El hombre que despierta odios y pasiones
Despu¨¦s de 18 a?os en la primera l¨ªnea pol¨ªtica del PP, Zaplana da el salto a la empresa privada
Despu¨¦s de 18 a?os en la primera l¨ªnea pol¨ªtica y de haber despertado tantas pasiones como odios, Eduardo Zaplana ha decidido dar el salto a la empresa privada en un momento de renovaci¨®n del PP y, seg¨²n dice, con la satisfacci¨®n del "deber cumplido" y de no haber cosechado "ning¨²n fracaso relevante".
Nacido en Cartagena (1956), casado y con tres hijos, comenz¨® su ascendente carrera pol¨ªtica hace ya 18 a?os cuando en 1990 Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar le encarg¨® reorganizar el PP valenciano y, un a?o despu¨¦s, fue elegido diputado en las Cortes Valencianas y concejal en el Ayuntamiento de Benidorm. Entre 1991 y 1994 fue alcalde de esta localidad, gracias al voto de la concejala tr¨¢nsfuga socialista Mar¨ªa S¨¢nchez. As¨ª comenz¨® su trayectoria en el Partido Popular -desde 1977 era militante de UCD-, una carrera que hoy abandona para dar el salto a la empresa privada como delegado de Telef¨®nica en Europa.
En tres a?os como alcalde de Benidorm hizo frente a doce querellas, todas archivadas. En abril de 1990 su nombre aparec¨ªa en las cintas del caso Naseiro referido a la presunta financiaci¨®n ilegal del PP, que finalmente el Supremo zanj¨® con la absoluci¨®n de los implicados. Tras ser elegido en 1993 presidente del PP en la Comunidad Valenciana, en noviembre de 1994 dimiti¨® como alcalde para preparar su candidatura a la Presidencia de la Generalitat, puesto al que accede tras ganar las elecciones de 1995 y que revalida cuatro a?os despu¨¦s con mayor¨ªa absoluta.
Carrera en Madrid
Pol¨ªtico de raza, Zaplana da el salto a Madrid en julio de 2002 cuando es nombrado ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, cargo al que suma en 2003 el de Portavoz del Gobierno, meses en los que vive una etapa de desgaste pol¨ªtico por la participaci¨®n de Espa?a en la guerra de Irak y que le granjea su fama de pertenecer al "ala dura" del partido.
Tras encabezar la lista de Valencia en las elecciones generales de 2004, Mariano Rajoy le encarga, tras una derrota inesperada, ser el portavoz parlamentario del PP en el Congreso, una de las tareas "m¨¢s ingratas" y "duras" que ha desempe?ado en su carrera pol¨ªtica, seg¨²n ha reconocido siempre ¨¦l mismo, una etapa en la que debe lidiar con temas tan delicados como Irak y el 11-M.
Despu¨¦s asumir el cargo de portavoz parlamentario, anunci¨® su renuncia a la Presidencia del PP en la Comunidad Valenciana y fue sustituido por Francisco Camps. La intenci¨®n de Zaplana de seguir manteniendo un determinado poder y el de Camps por imped¨ªrselo provocan un fuerte desencuentro entre ambos que llega hasta el d¨ªa de hoy.
Zaplana, casado con Rosa Barcel¨® con quien tiene dos hijas y un hijo, cuenta con grandes amigos en el PSOE, entre ellos Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Jos¨¦ Bono. Despierta pasiones y odios, pero no deja indiferente a nadie. En privado, sus adversarios pol¨ªticos reconocen que es un pol¨ªtico 'de raza', valoran su capacidad de negociar y algunos le llaman "el 'Rubalcaba' del Partido Popular".
El 'coqueto valenciano'
Siente debilidad por "su" tierra valenciana, donde acude cada vez que sus responsabilidades pol¨ªticas se lo permiten, es divertido y ocurrente en las distancias cortas, le hubiera gustado ser futbolista y estuvo a punto de ser piloto del Ej¨¦rcito del Aire, pero tir¨® hacia la pol¨ªtica, sin dejar de lado nunca el deporte.
Va pr¨¢cticamente a diario al gimnasio y ello, junto a su perenne bronceado y a su vestuario, le han dado fama de coqueto, algo que ¨¦l siempre desmiente.
Ahora deja su esca?o en el Congreso para volcarse en la empresa privada, una decisi¨®n en la que le han precedido otros pol¨ªticos como su amigo Jaume Matas, Rodrigo Rato o Josep Piqu¨¦.
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