Lo mejor de todo es lo mal que se va a poner
Una docena de elecciones estatales se a?aden en M¨¦xico al c¨®ctel de inestabilidad donde se conjugan la crisis econ¨®mica y la inseguridad
Este a?o cierra en M¨¦xico bastante peor de lo que comenz¨®. Hace un a?o cre¨ªamos -porque as¨ª nos lo dijo el gobierno-, que la crisis financiera en el mundo le pertenec¨ªa al mundo porque nosotros ¨¦ramos una isla aislada del mundo. Descubrimos que no y, peor a¨²n, que nuestra isla no ten¨ªa suficientes bases y se cay¨® el Producto Interno Bruto un 8,2%, la peor cifra en Am¨¦rica Latina. Luego del contagio financiero, como si fuera justicia po¨¦tica, contagiamos al mundo con el virus AH1N1. Pero ah¨ª no qued¨®.
Nuestros gobernantes comenzaron una carrera para demostrar qui¨¦n estaba m¨¢s preocupado por la salud de los mexicanos. Cuando el gobierno del presidente Felipe Calder¨®n cerr¨® escuelas, el gobierno del Distrito Federal que encabeza Marcelo Ebrard, de un partido que es opositor beligerante del que se encuentra en el poder federal, suspendi¨® la actividad productiva en la capital -aunque nunca el transporte p¨²blico, presuntamente un foco de infecci¨®n principal-. Calder¨®n no se qued¨® atr¨¢s y suspendi¨® toda la actividad productiva en el pa¨ªs. Los cubre bocas se convirtieron en un objeto de moda mexicano, aunque para efectos de evitar contagios no serv¨ªan para nada salvo para atemorizar.
Esta feria de vanidades electorales produjo que los efectos de la crisis financiera global, que hab¨ªa provocado el cierre de m¨¢s de cinco mil empresas, se profundizara. Para septiembre, casi uno de cada dos trabajadores no ten¨ªa empleo. La confianza del consumidor se cay¨®. El turismo internacional se asust¨® tanto que no se ha podido recuperar. El virus AH1N1 regres¨® con m¨¢s fuerza en oto?o e invierno, pero vistos los estragos que tuvieron las iniciativas m¨¢s pol¨ªticas que sanitarias, los gobiernos tuvieron a bien ya no pelearse por electores y decidieron no imponer las medidas que tanto da?o hicieron a la econom¨ªa nacional.
En 2009 se vivi¨® la peor crisis econ¨®mica en 70 a?os. La pobreza aument¨® por millones y creci¨® la desigualdad. Los m¨¢s marginados comenzaron a ser reclutados por los c¨¢rteles de la droga, que los incorporaron como sicarios para enfrentar al gobierno federal que ha venido perdiendo el consenso para mantener en los t¨¦rminos actuales su guerra contra el narcotr¨¢fico. Hubo m¨¢s desacuerdos que acuerdos pol¨ªticos y el Presidente se observ¨® cada vez m¨¢s aislado del resto de la clase pol¨ªtica y m¨¢s resguardado por sus incondicionales, a quienes fue colocando en puestos estrat¨¦gicos dentro del gabinete.
El horizonte del presidente Calder¨®n siempre ha sido electoral. El pr¨®ximo a?o ser¨¢ igual, preparando sus bater¨ªas electorales para que su partido, y probablemente su candidato, mantenga el poder. Pero el pr¨®ximo a?o, en realidad, no ser¨¢ igual. Est¨¢ cargado de s¨ªmbolos ominosos, tallados por ciclos hist¨®ricos donde el a?o 10 de cada siglo ha generado revuelta y cambio radical. En 1810 se inici¨® la Independencia y en 1910 la Revoluci¨®n. Los agoreros dicen que viene la tercera revuelta nacional. En el gobierno, aunque p¨²blicamente guardan silencio, en sus cuartos de guerra preparan planes de contingencia.
Desde hace ya varios meses hay reportes de que grupos armados que se encuentran localizados en las provincias que bordean el Oc¨¦ano Pac¨ªfico, han venido platicando de una insurrecci¨®n nacional. El Ej¨¦rcito Popular Revolucionario, la guerrilla m¨¢s militarista de las que existen, ha venido calentando sus motores en comunicados clandestinos cada vez m¨¢s frecuentes. Piensan que las condiciones est¨¢n dadas, pero en una sociedad tan conservadora como la mexicana pensar en un quiebre institucional es muy remoto.
