay de aquel pueblo que pierde la escuela!. El alcalde de derechas tiene otros elementos: puede ser la f¨¢brica —muy importante—, puede ser el propio ayuntamiento o puede ser la finca del terrateniente. Pero es evidente que a la izquierda nos caracteriza el apego por la educaci¨®n. La educaci¨®n es el primer elemento de socializaci¨®n de valores, el primer elemento para facilitar la igualdad y la LOE era importante en este aspecto. Por eso nuestro grupo, ya en el debate de investidura, puj¨® fuerte para cambiar la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n, que fue la ley que impuso el Partido Popular, una ley que iba contra la educaci¨®n p¨²blica, que iba contra la escuela p¨²blica y que creaba dos modelos cada vez m¨¢s distantes. Conseguimos en esta ley conciertos educativos, conseguimos que la escuela concertada se comprometiera tambi¨¦n a asumir tareas importantes: la inmigraci¨®n, los alumnos discapacitados, no crear guetos, no crear ni consolidar un apartheid escolar que separara a los alumnos por barreras econ¨®micas, cuesti¨®n de origen, creencia o, incluso, m¨¢s all¨¢, por el color. Tambi¨¦n la nueva ley educativa crea mecanismos de delimitaci¨®n competencial para acabar con esa sensaci¨®n de intromisi¨®n permanente de la legislaci¨®n b¨¢sica sobre las competencias exclusivas de las comunidades aut¨®nomas. Esta ley consolida tambi¨¦n que de los 0 a 3 a?os no tenga car¨¢cter asistencial, sino que tenga contenidos pedag¨®gicos y, evidentemente, que de los 3 a los 6 a?os sea obligatorio. Estos fueron los avances de una ley educativa importante que tiene que durar m¨¢s de una generaci¨®n. Es verdad que hay diferentes reservas. Creo sinceramente que no hemos solucionado la situaci¨®n del profesorado interino, que crea precariedad laboral y tambi¨¦n una situaci¨®n de inestabilidad en las plantillas escolares. Tampoco hemos solucionado el tema de la religi¨®n. Lo m¨¢s l¨®gico en una sociedad compleja como la nuestra es crear ya, de una vez por todas, una asignatura de cultura religiosa, no una asignatura de religiones que, con la diversificaci¨®n que se est¨¢ produciendo de diferentes creencias, de diferentes or¨ªgenes, pueda acabar creando separaci¨®n entre los alumnos. D¨¦jenme que me pare un momento cuando hablamos de educaci¨®n. No es que me vaya ni que vaya a cambiar, pero durante estas semanas hemos o¨ªdo demasiadas veces que inmigraci¨®n es igual a inseguridad. Lo hemos o¨ªdo hoy aqu¨ª y no es verdad. Se puede modificar el C¨®digo Penal, se pueden ampliar las plantillas policiales y se pueden crear mecanismos para evitar aquello que parece inevitable, pero la mejor forma de luchar contra la exclusi¨®n social, la mejor forma de integrar a aquellos que han llegado de otros pa¨ªses, de otras culturas y de otras civilizaciones, es evidentemente la escuela. La escuela es el ¨²nico mecanismo de socializaci¨®n, es la que nos da valores iguales a todos y por eso decimos que podemos tener pol¨ªticas claras expeditivas ante la situaci¨®n que se est¨¢ creando de inseguridad, pero no olvidemos la escuela, la formaci¨®n y la educaci¨®n; no la podemos olvidar. Tambi¨¦n es verdad que en el Senado —volvemos a la LOE— la Ley educativa tuvo reveses por parte de la derecha. Las diferentes mayor¨ªas aritm¨¦ticas que se pueden ofrecer por parte de la derecha en el Senado estuvieron a punto de volver a colar la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n mediante enmiendas en el Senado. Lo evitamos, evitamos sinceramente, de una vez por todas, que tuvi¨¦ramos una ley que segregara, como dec¨ªamos antes, a los alumnos. La formaci¨®n, la escuela y la educaci¨®n son b¨¢sicas para crear mecanismos de igualdad y de libertad entre los ciudadanos. Tambi¨¦n avanzamos en los distintos Presupuestos Generales del Estado de 2005 y de 2006 en un fondo para la dependencia, que es la antesala de la ley de la autonom¨ªa personal que los distintos grupos de izquierda de esta C¨¢mara han pactado ya, el proyecto de ley; una ley importante para garant¨ªa de aquellos ciudadanos que hasta hoy han sido ciudadanos de segunda, aquellos ciudadanos discapacitados que no ten¨ªan igualdad de oportunidades. Esto tambi¨¦n es un logro de la izquierda