El misterioso robo de los 41 cubos de basura
Un indigente acumul¨® 233 contenedores en un solar de centro en 2008 y 41 este a?o
El misterioso ladr¨®n de cubos de basura lleg¨® en agosto, de un d¨ªa para otro, y se instal¨® en un solar vac¨ªo en pleno centro de Madrid. Convirti¨® el n¨²mero 17 de la calle de San Pedro, en el barrio de Huertas, en su casa. Sin techo, pero con muros, y una puerta de acceso desde la calle, a la vista de los vecinos que observaban su 'morada' desde lo alto, como una ratonera. Ellos lo llamaban Paco y la mayor¨ªa lo descubri¨® por su despertador. A¨²n era verano y, por las ventanas abiertas, se colaba el sonido de su alarma. Siempre a las siete de la ma?ana, como si tuviera horario fijo.
"Lo primero que trajo fue un sof¨¢ desvencijado. Sobre ¨¦l se echaba a dormir", cuenta Gloria, una vecina cuyos balcones vierten al solar. Despu¨¦s del sof¨¢, apareci¨® una silla, de la que colgaba corbatas. Luego se hizo una alfombra con un pl¨¢stico negro de obra. Empez¨® a reunir objetos. A hacerse un hogar. "Tra¨ªa todo tipo de trastos. Maletas, libros, muebles, discos... Y utilizaba los cubos de basura de la calle para transportarlos". He ah¨ª el misterio: llenaba los cubos y los arrastraba hasta el solar. Pero no los devolv¨ªa. Se los quedaba. Los ten¨ªa de todos los colores. Y tama?os. No s¨®lo cubos, sino contenedores m¨¢s grandes. En octubre, se contaban ya una docena, al menos. Cuando los servicios municipales limpiaron ayer el solar, despu¨¦s de las insistentes quejas y denuncias de los vecinos, retiraron 41 contenedores, seg¨²n ha publicado EFE esta ma?ana. Casi un 20% de todos los contenedores robados este a?o en la ciudad.
La polic¨ªa municipal y efectivos del Samur Social han estado acudiendo regularmente al solar en el que se hab¨ªa instalado Paco. Pero era poco lo que pod¨ªan hacer, seg¨²n contaron 'in situ', hace un par de meses, los servicios sociales del Ayuntamiento: sin una denuncia del due?o del terreno no ser¨ªa posible expulsar al nuevo 'inquilino'. Y el due?o, al parecer, se encontraba desde hace tiempo viviendo en el extranjero.
Paco iba y ven¨ªa a su aire. Y armaba un jaleo insoportable, cuenta Gloria, la vecina: "De pronto, sacaba sus trastos fuera, a la calle, y ordenaba como pod¨ªa su patio". La basura lo desbordaba. Para cerrar su casa, colocaba unos cubos y una valla de obra en la abertura de acceso desde la calle. Hace un par de semanas, coloc¨® incluso una cortinilla en esa 'puerta', para preservar su intimidad.
Uno de los rifirrafes m¨¢s enconados se produjo a mediados de octubre, cuando los d¨ªas se empezaron a hacer m¨¢s cortos. Paco encendi¨® una noche velas en el solar. Una vecina se asom¨® a la corrala contigua y comenz¨® a gritar si estaba loco, que lo iba a quemar todo. El tipo, cuenta la vecina, se fue volviendo poco a poco m¨¢s agresivo.
Los efectivos del ayuntamiento vaciaron el solar ayer por la ma?ana, seg¨²n ha contado hoy la delegada de Medio ambiente, Ana Botella. Llenaron "varios camiones" con los objetos que hab¨ªa acumulado. Y sellaron la entrada. Gloria, la vecina, dice que volvi¨® a ver a Paco ayer por la noche, a eso de las 10. La puerta estaba cerrada. Discuti¨® con uno de los vecinos a la entrada de su antigua guarida. Y se esfum¨® en la noche.
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