Natascha: "Siempre pens¨¦ en la huida y llegu¨¦ a so?ar con decapitar a mi secuestrador"
La chica austriaca que estuvo ocho a?os secuestrada explica en televisi¨®n la historia de su cautiverio
Para huir del acoso medi¨¢tico, la joven austriaca Natascha Kampusch, que estuvo secuestrada durante m¨¢s de ocho a?os en un s¨®tano cerca de Viena, ha decidido mostrarse por primera vez al p¨²blico en una entrevista emitida esta noche por la televisi¨®n p¨²blica ORF. Horas antes, se ha difundido la primera entrevista publicada desde su liberaci¨®n. En ella, asegura que siempre pens¨® en huir durante sus ocho a?os de cautiverio y que lleg¨® incluso a so?ar con "decapitar" a su secuestrador.
Con un pa?uelo en la cabeza que deja ver su pelo rubio, la joven, de 18 a?os, ha mostrado su rostro p¨¢lido y sus ojos azules por primera vez desde su huida hace dos semanas y ante un p¨²blico conmocionado por su dram¨¢tica historia. Hasta ahora, las ¨²nicas im¨¢genes de Kampusch difundidas por los medios hab¨ªan sido fotos de la ni?a cuando ten¨ªa 10 a?os, ¨¦poca en que fue secuestrada cuando iba de camino a su escuela. "Me siento bien, dadas las circunstancias. Lo que m¨¢s hago es intentar relajarme, recuperarme del estr¨¦s de la huida", han sido sus primeras palabras ante las c¨¢maras. La joven ha comentado que suele "hablar por tel¨¦fono" con sus padres y ha destacado que su madre "nunca perdi¨® la esperanza de que estuviera viva".
Sin medicamentos para dormir
"Ayer y antes de ayer ya me encontr¨¦ con mi madre. Tambi¨¦n ya me hab¨ªa encontrado con mis padres en la polic¨ªa. Ayer me reun¨ª por primera vez con mi hermana mayor", ha comentado. La chica ha dicho que en estos momentos conf¨ªa en el equipo de psic¨®logos que la trata, pero fundamentalmente en su familia y en ella misma. A la pregunta de lo que quiso decir en una carta le¨ªda por su psiquiatra a la prensa tres d¨ªas despu¨¦s de su huida, al se?alar que se sent¨ªa bien con las personas que la acompa?aban pero "un poco bajo tutela, ha respondido: "S¨ª, precisamente quer¨ªa comentarlo. Es realmente muy dif¨ªcil. Todos quieren de alguna forma influir (sobre m¨ª), tienen buena intenci¨®n".
"Pero, por ejemplo, en las primeras noches quer¨ªan hacer algo para que durmiera, no pod¨ªan comprender por qu¨¦ en la madrugada ya estoy despierta a las 4 de la ma?ana y no me voy a la cama antes de la una, pero les pude convencer de que yo voy a poder arreglarlo por cuenta propia, sin medicamentos para dormir", ha agregado. Kampusch ha explicado que, en los primeros momentos de libertad, ten¨ªa "muchos deseos que quer¨ªa satisfacer", pero una de las cosas primeras que hizo fue "salir a comer un helado de inc¨®gnito", con gafas de sol, pa?uelo en la cabeza y acompa?ada por un m¨¦dico, en una concurrida calle vienesa. "No digo el nombre de la helader¨ªa porque no queremos hacer propaganda. Pero nadie me reconoci¨®", ha se?alado Kampusch riendo.
La joven ha agregado que disfrut¨® especialmente del viaje en metro: "Estuvo muy bien poder sonre¨ªr a todo el mundo sin que nadie me reconozca". Sobre su futuro m¨¢s inmediato ha manifestado que desea terminar su formaci¨®n escolar y tal vez estudiar luego en la universidad. Pero actualmente tiene muchas cosas que hacer y se siente "estresada". Por otra parte, ha indicado que se siente muy ofendida por las "cosas inciertas" que se han publicado sobre ella en los ¨²ltimos d¨ªas, pero sobre todo las fotos del calabozo en el que estuvo encerrada. "Se trata de mi habitaci¨®n, no es asunto de nadie", ha comentado Kampusch, quien ha precisado que durante los primeros seis meses de su secuestro no sali¨® ni una sola vez de ese escondrijo.
Regalos de cumplea?os
"Despu¨¦s de ese medio a?o me dej¨® subir a la casa para lavarme", ha recordado Natascha, que ha comentado que su captor era sumamente meticuloso y que controlaba todo, que sent¨ªa paranoia. Ha contado que al principio "tir¨® botellas de agua y golpe¨®" con sus pu?os "contra las paredes del calabozo" y que "lo peor fue la impotencia de no poder hacer nada". A los dos a?os del secuestro tuvo acceso a una radio para que pudiera escuchar las noticias. En fiestas como Navidades, Semana Santa o su cumplea?os, su captor le hac¨ªa regalos. "Muchos ni?os se pueden comprar cosas, yo no pod¨ªa comprarme nada all¨ª dentro", ha dicho. "Creo que ten¨ªa muy mala conciencia", ha a?adido la joven, cuyo secuestro ha conmocionado a la rep¨²blica alpina y al mundo entero.
Seg¨²n ha informado la televisi¨®n poco antes de iniciarse la entrevista, la raz¨®n por la que Kampusch apenas mira a las c¨¢maras obedece a que sus ojos son muy sensibles a la luz, mientras que su voz parece afectada por un resfriado. Antena 3 emitir¨¢ ma?ana en exclusiva la entrevista con Kampusch, tras haber adquirido los derechos de emisi¨®n. De 20 minutos de duraci¨®n y realizada por el periodista Christoph Feurstein, se ha podido seguir a trav¨¦s de la p¨¢gina de Internet de la ORF (www.orf.at). Su entrevista de esta noche ten¨ªa como objeto evitar el acoso de los fot¨®grafos a la caza de una codiciad¨ªsima exclusiva. La ORF, que dice no haber pagado dinero a la muchacha, va a cederle el dinero derivado de la venta de esos derechos, estimado en 600.000 d¨®lares, seg¨²n otro diario austriaco.
Adem¨¢s de esta charla, la revista austriaca News ha publicado hoy otra entrevista en la que dice: "Siempre pens¨¦ en c¨²al podr¨ªa ser el momento adecuado para huir no pod¨ªa arriesgarme". Sobre su secuestrador dice: "Tuve pensamientos malos. A veces so?¨¦ con decapitarle si hubiese tenido un hacha". "Una y otra vez me preguntaba por qu¨¦ precisamente entre los muchos millones de seres humanos justo a m¨ª ten¨ªa que pasarme esto", explica la joven de 18 a?os, que fue recluida en un "zulo" subterr¨¢neo, debajo del garaje de la casa de su secuestrador, Wolfgang Priklopil, un t¨¦cnico en electr¨®nica que se suicid¨®, con 44 a?os, pocas horas despu¨¦s de la huida de su reh¨¦n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.