plural que hay en esta C¨¢mara. Tambi¨¦n en los presupuestos del Estado pactamos en su momento la creaci¨®n de un fondo de inmigraci¨®n, como muy bien recordaba el presidente del Gobierno. Fue una aportaci¨®n de Esquerra, no en vano, en Catalu?a es donde hay m¨¢s ansiedad para integrar, para incorporar y para crear condiciones de vida en igualdad a los nuevos catalanes, es decir, a la inmigraci¨®n. Fue un fondo para los ayuntamientos, que estaban viendo sus servicios sociales colapsados ante la gran cantidad de nuevos ciudadanos que estaban llegando de otras magnitudes geogr¨¢ficas. Fue tambi¨¦n un fondo dedicado a la escolarizaci¨®n, a aulas de integraci¨®n como se han creado en Catalu?a y en otras comunidades aut¨®nomas. Tambi¨¦n fue una apuesta por parte de Esquerra, con esta mayor¨ªa plural de izquierdas, por una Ley de siniestralidad laboral, una ley para evitar que los trabajadores subcontratados, fruto de la subcontrataci¨®n, no tuvieran las condiciones de vida que ten¨ªan hasta hoy. Fue tambi¨¦n un fruto, un trabajo y una lucha de la izquierda para acabar con la precariedad laboral. Tambi¨¦n hemos tenido esta izquierda plural y un trabajo fecundo por parte de Esquerra en lo que ha sido la defensa de sectores tradicionales de nuestra industria como, por ejemplo, el textil. Hace poco el presidente del Gobierno recibi¨® al Consejo Intertextil espa?ol. Finalmente, el Gobierno ha llegado a un acuerdo, nuestro empuje ha servido de algo, con los sindicatos y con la patronal para llegar a un fondo de 860 millones de euros para crear las condiciones para reorientar el sector textil b¨¢sico y necesario en nuestro modelo industrial. Lo mismo podemos decir en materia tur¨ªstica, un sector olvidado sistem¨¢ticamente por los diferentes gobiernos. El turismo es la fuente de divisas m¨¢s importante de la econom¨ªa espa?ola y seguramente es el subsector m¨¢s olvidado en las decisiones presupuestarias de los ¨²ltimos a?os. Ha sido una obra colectiva de las izquierdas. Ha habido voluntad de solucionar problemas reales enquistados. Las pensiones, la pol¨ªtica educativa, la atenci¨®n a la dependencia o, mejor dicho, la autonom¨ªa personal y la pol¨ªtica ecol¨®gica han sido avances importantes durante estos dos a?os. Pero no todo dura y hemos podido comprobar c¨®mo leyes importantes y trascendentes como la reforma fiscal, parece que no toman el camino necesario en estos momentos. Estamos en periodo de enmiendas, pero una ley importante como una reforma fiscal precisa tambi¨¦n de una reorientaci¨®n de izquierdas. Es verdad, no se puede hacer pol¨ªtica social con una mano y pol¨ªtica econ¨®mica con la otra. Necesitamos juntar las dos, si no, al final esto no suma. A¨²n quedan pasos por dar en materia de la reforma fiscal. Es necesario crear condiciones para que la clase media y trabajadora, es decir, los asalariados, los que cargan en buena parte con la presi¨®n fiscal en nuestra sociedad, tengan condiciones ¨®ptimas; y no es as¨ª, hay una sensaci¨®n de que esta reforma fiscal se carga sobre los asalariados y libra a aquellos que muchas veces se escapan del control de la Hacienda p¨²blica. Tambi¨¦n est¨¢ la sensaci¨®n de que la peque?a y mediana empresa necesita a¨²n mucha m¨¢s ayuda y mucho m¨¢s apoyo. Seguramente la reinversi¨®n de beneficios y el trato a la microempresa o trabajador aut¨®nomo debe mejorar. Este ha sido el aspecto m¨¢s importante de estos dos a?os en materia socioecon¨®mica en el que se ha avanzado, y seguramente esta mayor¨ªa de izquierdas que se ha creado, esta izquierda plural, en la que Esquerra ha tenido un papel importante, ha producido un cambio pol¨ªtico en materia social, necesario, porque las condiciones de desigualdad iban en aumento. Sinceramente, hemos cambiado de rumbo durante estos dos a?os. Si en materia socioecon¨®mica se aprobaba con creces, se sacaba buena nota, seguramente podr¨ªamos decir que se progresaba adecuadamente, utilizando la terminolog¨ªa de la anterior ley educativa, la Logse, en lo que hace referencia a la descentralizaci¨®n, al federalismo no es la misma nota, no es la misma evaluaci¨®n. Sinceramente, este Gobierno y el grupo que le da respaldo, el principal grupo, necesita mejorar.

