"Llego y me encuentro a un funcionario con dos reclusas fumando y brindando con vino y verm¨²"
Un parte enviado al director de Madrid I, al que ha tenido acceso EL PA?S, demuestra que el responsable de la c¨¢rcel conoc¨ªa lo que estaba ocurriendo.- Un funcionario narra c¨®mo se producen contactos sexuales de algunos trabajadores con las reclusas a cambio de "peque?os favores"
El caso que ha puesto en alerta a los servicios penitenciarios y que ha llevado a destituir a la c¨²pula de la prisi¨®n de mujeres Madrid I, en Alcal¨¢ de Henares, fue denunciado por una funcionaria del centro, que en Nochevieja se encontr¨® de fiesta a uno de sus compa?eros junto a otra funcionaria y dos reclusas. La denuncia, remitida al director de la c¨¢rcel y a la que ha tenido acceso EL PA?S, est¨¢ fechada el 4 de enero de 2010 y se refiere al ¨²ltimo d¨ªa de 2009. El parte de la funcionaria concluye con la siguiente frase: "?Por qu¨¦ no se toman medidas con estos casos recurrentes, que todos los mandos y jefes de servicio conocen, y no se hace nada?". La investigaci¨®n del caso, destapado esta ma?ana por 20 Minutos, podr¨ªa afectar a una quincena de funcionarios.
La trabajadora cuenta c¨®mo ese d¨ªa tuvo que compartir turno de ma?ana con otro compa?ero, que a las 12 de la ma?ana, a los dos minutos de estar en el servicio, la deja sola para ir a comprar "unas botellitas de vino y licores a Mercadona". Tras regresar oliendo a alcohol, el hombre le espeta, cuando ella le reprocha su actitud: "Rel¨¢jate, y ahora te tomas unos vinos".
Eso no fue lo peor que tuvo que vivir la funcionaria. "Salgo, y a mi vuelta me encuentro la dependencia de la cocina sin funcionario, con la puerta abierta y con las llaves por encima de la mesa (incluida la llave que abre las celdas y portones de todo el centro). Encuentro al funcionario con dos internas y otra funcionaria fumando y brindando con vino y verm¨²".
Cuando esta trabajadora se queja al jefe de servicios, este le dice que siente mucho haberla puesto all¨ª, pero "que como sab¨ªa que [el otro funcionario] se iba a emborrachar, ten¨ªa que mandar a una funcionaria responsable como yo".
Y contin¨²a: "Le insto al jefe de servicios a que 'si ¨¦l no echa de all¨ª a las internas que est¨¢n bebiendo alcohol con el funcionario Alejandro, me asigne a otro servicio' y ¨¦l me contesta: 'S¨ª, ahora voy; est¨¢ mal dar alcohol a las internas; como mucho, un bomb¨®n y mucho amor", cuenta la funcionaria en el parte.
Las correr¨ªas de El Porcu¨¢nto y El Trajes
"Mi padre me llam¨® esta ma?ana alarmado y me pregunt¨®: '?No estar¨¢s t¨² implicado en esto?'. Lo peor es que estas cosas eran vox populi", cuenta un funcionario de la c¨¢rcel de Alcal¨¢ de Henares. Seg¨²n su testimonio, desde hace dos a?os, no son extra?os en los pabellones de la prisi¨®n madrile?a los favores sexuales a cambio de algunos favores.
"A ra¨ªz de la unificaci¨®n de escalas (en la que se hicieron equipos mixtos) algunos funcionarios pidieron el traslado, unos porque las c¨¢rceles de mujeres son m¨¢s tranquilas, y otros para aprovecharse, para follar; lo dec¨ªan abiertamente. Ven¨ªan con esa intenci¨®n descarada. Hay algunos funcionarios que tienen una mentalidad como de derecho de pernada. Pero s¨ª, hay que dejar claro que son una minor¨ªa, en este caso ser¨¢n, s¨ª, el n¨²mero del que se ha hablado, unos 14, y en total somos m¨¢s de 300. Son una minor¨ªa".
