"Le gritamos 'Jos¨¦ Mari presidente', sonri¨® y nos hizo 'la peineta"
Varios alumnos y un miembro de Nuevas Generaciones cuentan c¨®mo han vivido desde dentro la protesta contra Aznar
?Qu¨¦ ha provocado este mediod¨ªa la ira de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que, perdiendo la correcci¨®n pol¨ªtica, ha respondido a un grupo de alumnos con el dedo coraz¨®n alzado? No han sido los lemas de Aznar, fascista, t¨² eres el terrorista, seg¨²n los estudiantes que criticaban la presencia del ex presidente en la Universidad de Oviedo. Tampoco los folios en alto en los que pudo leer lindezas del tipo ?nsar, lameculos de Bush. Ni siquiera los gritos de "fascista", "asesino" y "terrorista". "Le vimos irse y, por re¨ªrnos un poco, le gritamos ir¨®nicamente 'Jos¨¦ Mari; Jose Mari, presidente, presidente', imitando a los de de Nuevas Generaciones. Entonces nos mir¨® fijamente sonriendo y nos hizo 'la peineta". Lo cuenta Borja Llorente, alumno de Econ¨®micas, antiguo miembro del Consejo de Gobierno de la universidad y uno de los participantes en la protesta.
Llorente explica que no se enteraron hasta el d¨ªa anterior de la visita del ex presidente y que la Coordinadora de Asambleas (movimiento estudiantil asturiano sin vinculaci¨®n pol¨ªtica a favor de la universidad p¨²blica y en contra de Bolonia) convoc¨® a los "m¨¢s comprometidos" para "recibir a Aznar como se merece". "Los causantes de una guerra no pueden ir por ah¨ª impunemente mientras muere un mill¨®n de personas a causa de ella", sostiene Llorente, para subrayar que su protesta ha sido "pac¨ªfica". A su juicio, "Aznar nunca deber¨ªa haber pisado la universidad" porque sus estatutos, aprobados en 2002 en pleno debate sobre la invasi¨®n de Irak y la guerra de Afganist¨¢n, "recogen el rechazo a la guerra, incluso a la investigaci¨®n con fines b¨¦licos". Lo sabe bien, ya que ¨¦l mismo defendi¨® ese art¨ªculo ante el claustro.
"Una forma antidemocr¨¢tica de expresarse"
Su estrategia para "reventar" el acto estaba perfectamente pensada: montaron "una distracci¨®n fuera", 15 personas conocidas de sobra por todos por su activismo y que enseguira tuvieron "encima a polic¨ªas de paisano y miembros de las juventudes del PP", mientras colaban a otros diez dentro de la charla. "Se fueron levantando sucesivamente para protestar de dos en dos salvo la ¨²ltima persona, que lo hizo sola porque su pareja lo estaba grabando todo". En total, cinco interrupciones, m¨¢s el recibimiento con pancartas en la puerta m¨¢s el saludo final. En 2003, cuenta, ya reventaron un mitin de Aznar en el auditorio de Oviedo colando a "engominados". Esta vez, no ha hecho falta el disfraz. "Guard¨¦ el palestino en la mochila y la camiseta de rayas en casa", bromea otros alumno de la Facultad de Ciencias, precisamente el que lo grababa todo y que prefiere, por si las moscas, que no se d¨¦ su nombre -un rumor de detenciones recorre la universidad despu¨¦s de que las haya pedido el alcalde de Oviedo-. "Simplemente entramos, aunque procuramos no dar el cante ni pistas", a?ade este estudiante "de la izquierda real, a la izquierda del PSOE".
Sobre el gesto de la pol¨¦mica, Llorente confiesa que sab¨ªan que Aznar "estaba ya bastante cabreado" a su salida del acto y para despedirse le gastaron "una broma" -"Jos¨¦ Mari; Jose Mari, presidente, presidente"- que acab¨® con la paciencia del presidente de FAES. Miguel, otro miembro del colectivo, admite que le insultaron. "Cuando est¨¢s en desacuerdo con algo y no te dejan expresarte, te calientas", se justifica, para a?adir: "Fuimos pac¨ªficamente pero los organizadores nos trataron de malas maneras. En la universidad p¨²blica no deber¨ªa tener cabida un personaje que nos llev¨® a una guerra criminal que ha masacrado al pueblo de Irak". En todo caso, piensa que "es una pena" que un ex presidente "tenga que recurrir a ese gesto, no es de recibo". Pero, a su juicio, la peineta es una an¨¦cdota y "lo importante es lo que hizo". "En la universidad no tenemos nada que aprender de ¨¦l", sentencia. El estudiante que lo grab¨® opina que Aznar "se desquici¨® porque no esperaba este escenario". "Estaba rabiado y lo solt¨®, sac¨® el dedito a pasear y es un fallo pol¨ªtico muy grande", concluye.
Pero s¨ª se lo esperaban. Ni siquiera les ha sorprendido. Guillermo Vald¨¦s, alumno de Derecho de 28 a?os, de Nuevas Generaciones y miembro del equipo de seguridad y organizaci¨®n del evento, cuenta que llevaban un mes plane¨¢ndolo y que estaba "bien organizado". Hay que aclarar que la universidad no ha pagado al conferenciante, sino que es la FAES la que alquila el espacio, aunque ninguno de los entrevistados sabe por cu¨¢nto. "Cuando llevas a una persona controvertida, importante y que ha tenido mucho peso te expones siempre a que gente que est¨¢ en desacuerdo se manifieste y as¨ª ha sido".
"Era alg¨²n que otro espont¨¢neo dentro de la sala, 10 ¨® 15, y unos pocos, 15 ¨® 20, con la pancarta fuera. Lo esper¨¢bamos, cont¨¢bamos con ello, no es la primera vez que pasa". Vald¨¦s, que subraya que la protesta ha sido "no violenta", la considera sin embargo "una forma antidemocr¨¢tica de expresarse", ya que la "base de la democracia es el respeto". Para Vald¨¦s, los manifestantes "han faltado al respeto no s¨®lo al conferenciante, sino tambi¨¦n al p¨²blico, a los trabajadores de la instituci¨®n y a todo el que pasaba por all¨ª". "Nos han dicho fascistas y asesinos a todos, sin compasi¨®n, pero el m¨¢s fascista es el que no respeta", agrega. El militante de las juventudes del PP no ha visto la peineta de Aznar "en vivo y en directo" y no sabe qu¨¦ decir al respecto. En todo caso, no lo justifica: "Creo que la forma no era ¨¦sa porque creas m¨¢s pol¨¦mica y echas m¨¢s le?a al fuego, hay que estar a las duras y a las maduras y no ponerte nunca a su altura". Eso s¨ª, opina que hay pol¨ªticos que "todo lo que dicen y todo lo que hacen tienen mucha m¨¢s repercusi¨®n que el resto y se les pilla con m¨¢s micros abiertos que al resto". Desde fuera de la protesta y del acto, el gesto ha suscitado reacciones desde la adhesi¨®n al reproche.
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