Aparece un pendiente de Dietrich extraviado durante 73 a?os
La actriz alemana perdi¨® la joya durante su visita a un parque de atracciones brit¨¢nico en 1934
En pleno apogeo de su estrellato en el Hollywood de los a?os 30, Marlene Dietrich (1901-1992) visit¨® el parque de atracciones Pleasure Beach, en la tur¨ªstica localidad de Blackpool, al sur de Inglaterra. El recibimiento a la estrella fue espectacular. Entre fogonazos de c¨¢maras y nubes de micr¨®fonos, la actriz alemana logr¨® abrirse paso hasta La Osa Mayor, la atracci¨®n m¨¢s ambiciosa de aquella ¨¦poca, una monta?a rusa de vertiginosas curvas e interminables piruetas realizada en robusta madera brit¨¢nica. Ella disfrut¨® junto a otras celebridades del viaje inaugural.
La experiencia fue gratificante para todos los que disfrutaron de ella, Marlene la primera, pero cuando la diva alemana baj¨® del carrito, se retoc¨® el pelo y descubri¨® que, durante el fren¨¦tico recorrido, hab¨ªa perdido uno de sus preciados pendientes de perla. Ella siempre achac¨® a esa visita el extrav¨ªo, y de hecho escribi¨® en repetidas ocasiones a Pleasure Beach para reclamar la devoluci¨®n de la joya. Muy a su pesar, las autoridades del centro nunca encontraron nada. Dietrich muri¨® a los 90 a?os, y lo hizo sin tener nuevas noticias del paradero del pendiente.
Una peluca y dentaduras postizas
Han tenido que pasar 73 a?os para que un empleado del centro tur¨ªstico de Blackpool recuperara lo que parece el preciado tesoro durante las labores de drenaje de un lago artificial situado en lo que fue la base de la monta?a rusa de la que disfrut¨® Dietrich. “Hemos contrastado im¨¢genes de su visita a Pleasure Beach y, ciertamente, parece el pendiente extraviado”, ha dicho una portavoz del parque de atracciones, que no ha ocultado su sorpresa al comprobar el estado casi inmaculado de la perla y del mecanismo met¨¢lico de sujeci¨®n a la oreja. “Ha pasado el test del tiempo de una manera formidable”, ha dicho. Junto a este hallazgo han aparecido otros objetos de valor irrisorio en la actualidad, como una peluca, un sujetador o tres dentaduras postizas -ninguno de ellos reclamado por Dietrich ni por sus leg¨ªtimos due?os, si es que siguen vivos-. “Ha sido muy revelador comprobar lo que la gente pierde cuando se lo est¨¢ pasando bien”, ha bromeado la misma portavoz.
Marie Magdalena -Marlene desde los 11 a?os- Dietrich es una de las creadoras del mito de la "estrella" de cine, una de las actrices que m¨¢s r¨¢pidamente supo fabricarse una imagen y adecuar su vida p¨²blica a ella. La Paramount, que la contrat¨® en 1929 para convertirla en rival de la Greta Garbo de la Metro Goldwyn Mayer, se top¨® con una personalidad que sab¨ªa protegerse de las exigencias de los grandes estudios sin decepcionarlos. Fue la actriz mejor pagada de su ¨¦poca. Dej¨® al mundo boquiabierto con su debut en El ¨¢ngel azul (1929). Y aunque nunca logr¨® hacerse con una de las codiciadas estatuillas de los Oscar, s¨ª estuvo nominada por su papel en Morocco (1930) y obtuvo un gran ¨¦xito con Shangai Express y El Juicio de Nuremberg.
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