El calvario en primera persona de una v¨ªctima de 'bullyng'
"No le deseo ni a mi peor enemigo el dolor que sent¨ª", asegura M.B.R, que sufre graves lesiones por el maltrato de sus compa?eras de colegio.- La Generalitat, obligada a indemnizarla con 100.000 euros
M.B.R. sufri¨® una agresi¨®n f¨ªsica en horario escolar en 1999 por la que ahora la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Generalitat la deber¨¢ indemnizar con 100.000 euros, y aunque se mostr¨® "feliz y contenta" por la sentencia, reconoci¨® que su vida "sigue siendo un calvario". En declaraciones a Europa Press Televisi¨®n, la v¨ªctima relat¨® el sufrimiento que padeci¨® cuando, en octubre de 1999, cuatro chicas "muy conflictivas" la empujaron contra la pared en los pasillos del IES J¨²lia Minguell de Badalona (Barcelona) provocando que la cadera izquierda se le saliera del sitio.
"No le deseo ni a mi peor enemigo el dolor que sent¨ª", reconoci¨® esta chica al recordar el momento que cambi¨® su vida "para siempre". Como consecuencia de la agresi¨®n, padece una cojera "de por vida" que precisa una alza compensatoria de un cent¨ªmetro y medio, y sufre el dolor "constante" que le produce la atrofia severa de la musculatura de la pierna. Estuvo m¨¢s de cuatro meses sin poder acudir a las clases con normalidad, por lo que se vio obligada a repetir curso, aunque "lo peor" sucedi¨® el d¨ªa que se reincorpor¨® al instituto y las chicas que la agredieron le pidieron perd¨®n "entre risas", "como si el empuj¨®n que me dieron no tuviese importancia", exclam¨® ella.
Secuelas diez a?os despu¨¦s
Despu¨¦s de casi diez a?os y aunque reconoce que no le queda m¨¢s remedio que acostumbrarse, todav¨ªa se siente acomplejada, y desde los catorce se sigue preguntando si la gente que la mira por la calle se fija en su "defecto".
"No puedo ponerme unas simples sandalias de verano", explic¨® indignada esta chica, ya que a ra¨ªz de la agresi¨®n debe calzar un tipo de zapato que le permita llevar una alza. Adem¨¢s, no puede practicar deporte y los movimientos de la cadera est¨¢n "muy limitados", y andar mucho le provoca dolores durante d¨ªas, por eso, reconoci¨® que "a penas" sale de fiesta con sus amigos. Ahora ve el futuro "con m¨¢s alegr¨ªa" ya que la indemnizaci¨®n le ayudar¨¢ a pagar la hipoteca de su piso, aunque afirm¨® con rotundidad que "cambiar¨ªa el dinero por poder estar perfecta". "La pierna nunca volver¨¢ a recuperarse del todo", concluye.
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