133 pol¨ªticos franceses piden a los catalanes que no proh¨ªban los toros
Los defensores de los animales entregan 127.500 firmas m¨¢s contra las corridas
En la p¨¢gina de Internet de la plataforma Prou!, impulsora de la iniciativa legislativa popular presentada ante el Parlament para prohibir las corridas de toros, hay un reloj que cuenta los d¨ªas, horas, minutos y segundos que faltan para la votaci¨®n, prevista para el viernes a las diez de la ma?ana. La expectaci¨®n es m¨¢xima ante una votaci¨®n en la que los dos grupos mayoritarios de la C¨¢mara, Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) y el Partit dels Socialistes (PSC), dar¨¢n libertad de voto a sus diputados. En ambas filas hay partidarios de los toros, antitaurinos e indiferentes que son contrarios a prohibir. De ellos depender¨¢ que la ILP prospere y se debata o se quede en un proyecto.
El tiempo se agota y los lobbies de uno y otro lado est¨¢n apurando hasta el ¨²ltimo minuto. La Asociaci¨®n de Defensa de los Derechos de los Animales entregar¨¢ hoy 127.500 nuevas firmas contra las corridas toros en el Parlament. Del lado de los taurinos, un grupo de 133 pol¨ªticos franceses, la mayor¨ªa del sur del pa¨ªs, han enviado una carta a los 135 diputados de la C¨¢mara catalana en la que ?"sin ¨¢nimo de meternos donde no nos llaman", dicen? les instan a "preservar los valores de libertad individual, de contraste de opiniones y de respeto a los gustos, aficiones y tradiciones culturales de cada uno". "A nosotros nos gustar¨ªa que rechazaran esta prohibici¨®n", concluyen.
Los pol¨ªticos, entre los que figuran el presidente del Consejo General de los Pirineos Orientales, los 42 alcaldes de las ciudades taurinas del sur de Francia, 22 senadores y 68 diputados, recuerdan en su texto que en su pa¨ªs las corridas ?con muerte del toro, como en Espa?a? est¨¢n permitidas "en las zonas de tradici¨®n taurina ininterrumpida". "Es el caso del sur de Francia, donde en muchas localidades los toros representan uno de los espect¨¢culos m¨¢s multitudinarios del calendario festivo y una de las manifestaciones de catalanidad m¨¢s importantes, junto al rugby", precisan.
La carta, que los diputados del Parlament recibir¨¢n a partir de hoy, destaca que "el Estado no debe erigirse en tutor de los ciudadanos imponiendo tradciones o prohibiciones". "La norma debe ser el respeto a la diferencia y a la voluntad individual", dicen. Y a?aden: "Si los toros dejan de gustar a una sociedad, se dejar¨¢n de organizar corridas y desaparecer¨¢n de forma natural". Este argumento, entre otros, es justo el que defienden la Federaci¨®n de Entidades Taurinas y la Plataforma en Defensa de la Fiesta. Apelando, como la carta de los pol¨ªticos franceses, a la libertad individual y al respeto a la fiesta, las dos agrupaciones presentar¨¢n este mi¨¦rcoles un manifiesto titulado Por la libertad, al que, aseguran, se han adherido ilustres antitaurinos que no ven bien la prohibici¨®n.
Incline o no la balanza la carta de los diputados, la presi¨®n de los protaurinos o la que est¨¢n ejerciendo tambi¨¦n los impulsores de la prohibici¨®n y los colectivos de defensa de los animales, los que afrontan una papeleta m¨¢s complicada son los dos diputados que hablar¨¢n en nombre de los grupos de CiU y el PSC.
El convergente Josep Rull es contrario a los toros, pero deber¨¢ explicar las distintas sensibilidades que hay en su grupo: "Los contrarios a prohibir, los que consideran las corridas una expresi¨®n cultural que preservar y los que se apoyan en la defensa de los animales". En las filas de CiU hay, adem¨¢s, diputados de Tarragona partidarios de los correbous que temen que si se comienza prohibiendo las corridas se acabe vetando tambi¨¦n una fiesta popular que es sagrada en algunos pueblos de las comarcas del Ebro.
Por los socialistas subir¨¢ al estrado el diputado David P¨¦rez, reconocid¨ªsimo partidario de la fiesta. Es menos expl¨ªcito que Rull a la hora de adelantar qu¨¦ dir¨¢: "Intentar¨¦ explicar el marco general de las dos posturas, con los argumentos que hay en una direcci¨®n y en otra, adem¨¢s de un buen n¨²mero de diputados que no son partidarios de prohibir".
Canarias vet¨® las corridas
Canarias prohibi¨® las corridas de toros en 1991. Es la ¨²nica comunidad aut¨®noma espa?ola donde se ha prohibido la fiesta, pero fue casi de carambola. A finales de la d¨¦cada de los ochenta, el entonces diputado de Coalici¨®n Canaria, hoy en el Partido Popular, Miguel Cabrera P¨¦rez-Camacho, impuls¨® y defendi¨® la Ley de Protecci¨®n de los Animales. Cabrera persegu¨ªa en realidad acabar con las peleas de gallos, muy populares en zonas rurales de la isla de La Palma, Tenerife y Gran Canaria. Pero, convencido defensor de los animales desde chico, incluy¨® en el texto la prohibici¨®n de la lucha de perros, el tiro de pich¨®n y los toros.
En las islas no se celebraba una corrida desde hac¨ªa casi una d¨¦cada. De ah¨ª que la prohibici¨®n de matar toros de lidia no suscitara ni el m¨¢s m¨ªnimo debate. "Pas¨® sin m¨¢s", recuerda el diputado en conversaci¨®n telef¨®nica. "Pero no pudimos con las peleas de gallos y con las galleras \[as¨ª se llaman los clubes\][LOS CLUBES]. Son pocos, pero fuertes, y hay muchos intereses, sobre todo en las apuestas", a?ade.
Dimisi¨®n del impulsor
"Tal es el arraigo que hasta mi propio grupo se abstuvo. Yo dimit¨ª ah¨ª mismo, en el hemiciclo", lamenta. Cabrera permaneci¨® un buen tiempo apartado de la pol¨ªtica y de aquello s¨®lo celebra que la nueva ley regulariz¨® algunos aspectos de las peleas de gallos, como el acceso de menores y el veto a las subvenciones.
Cabrera considera las peleas de gallos "una salvajada propia del Tercer Mundo. Con los a?os han adquirido cierto descr¨¦dito social y se considera una pr¨¢ctica de campo, propia de gente poco sensible al sufrimiento animal". Respecto a los toros y la iniciativa legislativa popular en Catalu?a, el diputado popular sabe que sus hom¨®logos en la C¨¢mara catalana votar¨¢n para que la prohibici¨®n no siga adelante. "S¨¦ que apoyan los toros, pero no he hablado con ellos, porque me voy a enfadar. Aunque estoy seguro de que mucha gente no se identifica con la fiesta. S¨¦ que estoy en minor¨ªa", concluye.
Lo que desconoce este veterano diputado canario es que la prohibici¨®n de los toros en el archipi¨¦lago es un argumento que en Catalu?a utilizan tanto los pro como los antitaurinos. Los animalistas celebran que otra comunidad los haya prohibido. Y los taurinos replican que s¨ª, que se prohibieron, pero cuando ya no se celebraban corridas.
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