En el debate de investidura nuestro grupo defendi¨® la necesidad de asumir el d¨¦ficit sanitario de algunas comunidades aut¨®nomas. Fue una mala negociaci¨®n la que se hizo en el a?o 2003. Se negoci¨® la financiaci¨®n de la sanidad para aquellas comunidades aut¨®nomas que la ten¨ªan en exclusiva desde anta?o —luego se generaliz¨® a todas— y se incorpor¨® el modelo de financiaci¨®n de la sanidad al modelo general de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. Tal como se negoci¨® fue un error, porque est¨¢bamos en el a?o 2003 cuando se cerr¨® este acuerdo; y en el 2004 en el debate de investidura en esta misma C¨¢mara nuestro grupo ya adelant¨® la necesidad de abordar el d¨¦ficit sanitario en el caso de Catalu?a y de algunas comunidades aut¨®nomas. ?Qu¨¦ pas¨®? Pas¨® una cosa muy evidente; pas¨® que solo hac¨ªa falta que un grupo catal¨¢n, en este caso Esquerra, hiciera esta petici¨®n para que se abriera la caja de Pandora de la din¨¢mica perversa que sobre la pol¨ªtica espa?ola viene cerni¨¦ndose durante muchos a?os. Si hay una mayor¨ªa absoluta en esta C¨¢mara —mayor¨ªa absoluta del Grupo Socialista o mayor¨ªa absoluta del Grupo Popular—, el rodillo funciona implacable e impecablemente, pero si no la hay, si hay mayor¨ªa relativa, autom¨¢ticamente se desencadenan unos mecanismos infernales, es el llamado chantaje catal¨¢n. Cuando nosotros expusimos en esta tribuna la necesidad de abordar el d¨¦ficit de la sanidad catalana porque estaba provocando listas de espera que afectaban a la vida de personas, el Grupo Popular, por medio de su sector medi¨¢tico, autom¨¢ticamente desencaden¨® este proceso infernal. Se hablaba del despilfarro catal¨¢n, de la mala gesti¨®n de la sanidad en Catalu?a, del problema de los catalanes. Conclusi¨®n: la de siempre. Catalu?a es el rompehielos de las situaciones ant¨¢rticas. En este caso la situaci¨®n ant¨¢rtica era la incapacidad para reconocer que no es lo mismo el modelo sanitario que se puede gestionar en Catalu?a, en el Pa¨ªs Valenciano o en Madrid. Hay diferencias sustanciales, como puedan ser la excelencia del sistema o la especialidad que puedan tener determinados centros hospitalarios. Hay diferencias, por tanto la financiaci¨®n no puede ser la misma. La conclusi¨®n fue que, despu¨¦s de aguantar toda una serie de improperios sobre Catalu?a, sobre los partidos catalanes, sobre el Gobierno de Catalu?a que hac¨ªa esta petici¨®n expresa de solucionar el problema del d¨¦ficit sanitario, todo el mundo, incluidas las comunidades aut¨®nomas del Partido Popular, se puso a la cola. Como siempre cobr¨® todo el mundo, pero por el camino pudimos comprobar c¨®mo funciona el mecanismo. El mecanismo que tiene es perverso; repito: si hay mayor¨ªa absoluta, rodillo; si no la hay, chantaje catal¨¢n; o, si no es catal¨¢n, es vasco. Esta es la din¨¢mica permanente de todos estos a?os. Por eso en Catalu?a diferentes fuerzas, entre ellas Esquerra, nos propusimos buscar una soluci¨®n de pacto estable y duradero, que evitara esta situaci¨®n coyuntural de esperar a ver si hay mayor¨ªa absoluta o no la hay para ver si podemos solucionar los problemas de siempre. Esta soluci¨®n no era m¨¢gica, esta soluci¨®n era el Estatuto, el nuevo Estatuto de Catalu?a, el Estatut de Catalunya, porque en el Estatuto, una ley de leyes, se pretend¨ªa buscar soluciones para evitar caer en manos de estas coyunturas. Esta fue la voluntad, una ley de leyes, el Estatuto de Catalu?a, para solucionar problemas; un Estatuto que nac¨ªa con la mejor de las intenciones y adem¨¢s ten¨ªa la comprensi¨®n de un candidato a la