Camps no est¨¢ loco

El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, acosado por graves sospechas de corrupci¨®n en su propia casa, en el Gobierno que preside y en el partido donde manda, ha dirigido hoy a la oposici¨®n una invectiva ins¨®lita en el parlamentarismo espa?ol. Sin mirar a su interlocutor, el portavoz socialista, ?ngel Luna; con los ojos perdidos por el sal¨®n de plenos, bailando nervioso sobre la tribuna, ha soltado: "A usted le encantar¨ªa coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la ma?ana aparecer yo boca abajo en una cuneta".

Camps ten¨ªa el tiempo tasado para su intervenci¨®n, as¨ª que su reflexi¨®n en 24 palabras merece aqu¨ª una interpretaci¨®n que suena abracadabrante: el presidente valenciano cree que el portavoz socialista quiere secuestrarle y matarle.

Camps ha llegado a esa conclusi¨®n tras varios meses de calvario en el que una investigaci¨®n judicial, abierta a ra¨ªz de la denuncia de un ex concejal del PP, ha destapado todo tipo de conductas corruptas en la Comunidad Valenciana cuyo centro de gravedad toca de lleno al presidente auton¨®mico.

Como los socialistas preguntan cada semana por las corruptelas y han denunciado las mismas ante los tribunales de Justicia, el presidente entiende que quieren matarle. En el camino hay m¨¢s personas que, seg¨²n el pensamiento de Camps, deben tener las mismas intenciones que Luna por las cosas que han hecho en los ¨²ltimos meses. Desde el juez Baltasar Garz¨®n, que encontr¨® indicios suficientes de cohecho impropio en la actuaci¨®n de Camps; hasta la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, que le implic¨® en la trama corrupta que dirig¨ªa Francisco Correa; pasando por el juez conservador Jos¨¦ Flors, que instruy¨® la causa en Valencia y entendi¨® que hab¨ªa suficientes pruebas del supuesto delito como para sentar al presidente valenciano en un banquillo. ?Todos quieren coger una camioneta, conducir de madrugada hacia la casa de Camps y, por la ma?ana, verle aparecer boca abajo en una cuneta?

Y si el Tribunal Supremo estima el recurso de la Fiscal¨ªa para sentar en el banquillo a Camps, ?pensar¨¢ el presidente valenciano que los expertos magistrados de Madrid pertenecen tambi¨¦n a la cuadrilla que integran el socialista Luna y los jueces y fiscales que le han puesto en la picota por sus devaneos con la red corrupta?

Camps recibi¨® una ovaci¨®n de los suyos cuando hizo p¨²blica su escalofriante reflexi¨®n. Luna, el supuesto interesado en ver al presidente valenciano boca abajo en una cuneta, sugiri¨® que quien as¨ª le atacaba hab¨ªa pasado del estado de enajenaci¨®n pol¨ªtica al de enajenaci¨®n mental.

Pero Camps no est¨¢ loco, simplemente huye hacia delante para no volver la vista atr¨¢s. El pasado le persigue tan de cerca que un d¨ªa le alcanzar¨¢. Y entonces, Camps no tendr¨¢ m¨¢s remedio que mirarlo a la cara y se asustar¨¢.