La Puerta del Sol se llena de velas para recordar a los ca¨ªdos en Gaza
Cientos de personas se concentran en Madrid por las v¨ªctimas de los ataques israel¨ªes
El llamamiento era claro: una concentraci¨®n pac¨ªfica, con velas, para recordar a los ca¨ªdos en Gaza con lectura de poemas y canciones de apoyo. Hab¨ªa centenares de personas, seg¨²n la organizaci¨®n. Muchas pancartas, muchos pa?uelos palestinos, gente de todo tipo y muy pocos pol¨ªticos: Gaspar Llamazares, ex coordinador de Izquierda Unida, Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE e In¨¦s Saban¨¦s, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid.
Se repitieron las mismas consignas que en la manifestaci¨®n del pasado domingo: "No es una guerra, es terrorismo", "Bush y Obama, basura americana", "?D¨®nde est¨¢ Moratinos cu¨¢ndo matan palestinos?". Tambi¨¦n hubo alg¨²n t¨ªmido grito hacia Hugo Ch¨¢vez, que ha ganado simpat¨ªas en estas manifestaciones tras la expulsi¨®n del embajador de Israel en Venezuela.
La escritora Rosa Reg¨¤s y el periodista Ignacio Escolar han le¨ªdo el manifiesto Gaza: crimen y verg¨¹enza que han suscrito, entre otros, el Premio Nobel de Literatura portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago y los escritores Bel¨¦n Gopegui y Constantino B¨¦rtolo. En ¨¦l se denuncia el fracaso de la diplomacia internacional contra la actuaci¨®n del Gobierno israel¨ª, considerada "un paso m¨¢s en la estrategia de aniquilaci¨®n de la voluntad de resistencia de la poblaci¨®n palestina". Tambi¨¦n se han recitado poemas, como uno de Federico Garc¨ªa Lorca recordado por el escritor irland¨¦s Ian Gibson.
Manifiesto contra la acci¨®n israel¨ª
"No es una guerra, no hay ej¨¦rcitos enfrentados. Es una matanza. No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israel¨ª sino la proximidad de la campa?a electoral lo que desencadena el ataque. No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente, el ej¨¦rcito israel¨ª ha endurecido a¨²n m¨¢s el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mort¨ªferas operaciones, 256 muertos en los seis meses de supuesto alto el fuego, con la c¨ªnica justificaci¨®n de que su objetivo eran miembros de Hamas. ?Acaso ser miembro de Ham¨¢s despoja de condici¨®n humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condici¨®n de asesinato sin m¨¢s?
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso m¨¢s en la estrategia de aniquilaci¨®n de la voluntad de resistencia de la poblaci¨®n palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupaci¨®n en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo ¨²ltimo episodio es la carnicer¨ªa que en estos d¨ªas asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navide?os.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba m¨¢s de complicidad con el ocupante. Y no se trata solo de Estados Unidos, que no es referencia moral ni pol¨ªtica, sino parte, la parte israel¨ª, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambig¨¹edad, hipocres¨ªa, de la diplomacia europea.
Lo m¨¢s escandaloso de lo que est¨¢ pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violaci¨®n continuada de la legalidad internacional, los t¨¦rminos de la Convenci¨®n de Ginebra y las m¨ªnimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. M¨¢s bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCDE. Y qu¨¦ obscenas resultan las frases de algunos pol¨ªticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la v¨ªctima. Qu¨¦ indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se est¨¢ perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetr¨¢ndose ante los ojos del mundo. Y quiz¨¢ dentro de unos a?os alguien se atreva a decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sab¨ªamos".
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