Presidencia del Gobierno. Recordar¨¢ usted, se?or Rodr¨ªguez Zapatero, cuando prometi¨® solemnemente aprobar el Estatut que aprobara el Parlament de Catalunya. Mi grupo parlamentario durante dos a?os ha hecho un trabajo en esta C¨¢mara, en el Pleno, en las comisiones y fuera del Pleno y de las comisiones, para crear una pista de aterrizaje del Estatuto catal¨¢n, para crear las condiciones de estabilidad para que esta propuesta catalana pudiera llegar a Madrid y pudiera hacer efectiva su palabra, la palabra dada del anta?o candidato a la Presidencia del Gobierno y hoy presidente. Esta fue la promesa y este fue nuestro trabajo durante dos a?os, un trabajo que Esquerra hizo con tes¨®n: crear las condiciones de estabilidad de una mayor¨ªa de la izquierda plural para que esta propuesta de Catalu?a, este pacto catal¨¢n, pudiera llegar, repito, en las mejores condiciones. El Parlamento de Catalu?a aprob¨® el 30 de septiembre de hoga?o con el 90 por ciento de sus diputados la propuesta de nuevo Estatuto, 110 diputados sobre 135. Se daba la primera premisa, una mayor¨ªa apabullante en Catalu?a. Este era el Estatut que el 30 de septiembre generaba ilusi¨®n entre todos los ciudadanos de Catalu?a, no era un capricho minoritario de la clase pol¨ªtica, como se ha dicho hoy desde esta tribuna, que no interesaba a nadie; al contrario, se ten¨ªa la esperanza de buscar una soluci¨®n a los problemas catalanes, y este Estatut, repito, ten¨ªa ilusi¨®n, pero ya ten¨ªamos algunos antecedentes de lo que pod¨ªa pasar. Pudimos comprobar c¨®mo curiosamente el Estatuto valenciano se aprob¨® en un acuerdo entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Es curioso, mientras en Catalu?a se sataniza al Partido Popular por su postura del no, unos kil¨®metros al sur, en el mismo pa¨ªs, no hay ning¨²n problema en acariciarse con el se?or Zaplana, el se?or Camps o el se?or Rajoy; es el Estatuto valenciano. Lo m¨¢s curioso, lo que no consigui¨® la derecha valenciana durante los a?os ochenta ni la derecha espa?ola se ha conseguido hoy con el voto de la izquierda, que es consolidar el secesionismo ling¨¹¨ªstico en el Pa¨ªs Valenciano. Es un modelo de lo que pod¨ªa pasar, y ustedes sab¨ªan perfectamente que el Estatuto que ven¨ªa de Catalu?a no ser¨ªa el mismo que el de Valencia. Ten¨ªa condiciones en materia financiera, en materia de inversiones, en materia de derechos hist¨®ricos; era otra cosa, y nos defin¨ªamos como naci¨®n —ustedes lo sab¨ªan—, pero hemos sufrido todos, ustedes, nosotros, la ciudadan¨ªa de Catalu?a, las instituciones de Catalu?a, un acoso y derribo atroz. Fue una campa?a terrible, una campa?a de insultos y de amenazas no solo por el Partido Popular, sino incluso por algunos dignos representantes — no s¨¦ si dignos— del Poder Judicial, representantes del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial amenazando permanentemente; de ciertos lobbies de intereses burocr¨¢ticos de la capital del Estado; incluso de alg¨²n militar despistado —perm¨ªtame que diga despistado por no decir otra cosa— que al final se pronunci¨® contra el Estatuto. Esta era la presi¨®n contra el Estatuto catal¨¢n, pero esta presi¨®n, que pod¨ªa producir incluso p¨¢nico demosc¨®pico, como dec¨ªa un gran futbolista y entrenador del Tenerife, el se?or Valdano, miedo esc¨¦nico, f¨ªjense ustedes c¨®mo ha quedado hoy. ?D¨®nde est¨¢ la presi¨®n? En nada. Hoy hemos podido comprobar c¨®mo buena parte de los argumentos que daba el Partido Popular contra el Estatuto de Catalu?a, incluso la propuesta que se aprob¨® el 30 de septiembre en Catalu?a, ha quedado en nada.

