Orden de cierre para el asilo del maltrato

A las dos de la tarde comenzaron a llegar al asilo privado Juan XXIII, en Alcobendas, familiares de algunos de los 65 residentes. Poco a poco. En cuatro horas, no m¨¢s de una docena. "?Ahora qu¨¦ hago con mi madre! Yo tengo mi casa, pero ella tiene 95 a?os y, claro...", se quejaba Jos¨¦ Rodr¨ªguez. Una hora antes, el Gobierno regional hab¨ªa anunciado el cierre cautelar de la residencia despu¨¦s de que un v¨ªdeo emitido en El programa de Ana Rosa, en Tele 5, evidenciara las vejaciones a las que estaban siendo sometidos 20 ancianos en la tercera planta del centro: atados con s¨¢banas a las sillas, sucios, desatendidos y drogados con tranquilizantes.

"Es un centro de exterminio. Les o¨ªas pedir pan y llorar", cuentan los vecinos

"Trataremos de poner las sanciones m¨¢ximas que nos permita la ley, porque lo ocurrido es muy grave", anunci¨® el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio Gonz¨¢lez. Pero la residencia sigue funcionando. La Consejer¨ªa de Asuntos Sociales no precis¨® cu¨¢nto tiempo se puede demorar el cierre. No tienen previsto trasladar a los internos, sino que se han puesto en contacto con las familias para que sean ¨¦stas las que saquen a los ancianos. A las 19.30 de ayer, s¨®lo un matrimonio se hab¨ªa llevado a una residente.

"Ese sitio es un centro de exterminio. Les o¨ªas pedir pan, y llorar. Lloran mucho", asegur¨® una mujer que vive en el bloque que est¨¢ junto al asilo. Otros vecinos del mismo edificio se quejaron de los malos olores. Lo atribuyen a la suciedad. "A los ancianos les dejan al sol en la acera. Les sientan all¨ª, con un cucurucho de papel en la cabeza, durante horas", comentaban en un corrillo varias personas. Otros relataron a Efe que ve¨ªan c¨®mo los trabajadores tend¨ªan al sol pa?ales desechables que reutilizaban. En la residencia, una plaza cuesta de media 1.200 euros al mes.

Fuentes de la polic¨ªa de Alcobendas, a quien los vecinos aseguran que llamaron varias veces desde la inauguraci¨®n, en 1992, del asilo, por "los gritos de angustia" que o¨ªan, negaron haber recibido alguna denuncia de ese tipo. La due?a, Mar¨ªa Antonieta Corradi, ya fue condenada en 1995 por la muerte de una anciana en el incendio de un asilo que dirig¨ªa en 1989. Tambi¨¦n all¨ª se ataba a los residentes.

"El Gobierno regional ha dejado en manos de la iniciativa privada la atenci¨®n de sus mayores. S¨®lo existen 18.200 plazas que dependen de la Comunidad, 7.000 p¨²blicas y el resto concertadas", explic¨® Ana Gonz¨¢lez, la responsable de Asuntos Sociales de CC OO.

La Consejer¨ªa de Asuntos Sociales no supo concretar el n¨²mero de residencias para mayores en la regi¨®n. S¨ª las plazas: 27.700 p¨²blicas. El Imserso, entre privadas y p¨²blicas, asegura que hay unas 44.000: "S¨ª, aproximadamente", reafirm¨® una portavoz de este departamento.

Si los datos no coinciden, tampoco hay acuerdo en lo que parece ser la causa de la situaci¨®n que han podido soportar durante a?os los ancianos de la residencia Juan XXIII. CC OO asegura que hay s¨®lo ocho inspectores para controlar las condiciones en las que viven los 44.000 ancianos residentes en los asilos. Seg¨²n UGT y el PSOE, son nueve. La consejer¨ªa dice que son "25 profesionales" los encargados de las labores de "inspecci¨®n y supervisi¨®n". En todo caso, pocos para el volumen de poblaci¨®n atendida (y por atender). "Estas cosas ocurren porque en la regi¨®n hay una lista de espera en las residencias de unas 20.000 personas y el Gobierno regional, al no atender esa demanda, ha permitido que proliferen las residencias privadas. Con tan pocos inspectores el control anual que establece la ley es casi imposible", dice la responsable de CC OO. Fuentes de la consejer¨ªa contestan: "Al menos se visitan los centros una vez al a?o".

No obstante, la atenci¨®n residencial de las personas mayores sit¨²a a la regi¨®n en un ¨ªndice de cobertura (n¨²mero de plazas por cada 100 personas mayores de 65 a?os) del 5,07%, por detr¨¢s de cuatro comunidades: Castilla y Le¨®n (6,29%), Castilla-La Mancha (6%), Arag¨®n (5,62%) y Navarra (5,66%), seg¨²n datos del Imserso.

La docena de personas que acudieron ayer a la residencia tienen a sus familiares en la primera y segunda planta. Est¨¢n "perfectamente", dec¨ªa la mayor¨ªa. Pero las supuestas vejaciones se producen en la tercera. Las persianas estaban bajadas.

Como un goteo, los familiares entraban y sal¨ªan. "Esperemos que la Comunidad nos diga qu¨¦ tenemos que hacer ahora", dec¨ªan. Otros mostraron su preocupaci¨®n por no tener sitio adonde llevar a sus allegados. Otro afirm¨® que hab¨ªa exigido explicaciones. "Mi prima, que se ha roto la cadera, tiene que regresar del hospital dentro de poco. Pienso venir todos los d¨ªas hasta que me digan qu¨¦ va a pasar".