El asesino confeso de Laura Alonso no sabe si muri¨® asfixiada o desnucada

La joven orensana Laura Alonso fue v¨ªctima de la violencia machista, aunque la declaraci¨®n de su ex novio y vecino, el mec¨¢nico Javier Cruz, de 32 a?os, es imprecisa. Cruz no ha revelado con exactitud de qu¨¦ forma provoc¨® la muerte a la joven. Acab¨® con su vida la madrugada del 25 de agosto en el interior de su coche, un Audi A3, en el que ambos acabaron manteniendo una fuerte discusi¨®n.

Aunque los investigadores mantienen la hip¨®tesis de que pudo haber muerto asfixiada, el detenido deja entrever que pudo haberla desnucado. "Es un crimen pasional, violencia machista, de eso no cabe duda", sostienen fuentes de la investigaci¨®n, que esperan s¨®lo el resultado definitivo de la autopsia para conocer el modo en el que se produjo la muerte de la joven a manos de su ex pareja. El informe preliminar no es concluyente y s¨®lo una anal¨ªtica muy concreta, que realiza el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, permitir¨¢ saber con exactitud lo ocurrido.

Una relaci¨®n secreta

Del testimonio de Javier Cruz se desprende que Laura Alonso se cit¨® con ¨¦l la noche del lunes 25 de agosto, tras despedirse de sus amigos y de su actual novio en la cafeter¨ªa de la localidad pr¨®xima de A Valenz¨¢, pasada la una de la madrugada. Pese a que ambos ten¨ªan en ese momento otras relaciones estables, continuaban vi¨¦ndose con asiduidad. Las amigas de Laura aseguran que la joven estaba "enganchada" a su relaci¨®n con Cruz aunque cuando no estaba con ¨¦l "se la ve¨ªa mucho m¨¢s alegre".

Aquella noche, Laura volvi¨® al encuentro de su ex novio. A su relaci¨®n oculta. Para no levantar sospechas envi¨® un mensaje de m¨®vil a su pareja actual, un joven de 21 a?os con el que apenas llevaba saliendo cinco meses, comunic¨¢ndole que hab¨ªa llegado a casa. Pero s¨®lo estaba en su pueblo, a punto de encontrarse con su presunto homicida. Seg¨²n la confesi¨®n de ¨¦ste, cuando recibi¨® la llamada de su ex novia se encontraba ya en la cama, en su domicilio familiar de To¨¦n, y se levant¨® para salir a su encuentro. Al llegar al pueblo Laura aparc¨® su coche, esper¨® y subi¨® al Audi de su presunto agresor.

Cruz sostiene que tras mantener una acalorada discusi¨®n, la joven le escupi¨® en la cara, forcejearon y ¨¦l tir¨® de un jersey que ella llevaba sobre los hombros. Asegura que en ese momento "oy¨® un ruido" como un golpe y cree que entonces ella se qued¨® sin respiraci¨®n. La agarr¨® entonces por el cuello. El homicida confeso "no sabe" cu¨¢l de sus dos reacciones provocaron la muerte de Laura. A partir de ese momento intent¨® deshacerse de las pruebas. Las citas de sus encuentros, que dejaban constancia de su oculta relaci¨®n, estaban registradas en sus m¨®viles, por lo que decidi¨® quitarle la tarjeta al tel¨¦fono que llevaba Laura sin saber que ¨¦sta guardaba en su casa otro que dedicaba exclusivamente para comunicarse con ¨¦l.

La coartada del asesino

El mec¨¢nico sostiene que, tras abandonar el cad¨¢ver en un cortafuegos, se subi¨® al coche de Laura, guard¨® en el bolso de ¨¦sta el calzado y una prenda de ropa interior de la joven y condujo el veh¨ªculo hasta una pista. Regres¨® al suyo y fue tirando por el camino, junto con la carcasa del m¨®vil, la cazadora y el bolso de la joven, que aparecieron en los d¨ªas posteriores en puntos distintos. El homicida confeso de Laura Alonso se aferr¨® hasta el lunes en negar su implicaci¨®n en la muerte de la joven. Ten¨ªa coartada.

Su padre, una persona muy conocida en el pueblo (es propietario de un negocio en el municipio de To¨¦n y concejal en ese mismo ayuntamiento) y con buena relaci¨®n con la familia de Laura, defendi¨® siempre la inocencia de su hijo e incluso lleg¨® a amenazar con demandar a quien insinuara lo contrario. En su declaraci¨®n ante la polic¨ªa judicial mantuvo siempre la misma versi¨®n: cuando el domingo por la noche ¨¦l y su mujer se fueron a la cama su hijo quedaba en casa. Por la ma?ana, cuando se despertaron, segu¨ªa estando ah¨ª. Los investigadores no le restan credibilidad: quiz¨¢ el matrimonio no se percat¨® de la salida y la posterior entrada a casa, avanzada ya la madrugada, de su hijo.

Javier Cruz mostr¨® una gran sangre fr¨ªa mientras dur¨® el v¨ªa crucis de la b¨²squeda del cuerpo de Laura -asegura que estuvo en una playa de Sanxenxo el fin de semana- y se mantuvo firme durante su retenci¨®n en la Comandancia de la Guardia Civil. S¨®lo se vino abajo y accedi¨® a confesar cuando le comunicaron que registrar¨ªan en presencia de sus padres y de las televisiones el domicilio familiar. Su ingreso en prisi¨®n tampoco ha hecho mella en ¨¦l hasta el momento. Fuentes de la c¨¢rcel orensana de Pereiro de Aguiar sostienen que ha pasado su primer d¨ªa entero, "como un preso com¨²n cualquiera", aunque "como todos los reci¨¦n llegados", un tanto despistado. De momento permanece en un m¨®dulo preventivo, pero la direcci¨®n del centro penitenciario est¨¢ valorando la posibilidad de aislarlo, considerando la "alarma social" generada y las peculiaridades del supuesto crimen.