El se?or Rajoy ha subido hoy a esta tribuna y con la boca peque?a ha explicado que ten¨ªa cuatro millones de firmas. La actitud del Partido Popular contra el Estatuto catal¨¢n ha quedado en un tigre de papel, se ha deshinchado, y esto lo hemos podido comprobar hoy, tigres de papel, porque al final se estaba mintiendo permanentemente. No era verdad lo que se dec¨ªa, ni en el Estatuto del 30 de septiembre, que era ambicioso; as¨ª era, y despu¨¦s del recorte que se le hizo al Estatuto de Catalu?a —f¨ªjese en lo que ha quedado— las mentiras son a¨²n m¨¢s evidentes. Finalmente, la presi¨®n del Partido Popular, el miedo esc¨¦nico, el p¨¢nico demosc¨®pico triunf¨®. Lo dijimos aqu¨ª cuando votamos en contra de la aprobaci¨®n del Estatuto de Catalu?a en esta C¨¢mara. Esquerra vota no porque hab¨ªa ganado el Partido Popular, y a nosotros eso no nos gusta. Gan¨® el Partido Popular sin ganar. Su estrategia del acecho, del acoso y del derribo funcion¨® y el Partido Socialista dio marcha atr¨¢s con la colaboraci¨®n, claro est¨¢, de una parte importante del Grupo Socialista que forz¨® una rebaja, un recorte, un cepillado. Lo dijo claramente el presidente de la Comisi¨®n Constitucional, don Alfonso Guerra: hemos cepillado el Estatuto de Catalu?a, hemos cepillado de arriba abajo el Estatuto de Catalu?a. Durante semanas pudimos contemplar at¨®nitos c¨®mo se estaba retrasando el debate estatutario en Andaluc¨ªa para ver cu¨¢les eran finalmente las enmiendas que se elaboraban desde Ferraz o desde La Moncloa. Esta ha sido la realidad. Finalmente, el recorte que se hizo en Catalu?a ha sido el molde con el que se va a aplicar todas las reformas estatutarias. Este recorte que se despach¨® en siete horas, sinceramente, no resuelve los problemas de Catalu?a; no resuelve la sangr¨ªa fiscal, el llamado d¨¦ficit fiscal; no resuelve el maltrato inversor, que durante 15 a?os ha estado muy por debajo de la media espa?ola, con una ejecuci¨®n presupuestaria muy por debajo tambi¨¦n de la media espa?ola, ni tampoco nos va a servir para impulsar la econom¨ªa productiva. No es ninguna casualidad que el 80 por ciento del empresariado catal¨¢n, el de verdad, el que arriesga, no el que espera resoluciones gubernamentales de aqu¨ª o de all¨¢ para tomar decisiones, tiene muy claro en todas las encuestas que este Estatuto recortado no resuelve el d¨¦ficit fiscal, no resuelve sus problemas y no mejora su competitividad. Es momento de preguntarnos: ?Cu¨¢ntos recursos m¨¢s, cu¨¢ntos euros m¨¢s, van a notar los catalanes y las catalanas, los empresarios y los aut¨®nomos, en sus bolsillos con este Estatuto? ?Cu¨¢nto van a ganar? ?Cu¨¢nto van a mejorar sus condiciones? Sinceramente, esta ha sido una oportunidad desaprovechada. F¨ªjese usted que el cepillado ha ido por fases, porque la columna vertebral, el elemento toral de esta reforma estatutaria era la financiaci¨®n. Esto ha sido un secreto a voces; no lo dec¨ªa solo Esquerra, lo dec¨ªan todos los grupos catalanes: el nuevo Estatuto de Catalu?a es b¨¢sicamente la financiaci¨®n, las inversiones y el traspaso de grandes infraestructuras. Este era el eje fundamental y, evidentemente, el reconocimiento como naci¨®n. La columna vertebral era la financiaci¨®n, porque cargarse de competencias sin financiaci¨®n es un grave problema. Lo hemos experimentado durante veintitr¨¦s a?os en Catalu?a: las competencias sin financiaci¨®n acaban colapsando una administraci¨®n.

