Confirman las penas por el crimen de Ripollet y rebajan la indemnizaci¨®n
La sentencia estima s¨®lo parcialmente el recurso presentado por los menores y ratifica las condenas de los dos autores del asesinato de Maores
La Audiencia de Barcelona ha confirmado la condena de hasta cinco a?os de internamiento a los dos menores que el a?o pasado asesinaron a su compa?era de clase en Ripollet (Barcelona), pero ha rebajado a 407.096 euros la indemnizaci¨®n por el crimen, que deber¨¢n pagar los padres de los procesados. Los dos menores fueron condenados por el asesinato, el 1 de noviembre de 2008, de una compa?era de clase, Mar¨ªa Dolores, conocida como Maores, de 14 a?os, que muri¨® a golpes y degollada en un descampado de Ripollet.
La sentencia estima s¨®lo parcialmente el recurso presentado por los menores y ratifica la condena de cinco a?os de internamiento y tres de libertad vigilada al autor material del crimen, Sergio, de 15 a?os; y de cuatro a?os y nueve meses de internamiento, y tres de libertad vigilada, para Luis, de 14, como cooperador necesario. La secci¨®n tercera de la Audiencia de Barcelona, no obstante, ha rebajado a 407.096 euros la indemnizaci¨®n de 525.000 euros a los padres de la v¨ªctima que el juez de menores impuso en su sentencia, pese a reconocer que esa suma no podr¨¢ resarcir el sufrimiento de la familia ante las "dram¨¢ticas y crueles" circunstancias del crimen y el "menosprecio" mostrado por los menores.
Pagan los padres
Tal y como estableci¨® el juez de menores, esa cantidad deber¨¢ ser pagada conjuntamente por los padres de ambos condenados como responsables civiles del crimen, ya que la Audiencia de Barcelona ha desestimado el argumento esgrimido por la defensa de Luis de que sus progenitores no fueron negligentes en la educaci¨®n del chico. Para el tribunal, en este caso "no nos encontramos ¨²nicamente ante una falta de control de las salidas del menor", y concretamente de la noche en que sucedi¨® el crimen, sino que los progenitores han favorecido la conducta delictiva del chico "con su escasa o nula implicaci¨®n en su educaci¨®n".
Seg¨²n recuerda la sentencia, los padres de Luis, que est¨¢n separados, "presentan valores y pautas educativas muy deficitarias hacia sus hijos, centr¨¢ndose en su problem¨¢tica de pareja y pudiendo utilizar a sus propios hijos para enviarse mensajes amenazantes y cargados de hostilidad".
El fallo refiere tambi¨¦n que el padre de Luis tiene una mentalidad tradicional e intenta delegar la carga familiar en su ex mujer y sus responsabilidades educativas en los profesores, mientras que la madre es "extremadamente permisiva, con dificultad para establecer l¨ªmites y pautas educativas, con tendencia a satisfacer sus propias necesidades".
Precisamente, el juzgado que conden¨® a los menores por el asesinato ejecut¨® la semana pasada el embargo del sueldo y el piso de los padres de Sergio y Luis, para garantizar que hicieran frente a la responsabilidad civil, pese a que la sentencia todav¨ªa no era firme. Respecto a la condena por asesinato con alevos¨ªa y ensa?amiento, la sala tercera de la Audiencia ha descartado, como hiciera el juez de menores, el argumento de que el autor material del crimen sufra un trastorno mental, por considerar, a la luz de las periciales, que su personalidad impulsiva y fr¨ªa no supuso una disminuci¨®n de sus facultades.
Palo y 'chat'
Para confirmar la condena a Luis por asesinato, la sala razona que su participaci¨®n en el crimen se deduce tanto de la declaraci¨®n de Sergio, que explic¨® que su amigo le hab¨ªa pasado el palo con el que apale¨® a Maores, como de las conversaciones mantenidas por ambos acusados en un chat tras el asesinato. En esas conversaciones, recalca la Audiencia de Barcelona, Luis "se r¨ªe de la situaci¨®n, se burla de la v¨ªctima y de su familia, se preocupa por el hecho de que el palo se haya quedado en el lugar y hasta sugiere coartadas para no ser pillados".
Los dos condenados, que estuvieron en prisi¨®n preventiva los nueve meses que la ley prev¨¦ como m¨¢ximo para los menores de edad, estaban actualmente en libertad viviendo con sus padres a la espera de la firmeza de la sentencia, aunque con algunas medidas de control que pactaron la fiscal¨ªa y sus defensas.
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