75 a?os protestando con el trasero al aire
El Pato Donald, uno de los personajes m¨¢s caracter¨ªsticos de Disney, celebra hoy su cumplea?os
El temperamental Pato Donald, uno de los personajes m¨¢s populares de Walt Disney, cumple ma?ana 75 a?os plagados de decenas de historias que empujaban al ininteligible ave de look marinero a vivir al borde de un ataque de nervios. El conocido pato hizo su debut el 9 de junio de 1934 como secundario en la historia The Wise Little Hen (ver en YouTube.com), en la que Donald ya mostr¨® su car¨¢cter arisco al dar la espalda a una gallina que necesitaba ayuda para plantar y recolectar grano.
Su singularidad, marcada por una voz solo comprensible para el resto de los personajes Disney, lo llev¨® a protagonizar su primer corto de animaci¨®n en 1937, Don Donald, momento en el que tambi¨¦n se present¨® a la audiencia la que ser¨ªa la eterna novia del quejoso pato, Donna, que pasar¨ªa a denominarse Daisy m¨¢s adelante.
El ¨¦xito de Donald fue tal que en la d¨¦cada de los 40 este ave de pluma blanca y traje azul de primera comuni¨®n ya hab¨ªa encabezado m¨¢s historias que el propio Mickey Mouse. Una trayectoria que le depar¨® cerca de 130 papeles protagonistas y decenas de apariciones en producciones del rat¨®n m¨¢s famoso del mundo y otros compa?eros Disney como Pluto o Goofy.
Un curr¨ªculum que le supuso una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood e imponer su membranosa pata en cemento a la entrada del prestigioso Teatro Chino de la meca del cine, un honor reservado a pocas figuras de la gran pantalla. Donald comenz¨® a traspasar las fronteras angl¨®fonas y se convirti¨® en un fen¨®meno en el mundo hispano en 1942 con Saludos amigos y The Three Caballeros (Los tres caballeros) (1944), dos producciones que compaginaban animaci¨®n con actuaciones reales y que present¨® Disney en Am¨¦rica Latina.
Ambas citas, en las que el pato aparec¨ªa con el loro Joe Carioca, fueron candidatas al Oscar. La estatuilla le llegar¨ªa al tratar la II Guerra Mundial en Der Fuehrer's face (1942), donde Donald so?aba que viv¨ªa bajo el r¨¦gimen nazi y finalmente se despertaba bajo la Estatua de la Libertad aliviado por ser estadounidense. Su terquedad llevar¨ªa al pato a vivir situaciones comprometidas que solucionar¨ªa en la mayor parte de los casos tras aplacar su lado m¨¢s impulsivo.
Los estudios Disney lo definieron como un pato cuya "segunda o tercera intenci¨®n es la buena pero cuando estas emergen ¨¦l ya camina en la direcci¨®n equivocada". "No importa cu¨¢nta humillaci¨®n el mundo le depare, Donald la recibir¨¢ y volver¨¢ a por m¨¢s. Es un perdedor que no abandona. ?l caer¨¢ luchando", se afirma en el portal de internet de los estudios Disney.
T¨ªtulos como Donald's Crime (1945) destacan ese lado oscuro del pato, dispuesto a robar los ahorros de sus sobrinos para pagar una cita con Daisy, si bien la trama termina con el arrepentimiento del ¨¢nade. La buena acogida de Donald se plasmar¨ªa en la creaci¨®n de un c¨®mic propio en 1938 y m¨¢s adelante justificar¨ªa el nacimiento de otros personajes de la familia del palm¨ªpedo.
Daisy tendr¨ªa tres sobrinas, Abril, Mayo y Junio, al igual que Donald ser¨ªa el t¨ªo de Huey, Dewey y Louie, que en espa?ol recibir¨ªan diferentes nombres en funci¨®n del pa¨ªs (Hugo, Paco y Luis; Juanito, Jaimito y Jorgito; Huguito, Dieguito y Luisito). En ese universo de caricaturas debutar¨ªa a finales de los 40 otro cl¨¢sico pato del clan Donald, Scrooge McDuck o Uncle Scrooge, el T¨ªo Rico o T¨ªo Gilito (Rico McPato) en espa?ol, un avaro pariente de Donald inspirado en la novela de Charles Dickens Cuento de Navidad.
La ¨²ltima pel¨ªcula de Donald fue A Goofy Movie y se estren¨® en 1995, 11 a?os despu¨¦s del 50 aniversario del pato, que entonces fue nombrado marine honorario del Ej¨¦rcito de EEUU y lleg¨® a pasar revista a las tropas de El Toro Marine Corps Base en California. Con motivo de los 75 a?os del pato, Disney ha puesto en marcha un concurso internacional para que los seguidores de esta ave plasmen en un dibujo el esp¨ªritu que mejor representa al carism¨¢tico palm¨ªpedo.
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