El primer cepillado fue que no hab¨ªa m¨¢s garant¨ªa de recursos. Hemos aumentado la cesta de impuestos, es verdad; del 35 hemos llegado al 50 por ciento en el IRPF, del 35 por ciento al 50 por ciento en el IVA, en los impuestos especiales —tabaco, alcohol e hidrocarburos— hemos llegado al 58 por ciento; esto es verdad, pero todo lo que ganamos en el aumento de la cesta de impuesto lo perdemos en el Fondo de suficiencia. Hace poco mi hijo de 10 a?os —f¨ªjese como est¨¢ la cosa en Catalu?a— me preguntaba por la financiaci¨®n y tuve que contarle lo que hab¨ªa pasado con esto de la cesta de impuestos. Se lo cont¨¦ f¨¢cilmente, le dije: Catalu?a es una familia que no llega a final de mes. No llega, trabaja mucho, trabaja horas extras, pero no llega a final de mes, porque paga peajes, porque tiene que pagarse la sanidad privada, una educaci¨®n privada; no llega a final de mes. Un d¨ªa esa familia dice: con lo que trabajamos, con lo que aportamos, vamos a pedir aumento de sueldo. Ser¨ªa lo l¨®gico y razonable. Pide aumento de sueldo y despu¨¦s de escuchar algunas diatribas e insultos se le dice: no —soluci¨®n m¨¢gica—, no vamos a aumentarle el sueldo, pero en lugar de cobrar el d¨ªa 30 va a cobrar el d¨ªa 15. Esto es la cesta de impuestos. Este es el modelo: lo que entra de aumento de impuestos sale por el Fondo de suficiencia que Catalu?a recib¨ªa hasta hoy, pero a partir de ahora no va a recibir, sino que va a tener que pagar. Esta es la realidad contrastada.

F¨ªjense en el segundo cepillado. En el texto del 30 de septiembre dec¨ªamos: vamos a hacer desaparecer la Lofca del Estatuto de Catalu?a. Hoy la tenemos dentro; hoy la tenemos dentro y adem¨¢s de forma taxativa. Madrid decide lo que toca pagar, lo que tenemos que recibir, lo que es nuestra autonom¨ªa financiera. Tercer cepillado, que se ha vendido como gran ¨¦xito: la bilateralidad. Hemos perdido cualquier capacidad de negociaci¨®n, no hay bilateralidad. Tenemos la misma que ten¨ªamos antes, hay que ser sinceros. La bilateralidad se reduce a quedarnos como estamos. Ustedes se acordar¨¢n de aquello de: virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Esta es la bilateralidad de Catalu?a, la que se ha conseguido en Catalu?a. Cuarto cepillado: Agencia Tributaria. Dec¨ªan los dirigentes de todos los partidos catalanes: No queremos tres agencias tributarias; no queremos la Agencia Tributaria espa?ola, la catalana que se cree de nuevo cu?o y un consorcio. Ser¨ªan tres. ?Qu¨¦ mensaje a la ciudadan¨ªa! No van a tener una, van a tener tres. Dec¨ªamos: Queremos una, pero no en Catalu?a sino la de Catalu?a, que recaude todos los impuestos. Pues no ha sido as¨ª. Catalu?a va a crear una Agencia Tributaria —ya tiene una Direcci¨®n General de Tributos, que hace la misma funci¨®n; vamos a cambiar la tarjeta de visita del director general—, pero lo que va a hacer a partir de ahora es incorporar en una agencia los tributos propios —ya los tenemos— y los tributos cedidos totalmente. Yo le pregunto al se?or Rodr¨ªguez Zapatero: ?Usted me puede decir cu¨¢les van a ser los tributos cedidos totalmente a partir de este Estatuto? Es una pregunta que se hace mucha gente en Catalu?a. Quinto cepillado: D¨¦ficit de inversiones. Esa ha sido la lacra de la econom¨ªa catalana. Ustedes lo saben perfectamente. Durante muchos a?os ha habido una queja permanente. Usted lo ha reconocido en esta misma tribuna, as¨ª como los dirigentes del Partido Socialista de Catalu?a. Hay un d¨¦ficit de inversi¨®n en Catalu?a que provoca atrasos y que reduce la competitividad.

