La anciana que par¨® un plan urban¨ªstico en Murcia fallece cuatro meses despu¨¦s de ser desalojada
Violante, de 84 a?os, fue obligada a abandonar su casa en la huerta y realojada en un piso
Cuando el pasado 18 de julio el Ayuntamiento de Murcia derrib¨® la casa de Violante en la huerta para construir una gran avenida, sus familiares no paraban de repetirlo: "No podr¨¢ vivir mucho fuera de la huerta, no soportar¨¢ vivir en un piso". Violante, de 84 a?os, s¨®lo resisti¨® cuatro meses. Ayer falleci¨® en Murcia de "parada cardiorrespitoria, shock s¨¦ptico y fallo multiorg¨¢nico", seg¨²n inform¨® la familia. Sus familiares dicen que falleci¨® de pena, despu¨¦s de luchar durante m¨¢s de un a?o por mantener su casa en la huerta.
Hace un a?o Violante y su marido, Pedro Camacho, de 90 a?os, fueron noticia porque en el ¨²ltimo instante un juez par¨® los planes del Ayuntamiento de Murcia de derribar la vivienda la vivienda en la huerta y realojar al matrimonio en un piso. El juez tom¨® la medida para "paliar las graves consecuencias que para la salud" del matrimonio de ancianos "podr¨ªa conllevar su desalojo y no realojo en condiciones similares". Los ancianos hab¨ªan vivido toda su vida en una casa de la huerta de Murcia, con gallinas, gatos y limoneros y el juez, basado en los informe m¨¦dicos, tem¨ªa por su salud si los mandaban a un piso. Pedro y Violante entend¨ªan que su casa pod¨ªa estorbar, pero ped¨ªan una similar, aunque fuese m¨¢s barata que el piso que les tocaba. El juez impidi¨® el derribo "hasta tanto tenga lugar su realojo provisional en vivienda de similares condiciones en el entorno de la expropiada".
El Ayuntamiento recurri¨® con el argumento de que esas viviendas en al huerta estaban "condenadas a desaparecer". Y gan¨®. El Tribunal superior de Murcia fall¨® el pasado mes de junio que, aunque "el abandono de su vivienda" pod¨ªa "ocasionar perjuicios" a la pareja la vivienda hab¨ªa "sido expropiada y necesariamente deb¨ªan abandonarla".
El pasado 17 de julio, Violante y Pedro dejaron la casa que habitaban desde 1946. Al d¨ªa siguiente la piqueta derrib¨® la vivienda. "Desde entonces ella dec¨ªa que no quer¨ªa vivir as¨ª. Despu¨¦s de toda la vida en la huerta un piso no era bueno para ella y los m¨¦dicos lo hab¨ªan advertido", explica su familia. Hace un mes ingres¨® por primera vez en el hospital y el 10 de noviembre un parte m¨¦dico alerto del deterioro que sufr¨ªa la mujer por el desalojo. Anoche falleci¨® en el hospital. Su familia quiere que se conozca el caso: "Hay muchos huertanos que abandonan su casa porque los expropian y se mueren de pena. Que se sepa que esto ocurre".
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