Confirmada la pena de internamiento psiqui¨¢trico para el homicida del metro
El Tribunal Supremo ratifica la condena de 11 a?os a Jorge Ramos, que empuj¨® a las v¨ªas del suburbano a Miriam Alonso en 2005
El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 11 a?os de internamiento en un centro psiqui¨¢trico penitenciario impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid al joven que empuj¨® a las v¨ªas del Metro en 2005 a Miriam Alonso, que tras este incidente perdi¨® una de las piernas, que tuvo que ser amputada.
As¨ª, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha desestimado los recursos de casaci¨®n presentados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid tanto por parte de la v¨ªctima como por parte del condenado, Jorge Ramos, que qued¨® absuelto penalmente porque se le consider¨® que ten¨ªa una anomal¨ªa ps¨ªquica.
Esquizofrenia paranoide
En su momento, se consider¨® probado que Ramos, que contaba entonces con 25 a?os, sufr¨ªa "una esquizofrenia paranoide acompa?ada en los ¨²ltimos tiempos por delirios en los que viene a imaginar que es hijo de Dios y debe unir a Dios con el mundo cometiendo un grave pecado, como ser¨ªa matar a un ser humano para salvar al mundo y salvarse ¨¦l".
Seg¨²n esta sentencia, estas ideas "delirantes condicionan por completo sus facultades intelectiva y volitiva que quedan absolutamente anuladas". De hecho, en concreto, el 4 de octubre de 2005 este estado mental fue lo que propici¨® que Ramos eligiese a una persona cualquiera, y en el and¨¦n uno de la estaci¨®n de Metro de Carabanchel de la l¨ªnea 5, sobre las 20.00, en el momento en el que entraba el convoy, propinase un "fort¨ªsimo empuj¨®n" a Miriam.
Tras lo sucedido, el joven "sali¨® corriendo de la estaci¨®n y se dirigi¨® al cercano Hospital G¨®mez Ulla", entr¨® en la garita del guardia de seguridad y le dijo "Polic¨ªa, det¨¦ngame, m¨¢teme o p¨¦gueme, porque acabo de empujar a una chica al metro". ?ste qued¨® retenido y el vigilante avis¨® a la Polic¨ªa para que le detuvieran.
Peligro para la seguridad de los dem¨¢s
El Tribunal Supremo ha rechazado los argumentos planteados por la acusaci¨®n en contra de la atenuante de confesi¨®n y que alegaba que lo que pretend¨ªa el acusado no era colaborar con la Justicia confesando a las autoridades la infracci¨®n sino que lo que quer¨ªa era ser castigado "para que Dios le perdonase".
"Cuesti¨®n distinta es el riego que la enfermedad del acusado representa para la seguridad de los dem¨¢s", se?ala el Supremo, por lo que confirma que se tendr¨¢ en cuenta en la concreci¨®n de tiempo de internamiento en un centro psiqui¨¢trico penitenciario sin que esto impida otros internamientos no penitenciarios si la peligrosidad y la enfermedad de Ramos lo hicieran preciso.
Miriam estuvo 179 d¨ªas con las curas de sus heridas, de los cuales 90 estuvo ingresada en el hospital. Entre otras cosas, le amputaron la pierna izquierda a la altura de la pelvis, se fractur¨® el coxis y la nariz, y perdi¨® tambi¨¦n el primer dedo del pie derecho. Adem¨¢s, como consecuencia de la ca¨ªda, le quedaron m¨²ltiples cicatrices en el abdomen, la pelvis y la pierna derecha, aparte de una deformidad en la nariz.
La Audiencia Provincial oblig¨® al condenado a indemnizar a Miriam con 10.740 euros por sus lesiones temporales y a 488.500 euros por secuelas. Adem¨¢s, a los padres les tuvo que indemnizar con 150.000 euros por da?os morales y a la Fraternidad Muprespa con 23.641 por los gastos derivados de las intervenciones quir¨²rgicas a la joven, que en el momento del accidente ten¨ªa 20 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.