Hace poco —lo dec¨ªamos en esta tribuna—, cuando el se?or Montilla, ministro de Industria, y el se?or Ra?¨¦, consejero de Industria y Trabajo de la Generalitat en ese momento se fueron a Wolfsburg, Alemania, a ver al m¨¢ximo dirigente del grupo Volkswagen para interesarse y trabajar para el mantenimiento del grupo SEAT en Catalu?a, las palabras del presidente del grupo fueron tajantes: Si ustedes en Catalu?a quieren tener inversi¨®n extranjera, si quieren mantener su tejido industrial, deben mejorar sus infraestructuras; deben mejorar su red de cercan¨ªas, su red de mercanc¨ªas por ferrocarril; deben mejorar su red de carreteras —por favor, que no sean de peaje; esto lo digo yo, no lo dec¨ªa el alem¨¢n—. F¨ªjense ustedes que el acuerdo final es curioso. Le pregunt¨¦ en la pen¨²ltima sesi¨®n de control si iba a subir el Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial, porque as¨ª lo afirm¨® el ministro Solbes, vicepresidente del Gobierno. Tal como est¨¢ descrita la disposici¨®n adicional tercera del pacto recortado de La Moncloa las inversiones de Catalu?a van a ser su aportaci¨®n al producto interior bruto. Es verdad, en estos momentos el 18,8 por ciento es la aportaci¨®n catalana al producto interior bruto. Lo que no se cuenta es que, si restamos el Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial, como dijo el se?or Solbes, este fondo va a subir mucho porque hay que compensar la reducci¨®n de las aportaciones de fondos europeos. Para que nos entendamos, para que me entienda mi hijo, vamos a dejar una tarta m¨¢s peque?a, que va a ser un 18,8 por ciento. Es verdad, va a ser un 18,8 por ciento nominal, pero no va a ser efectivo. Se podr¨ªa dar la paradoja matem¨¢tica, no negada por ning¨²n economista serio, de que la inversi¨®n en Catalu?a incluso fuera menor. Para este viaje no hac¨ªan falta tantas alforjas. Hemos padecido una situaci¨®n de acoso. Se lo voy a decir de otra forma, porque hay quien saca siempre la memoria hist¨®rica. En 1932 Catalu?a tuvo un Estatuto; todos los partidos catalanistas de derechas e izquierdas dijeron que s¨ª, pero en 1932 Catalu?a salvaba la Rep¨²blica. En 1979 todos los partidos catalanistas de izquierdas y de derechas dec¨ªan s¨ª al Estatuto, porque hab¨ªa que salvar la democracia, pero la pregunta que se hace mucha gente en Catalu?a hoy es: ?A qui¨¦n hemos salvado esta vez? ?A qui¨¦n hab¨ªa que salvar? Por primera vez tenemos un Estatuto en Catalu?a hecho por un Parlamento de Catalu?a, que no es ni el de 1932 ni el de 1979. ?A qui¨¦n hemos salvado esta vez? Es una pregunta que se hacen muchos ciudadanos de Catalu?a.

