Agresi¨®n mortal en el F¨°rum

Daniel Katz, empleado de mantenimiento de un lujoso hotel de Barcelona, muri¨® el pasado 24 de septiembre tras recibir un pu?etazo y caer fulminado al suelo. El trabajador, de 52 a?os, se vio envuelto en una disputa absurda: un grupo de j¨®venes trat¨® de acceder a los lavabos del establecimiento y los recepcionistas lo impidieron. Uno de esos chicos, Marc R. V., se entreg¨® a los Mossos d'Esquadra al creerse responsable de la muerte del operario. Pero el joven, que permanece en libertad con cargos acusado de homicidio imprudente, sostiene que no fue el autor del golpe mortal.

Las im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de videovigilancia, a las que ha tenido acceso EL PA?S, muestran la secuencia de los hechos. En el v¨ªdeo se observa c¨®mo Marc, que viste una camiseta gris clara, pasea por la explanada del F¨°rum. Le acompa?a un menor de edad con camiseta oscura y sin mangas, que tambi¨¦n se entreg¨® a la polic¨ªa y est¨¢ imputado por los mismos hechos. Son las 3.38 horas de la madrugada y la zona est¨¢ abarrotada de chavales porque, poco antes, se ha celebrado all¨ª un concierto multitudinario.

El menor, a la izquierda de la pantalla, hace una se?al a su amigo indic¨¢ndole que espere un momento, que va a orinar en la calle. Marc, en cambio, le indica que le siga. Ambos entran en el hotel AC Barcelona seguidos por dos chicos y una chica que tambi¨¦n van con ellos. Los j¨®venes bromean y caminan de forma desenfadada hacia los lavabos. En su recorrido dirigen unas palabras a los recepcionistas. Uno de ellos, Fernando, les advierte de que no deben estar all¨ª.

Los j¨®venes hacen caso omiso y se produce el primer cara a cara. Marc trata de regatear a Fernando, pero ¨¦ste le coge por los hombros y le empuja hacia la salida. El joven se zafa de un brinco se pone en posici¨®n de pelea. La tensi¨®n va en aumento. Fernando persigue al chaval, ¨¦ste le propina una bofetada y huye a toda prisa del hotel.

La cosa podr¨ªa haber quedado ah¨ª de no ser por la tr¨¢gica intervenci¨®n de Katz. El hombre aparece ya en las im¨¢genes anteriores. Viste de negro y porta un objeto cil¨ªndrico en la mano. Est¨¢ junto a una chica, su hija, que tambi¨¦n hab¨ªa asistido al concierto y decidi¨® hacer una visita a su padre. Tras observar el enfrentamiento a prop¨®sito del uso del servicio, Katz se suma a los recepcionistas para poner orden. Y persigue a Marc hasta la calle cuando ¨¦ste pega a Fernando. La c¨¢mara que enfoca a la puerta del hotel muestra c¨®mo Marc sale en primer lugar y se lleva la mano a la cabeza.

"Entendemos que el se?or Katz le propina un golpe con la linterna, por eso se toca la cabeza dolorido", argumenta Javier Bustos, del bufete Bustos abogados, que lleva la defensa del chico. El fallecido, en cualquier caso, sale del hotel justo detr¨¢s del joven y le recrimina su actitud. El joven permanece con su actitud y propina un golpe con la mano izquierda a la mejilla derecha de Katz. Bustos opina que ese dato tambi¨¦n juega a favor de su cliente, ya que el m¨¦dico forense indica, en las conclusiones de la autopsia, que el golpe que caus¨® las lesiones se produjo "en la parte izquierda de la cabeza" debido a "un impacto de alta velocidad".

La libreta de Katz salta por los aires a consecuencia del golpe. El hombre, sin embargo, sigue en pie: ese pu?etazo no es el que le derriba. Persigue a Marc con dudas. Fernando aparece en escena, recibe otro pu?etazo del joven y se desequilibra. A partir de ah¨ª, por la lejan¨ªa de la escena, las im¨¢genes no son suficientemente claras para determinar qui¨¦n es el autor del pu?etazo. De hecho, el informe elaborado por la divisi¨®n de polic¨ªa cient¨ªfica de los Mossos no es concluyente en ese sentido. Lo ¨²nico que se aprecia es c¨®mo un hombre vestido de negro (Katz) cae al suelo tras recibir un pu?etazo.

Seg¨²n las declaraciones de Fernando ante el juzgado, el autor de esa agresi¨®n mortal fue "un chico de camiseta negra, cabello rubio y ojos claros, que posiblemente ten¨ªa un tatuaje en el cuello". El recepcionista tambi¨¦n identifica "al chico de gris" (o sea a Marc) como el joven que le peg¨® a ¨¦l. Dos de los amigos, sin embargo, declararon en el juzgado y con presencia de su abogado que fue Marc quien dio el golpe definitivo. Debido a su testimonio, y aunque las im¨¢genes no son concluyentes, los mossos se inclinan ahora por pensar que Marc pudo ser el autor del homicidio. El caso, sin embargo, sigue abierto.

Agresi¨®n mortal en el F¨°rum de Barcelona