El asilo del maltrato sigue abierto

Los ancianos de la residencia privada Juan XXIII de Alcobendas (Madrid), sobre la que pesa una orden de cierre cautelar por parte del Gobierno regional por presuntos tratos vejatorios, han comenzado hoy a abandonar el centro acompa?ados de familiares, mientras la clausura de las instalaciones, decidida ayer, sigue sin hacerse efectiva. Fuentes de la Consejer¨ªa de Servicios Sociales han explicado que "el cierre definitivo" se producir¨¢ "cuando est¨¦ listo el informe" del equipo investigador que recaba informaci¨®n en el centro desde el pasado lunes.

Con la clausura cautelar del centro, la Comunidad de Madrid dijo ayer que pretend¨ªa evitar "posibles situaciones de malos tratos a los mayores y menoscabo de sus derechos". Por ello, y hasta que "se resuelva la situaci¨®n de cada anciano", el centro cuenta "con la supervisi¨®n directa y continuada" de t¨¦cnicos de Servicios Sociales, "tanto mediante visitas como con llamadas telef¨®nicas". "Ayer comenzamos a ponernos en contacto con cada familia y les ayudaremos en todo momento a reubicar a sus mayores", aseguran desde el Gobierno regional.

No les reubicar¨¢n en centros p¨²blicos

"Poco a poco les estamos localizando", afirman desde el departamento auton¨®mico. Aun as¨ª, insisten en que estas familias "eligieron, en su d¨ªa, la v¨ªa privada como mejor alternativa" por lo que, en principio, se descarta la posibilidad de que a los usuarios de la Juan XXIII se les vayan a conceder plazas p¨²blicas de residencia. Asimismo, Servicios Sociales ha querido dejar claro que, hasta la fecha, no ha recibido "queja o denuncia alguna por parte de ning¨²n familiar" y que el centro fue multado en 1993,1998 y 2004, tras la realizaci¨®n de investigaciones de oficio "por insuficiencias de tipo t¨¦cnico y administrativo, pero nunca por supuesto trato vejatorio a los residentes".

El n¨²mero de residentes que han dejado ya el geri¨¢trico "no hab¨ªa sido evaluado" a primera hora de esta tarde por la Consejer¨ªa. Una vecina de la zona estima que, desde que se emiti¨® el programa televisivo que revel¨® la desatenci¨®n que sufr¨ªan los mayores, las visitas de los familiares "han aumentado pero se han llevado a seis o siete solamente". Entre las familias de los afectados hay diversidad de opiniones. As¨ª, Mar¨ªa Luisa Mart¨ªnez, hija de una residente de 82 a?os enferma de Alzheimer, se ha mostrado desconfiada del funcionamiento de la residencia.

Perdi¨® 15 kilos en cuatro meses

"Mi madre ha perdido 15 kilos en cuatro meses y por eso me la llevo", ha declarado Mart¨ªnez, que asegura que "nunca" la dejaron subir a la tercera planta, donde presuntamente los ancianos eran maltratados. As¨ª, esta mujer dice estar "preocupada" desde hace tiempo porque "cada d¨ªa ve¨ªa peor" a su madre, por lo que, tras la emisi¨®n del programa televisivo, no ha dudado en llev¨¢rsela del centro para someterla a un reconocimiento m¨¦dico inmediato.

Por su parte, la hija de una anciana de 94 a?os que reside en el geri¨¢trico Juan XXIII desde hace tres a?os se se ha mostrado "muy disgustada" con la orden de cierre cautelar argumentando que "aqu¨ª no hay ning¨²n problema y todo lo que se ha dicho es mentira". "Mis hermanos y yo venimos a verla todos los d¨ªas y est¨¢ perfectamente en la tercera

planta", a?ade.

De la misma opini¨®n son los familiares de un residente de 76 a?os que han calificado de "subsanables" las presuntas irregularidades que se han cometido en el centro. "Nos han dicho que se trataba de un medicamento caducado que hab¨ªa encima de una mesilla", ha afirmado Santiago Lomas, cuyo hermano es uno de los 52 residentes de la residencia. "De todas formas, no me voy tranquilo y el susto no nos lo quita nadie", ha matizado Lomas.

Los familiares de los ancianos de la residencia clausurada reclaman plazas donde llevar a sus mayores

Trato vejatorio en una residencia