El Supremo absuelve a un nigeriano por ser el ¨²nico de raza negra en la rueda de reconocimiento
La Audiencia Provincial de Madrid reconoci¨® la irregularidad pero a¨²n as¨ª le conden¨® a diez a?os por violaci¨®n y robo
Poco antes de que amaneciera el 13 de mayo de 2005, en Fuenlabrada (Madrid), un hombre se acerc¨® a una mujer por detr¨¢s, la cogi¨® por el cuello y le puso algo punzante en la espalda. Le dijo que le diera todo lo que llevaba. Despu¨¦s intent¨® bajarle los pantalones vaqueros pero no pudo, as¨ª que la oblig¨® a hacerle una felaci¨®n. El agresor era negro. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, tambi¨¦n de madrugada y tambi¨¦n en Fuenlabrada, un hombre de la misma raza sorprendi¨® por detr¨¢s a otra mujer, la golpe¨® con un punz¨®n o destornillador marr¨®n, le quit¨® todo lo que llevaba y le provoc¨® contusiones en el antebrazo y la cadera.
El mismo d¨ªa de esta segunda agresi¨®n, la polic¨ªa ense?¨® a ambas mujeres fotos de sospechosos de sus ¨¢lbumes. Los agentes de la comisar¨ªa de Fuenlabrada mostraron ocho rostros a las v¨ªctimas y las dos identificaron, con total certeza, uno de ellos: el de un africano de raza negra que fue imputado por agresi¨®n sexual y robo con intimidaci¨®n y puesto a disposici¨®n del juzgado.
Result¨® que el sospechoso no pod¨ªa haber cometido los delitos, as¨ª que la polic¨ªa sigui¨® buscando. El 25 de mayo volvieron a ense?ar fotos a las mujeres. Las dos volvieron a identificar a alguien, muy seguras de su recuerdo. Esta vez el supuesto culpable era Henry Osagiede, un nigeriano que ten¨ªa entonces 20 a?os, una compa?era y una hija. Ya hab¨ªan se?alado, con igual certeza, a dos personas distintas. Las agresiones fueron de madrugada, el hombre las hab¨ªa agarrado por detr¨¢s y les hab¨ªa prohibido que le miraran. Ellas declararon que hab¨ªan podido ver la cara del agresor "en determinados momentos".
Tras la identificaci¨®n fotogr¨¢fica, lleg¨® el reconocimiento en rueda en el juzgado de Fuenlabrada. Se coloc¨® al sospechoso, nigeriano y negro, junto a cuatro latinoamericanos a pesar de la protesta de la abogada de Osagiede. Primero pas¨® una las de las v¨ªctimas. Despu¨¦s, la otra. Cambiaron a los hombres de posici¨®n pero el nigeriano segu¨ªa siendo el ¨²nico negro. Las dos mujeres lo reconocieron "sin ning¨²n g¨¦nero de duda". Ni siquiera llamaron a la rueda a la primera persona que hab¨ªan identificado y que result¨® inocente, para ver si ten¨ªan alguna duda.
No hab¨ªa m¨¢s pruebas que la identificaci¨®n de las v¨ªctimas. El arma no se encontr¨®. En el coche de Osagiede hab¨ªa un destornillador, pero, ni era marr¨®n, ni, sobre todo, nadie lo pidi¨® como prueba. Ni siquiera el fiscal, que sosten¨ªa que hab¨ªa sido el arma de las agresiones, solicit¨® que se examinara y se uniera al procedimiento.
La Audiencia Provincial de Madrid lo conden¨®, el 24 de julio de 2008 a 10 a?os de c¨¢rcel por un delito de agresi¨®n sexual y dos de robo con intimidaci¨®n y al pago de m¨¢s de 30.000 euros por los da?os materiales y morales causados a las v¨ªctimas. Los magistrados admiten que hab¨ªa habido irregularidades en las ruedas de reconocimiento y que no hab¨ªa m¨¢s pruebas. A¨²n as¨ª, sostienen que aunque las ruedas debieron hacerse "con m¨¢s rigor", esto no permite "cuestionar la autor¨ªa del acusado". ?Por qu¨¦? Porque la identificaci¨®n hab¨ªa sido "clara" y, sobre todo, por la "falsedad de los descargos ofrecidos por el acusado". Es decir, Osagiede no hab¨ªa probado su inocencia. El problema es que ning¨²n acusado tiene que hacerlo.
Los magistrados de la Audiencia se?alan que el acusado hab¨ªa dicho que estaba fuera de Madrid los d¨ªas de las agresiones, y que hab¨ªa aportado como prueba un pasaporte que result¨® ser falso. Hacen hincapi¨¦ tambi¨¦n en que sus declaraciones, y las de su compa?era, eran contradictorias. Dicen que us¨® "una t¨¢ctica propia de las personas que mienten".
El Supremo no est¨¢ de acuerdo con la Audiencia. Ha absuelto a Osagiede. Dice que la rueda de reconocimiento "no fue correcta" y que se debe ser "muy riguroso" con el protocolo del art¨ªculo 369 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que exige que los miembros de la rueda se parezcan, porque lo contrario puede provocar un error judicial. Tras invalidar esta prueba, el Alto Tribunal se?ala que, como "no le corresponde al imputado acreditar su inocencia", procede la absoluci¨®n.
Osagiede est¨¢ en prisi¨®n. Aparte de estas dos condenas, ten¨ªa otra, de un juzgado de M¨®stoles, por hechos similares cometidos el 19 y el 21 de mayo de 2005. Es de esperar que en esos casos la identificaci¨®n fuera correcta. M¨¢s del 75% de las condenas a inocentes se debe a errores de las v¨ªctimas y testigos al identificar a sospechosos, seg¨²n la ONG estadounidense Proyecto Inocencia.
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