Acabo este bloque de financiaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a. Usted sabe cu¨¢l es nuestra postura; ha sido sincera y coherente en todo momento. Defend¨ªamos un modelo de Estatuto que ha sido absolutamente recortado. En estos momentos estamos asistiendo a una situaci¨®n en la que se quiere matar al mensajero. No se puede decir que ha habido un recorte; no se puede decir que hubo un pacto de m¨ªnimos, un pacto de intereses partidistas. Hoy casi se le escapa aqu¨ª, en un lapsus freudiano. Va a gobernar Converg¨¨ncia, casi dec¨ªa; luego ha rectificado y ha dicho que gobernar¨ªa el PSC. No s¨¦ cu¨¢l fue el ¨¢mbito real del pacto que se hizo, pero en Catalu?a existe la sensaci¨®n de que el recorte tiene una agenda, una agenda oculta. Lo menos importante aqu¨ª era el Estatuto de Catalu?a, era la financiaci¨®n, eran las inversiones; lo m¨¢s importante era otra cosa. Sinceramente, usted no aguant¨® el tir¨®n de la derecha, y, como he dicho hoy, f¨ªjese usted c¨®mo est¨¢ la derecha: tigres de papel. Hab¨ªa otros intereses. Alguien negoci¨® de espaldas al Parlamento de Catalu?a. Ya pasaremos factura en Catalu?a, pero lo que Esquerra no va a permitir es el silencio de los corderos. No vamos a permitir el silencio de los corderos, que aqu¨ª no ha pasado nada; esta vez no. Sinceramente, Catalu?a merece m¨¢s y esper¨¢bamos m¨¢s de la solidaridad de la izquierda espa?ola, pero, se?or Rodr¨ªguez Zapatero, f¨ªjese, la vida contin¨²a. Nosotros le queremos decir hoy aqu¨ª una cosa: aprobado con nota alta este Gobierno y la colaboraci¨®n de la izquierda plural, de Esquerra, en pol¨ªtica socioecon¨®mica; no llegamos al cinco en federalismo y descentralizaci¨®n. Se?or Rodr¨ªguez Zapatero, la vida contin¨²a, quedan dos a?os de legislatura y a¨²n falta mucho por avanzar. Nos quedan a¨²n muchas propuestas en materia social: el estatuto del trabajador aut¨®nomo; la mejora de las condiciones en una ley de igualdad de g¨¦nero; la ley de investigaci¨®n de biomedicina; una ley de la dependencia, que ya est¨¢ empezada y pactada, pero que tenemos que desarrollar; la mejora de las pensiones no contributivas, llegando al 75 por ciento del salario m¨ªnimo interprofesional; la mejora de la Ley de Reforma Fiscal y la mejora de las condiciones en pol¨ªtica medioambiental. Estamos al l¨ªmite. Somos un pa¨ªs dependiente en materia energ¨¦tica. Aqu¨ª o hay un cambio de paradigma energ¨¦tico o no hay futuro no solo para los usuarios de la electricidad, sino para nuestro modelo industrial.

Acabo. Sinceramente, hay trecho por recorrer desde la izquierda. Ustedes tienen la posibilidad de no acabar como muchos gobiernos. Aqu¨ª hay una maldici¨®n, la maldici¨®n del bienio. F¨ªjese usted, el centro-derecha, con el se?or Su¨¢rez, tuvo un bienio m¨¢gico en el que elabor¨® la mayor parte de las leyes m¨¢s progresistas y m¨¢s aperturistas, fue el bienio de 1979-1981. En 1981 pas¨® lo que pas¨®, todos lo sabemos. El bienio de don Felipe Gonz¨¢lez fue de 1982 a 1984, luego vinieron el ingreso en la OTAN y todos los cambios. Ahora estamos en el bienio 2004- 2006. Vamos a romper esta maldici¨®n del bienio. Vamos a seguir cuatro a?os con las pol¨ªticas de izquierdas, con pol¨ªticas en favor de la mayor¨ªa, en favor de los trabajadores, en pol¨ªticas de educaci¨®n, de sanidad y de vivienda. Se?or Zapatero, tiene usted la oportunidad de romper la maldici¨®n del bienio. Estas son nuestras propuestas. Vale la pena avanzar por la izquierda, vale la pena crear esperanza en todos aquellos ciudadanos que el 14 de marzo fueron a votar distintas opciones pero quer¨ªan un vuelco electoral y un cambio de pol¨ªtica: m¨¢s libertades, m¨¢s pol¨ªtica social, m¨¢s pol¨ªtica de izquierdas.

Muchas gracias, se?oras y se?ores diputados.