Elizabeth Taylor: con ocho, basta

Los rumores corren como la espuma cuando se trata de casar a Elizabeth Taylor. Pasados los 78 a?os y la actriz brit¨¢nica va a por su noveno matrimonio. O eso dicen los dem¨¢s porque ella lo niega. Con ocho, basta. "Los rumores sobre mi compromiso de boda son simplemente falsos", ha confirmado la de los ojos violeta en Twitter. Un breve comunicado utilizando las m¨¢s modernas redes sociales procedente de la m¨¢s veterana de las actrices, una leyenda con dos Oscar y siete maridos a sus espaldas (Richard Burton, su alma gemela, se cas¨® con ella en dos ocasiones).

Es la segunda vez que salta la liebre con la misma persona, Jason Winters, el representante de Janet Jason y un antiguo conocido de la actriz. "Jason es mi agente y mi amigo m¨¢s querido. Le quiero con todo mi coraz¨®n", ha reconocido la actriz de ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf? y Una mujer marcada al desmentir los rumores de su boda. Ese cari?o es el que la puede haber delatado ya que Winters, 49 a?os, fue el centro de todos los rumores en 2007 cuando la prensa brit¨¢nica inform¨® que la pareja hab¨ªa pasado unas vacaciones rom¨¢nticas en Hawai. Tambi¨¦n le compr¨® una casa para que los dos vivieran juntos, se?alaron las mismas fuentes.

Seg¨²n la periodista Liz Smith, una eminencia en la prensa rosa estadounidense, Taylor describi¨® a Winters como "uno de los hombres m¨¢s maravillosos que hab¨ªa conocido". Y ahora, tres a?os m¨¢s tarde, es este mismo agente del espect¨¢culo el que vuelve a figurar en el centro de la rumoreada vida rom¨¢ntica de Taylor.

Siete ex maridos

La lista de hombres en la vida de esta legendaria figura es tan larga como la de sus problemas de salud. Conrad Hilton Jr. Michael Wilding, Mike Todd, Eddie Fisher, Burton, John Warner y Larry Fortensky han sido hasta la fecha los siete enanitos de esta Blancanieves. El ¨²ltimo, constructor de oficio, se cas¨® con ella en 1991, una uni¨®n que acab¨® en divorcio cinco a?os despu¨¦s.

Pero Liz Taylor, que habitualmente utiliza una silla de ruedas en sus desplazamientos, siempre ha dejado la puerta abierta al amor. Incluso durante sus luchas contra problemas cardiacos, adicciones, operaciones de cadera, neumon¨ªas o cuando le extirparon un tumor benigno en el cerebro. El coraz¨®n de la Taylor siempre ha conservado un lugar para el amor. Y la prensa del coraz¨®n siempre se ha mantenido fiel a su lado.