Un viejo pensador de la pol¨ªtica mexicana dec¨ªa que las revoluciones no avisan. Cierto, pero las condiciones objetivas para ello -como una ruptura real entre las ¨¦lites y condiciones internacionales propicias para un cambio violento- no se ven que den, en el mejor de los casos, para algunos brotes violentos o acciones de propaganda armada. Sin embargo, la efem¨¦ride revolucionaria es un excelente tel¨®n de fondo para las, estas s¨ª reales, luchas pol¨ªticas que se avecinan.
Casi la mitad de los gobiernos estatales (provinciales) ir¨¢n a elecciones en julio pr¨®ximo, donde se pondr¨¢n en juego valores que no son necesariamente los cl¨¢sicos de la lucha por el poder. El partido en el poder, PAN, quiere derrotar al PRI en elecciones clave en el sur del pa¨ªs, pero la ¨²nica v¨ªa para lograrlo ser¨ªa en alianza con la izquierda. Sin embargo, hay un problema. Calder¨®n est¨¢ obsesionado con el l¨ªder m¨¢s influyente de esa izquierda, el ex candidato presidencial Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien no ha dejado de calificarlo como un "presidente espurio", y algunos de sus intelectuales org¨¢nicos en proclamar sistem¨¢ticamente sus deseos por derrocarlo.
Aunque suene extremadamente barroco ese discurso, en la pr¨¢ctica coloca muchos obst¨¢culos a esas alianzas. Sin ellas, no obtendr¨¢n ganancia electoral en 2010 y disminuir¨¢n sus posibilidades reales de frenar al PRI, que marcha como Divisi¨®n Panzer hacia la recuperaci¨®n de la Presidencia en 2012. El PRI luce muy fuerte, pero tiene un Tal¨®n de Aquiles que se llama narcotr¨¢fico. Varias de sus elecciones ser¨¢n en estados donde el narcotr¨¢fico controla bolsas territoriales, pero ninguna tan s¨®rdida como en Sinaloa, al noroeste del pa¨ªs, donde p¨²blica aunque no legalmente, los grupos pol¨ªticos pri¨ªstas enfrentados para quedarse con la candidatura, han sido vinculados a c¨¢rteles de las drogas.
El presidente Calder¨®n tiene ah¨ª una posibilidad electoral. Actuar en contra de pol¨ªticos pri¨ªstas en ese estado o en otro tocado por la mancha del narcotr¨¢fico para obtener r¨¦ditos pol¨ªticos no es algo con lo cual no haya coqueteado en el pasado. De hecho, la sustituci¨®n de su procurador general este a?o, estuvo directamente relacionado con la oposici¨®n de ¨¦ste a actuar en contra de gobernadores del PRI con el prop¨®sito de modificar los resultados electorales legislativos en julio, donde el partido en el poder fue, por cierto, arrasado.
Hacerlo generar¨¢ esc¨¢ndalo pol¨ªtico. Pero ?no ha sido as¨ª durante todo el tiempo? El narcotr¨¢fico ha mostrado como la corrupci¨®n es sist¨¦mica dentro de los cuerpos policiales. El gobierno federal dice que son las polic¨ªas provinciales y locales, pero no es inmune. La oficina que lucha en contra de los c¨¢rteles de la droga ha sido sistem¨¢ticamente infiltrada por los narcotraficantes. Este fen¨®meno no se evaporar¨¢ y continuar¨¢ la cifra de muertos en una guerra callejera por el pa¨ªs, con el toque adicional, para 2010, que entra en la l¨®gica de las elecciones de gobiernos locales.
La variable narcotr¨¢fico-pol¨ªtica no puede ser soslayada en cualquier an¨¢lisis sobre el futuro inmediato mexicano. Las amenazas guerrilleras, tampoco; juegan rom¨¢nticamente en el imaginario colectivo de algunos mexicanos que incluso est¨¢n haciendo llamados sibilinos para construir escenarios de crisis pol¨ªtica. Si a todo esto se le a?ade las secuelas de una crisis econ¨®mica que todav¨ªa causar¨¢ estragos durante el primer semestre, el verano que se aproxima puede estar muy caliente.
El 2010 recibe la herencia de una efem¨¦ride paradigm¨¢tica, para un a?o de por s¨ª agitado y estrat¨¦gico para la construcci¨®n de los andamiajes pol¨ªtico-electorales rumbo al 2012, que redefinir¨¢n el primer cuarto del nuevo siglo mexicano. C¨®mo avanzar¨¢ y terminar¨¢ el a?o es algo tan misterioso como la m¨¢xima de los pol¨ªticos del sur mexicano, cuando dicen que lo mejor de todo es lo peor que se va a poner.
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