Este trabajador, que no quiere revelar su nombre por posibles represalias, asegura que la situaci¨®n "se fue de madre, y que el director lo sab¨ªa". "?Por eso le han destituido!", enfatiza, y por eso, seg¨²n su opini¨®n, comenzaron las inspecciones por algunos hechos m¨¢s graves que se han venido produciendo desde Nochevieja. "Era un rumor, hay ciertas cosas que... que un t¨ªo se meta con una interna en un sitio y est¨¦n all¨ª un buen rato... eso no est¨¢ bien o que dos se pongan de acuerdo para llevar a una reclusa a una determinada estancia o que un funcionario pasee por el patio con las internas... eso canta".
El trabajador se?ala tambi¨¦n que se han requisado tel¨¦fonos m¨®viles en algunas celdas (estos dispositivos est¨¢n prohibidos en la c¨¢rcel), facilitados a cambio de "peque?os" favores de las internas. "Esos 14 de los que se ha hablado, yo creo que es la cifra justa. La mayor¨ªa de los implicados son funcionarios gen¨¦ricos, pero tambi¨¦n hay educadores y coordinadores de servicio, un cuerpo intermedio encargado de talleres de formaci¨®n o de labores de educador de m¨®dulo", explica.
Seg¨²n su testimonio, "la mayor¨ªa de las relaciones" entre los funcionarios presuntamente implicados y las reclusas "se basaban en una relaci¨®n de t¨² me das yo te doy, porque en la c¨¢rcel peque?os favores pueden ser extraordinariamente importantes". Estos pod¨ªan consistir en facilitarles la comunicaci¨®n con sus familias, la agilizaci¨®n de permisos, tel¨¦fonos m¨®viles.... son mil cosas, era como una forma de prostituci¨®n".
Chicas extranjeras y muy guapas
"No s¨¦ cu¨¢ntas chicas pueden estar implicadas. S¨®lo hay un caso de una que denunci¨® abusos, pero fue hace cuatro o cinco a?os, y el caso est¨¢ en los juzgados. La inmensa mayor¨ªa eran extranjeras. Chicas muy guapas, a las que algunos compa?eros acusaban de provocarles. Ellos justificaban sus actos con la teor¨ªa del amor libre, y en muchos casos las despreciaban diciendo que a ellas qu¨¦ m¨¢s les daba un polvo m¨¢s".
Uno de los suspendidos, El Trajes, que lleg¨® a la c¨¢rcel en octubre pasado, ten¨ªa claro cu¨¢l era su objetivo en el centro penitenciario, seg¨²n este funcionario. "No hab¨ªa org¨ªas, salvo una noche de hace tres domingos. Todos ve¨ªamos que El Trajes la iba a cagar. Abri¨® la celda a dos reclusas por la noche; en el cambio de turno otro compa?ero se encontr¨® las celdas abiertas; ¨¦l dijo que las hab¨ªa dejado salir porque una de ellas estaba mareada y la otra presa le ayud¨®". "Hizo una fiesta a lo Torrente; puso m¨²sica en la tele, les dio alcohol... Inmediatamente fue suspendido. Un funcionario que estaba esa noche de guardia le reprendi¨® y le dijo que era un pringado".
Este funcionario cuenta que la inspecci¨®n penitenciaria acudi¨® al centro en esa ocasi¨®n y tras conocerse el caso denunciado por la funcionaria en enero. "Despu¨¦s de estos dos casos, supongo que se dieron cuenta de que aqu¨ª hab¨ªa mucha mierda. Han sido muy permisivos, y esto ha ido aumentando", indica.
-?Y los compa?eros no denunciaron lo que estaba ocurriendo?
-"S¨ª, las funcionarias han tenido broncas con ellos. Muchas veces lo intentaban antes con las compa?eras, y si no colaba, se iban a las reclusas. Hace poco un funcionario se pele¨® con otro que le reproch¨® su actitud por estos temas. Llegaron a las manos. Le llamaban El Porcu¨¢nto, porque cada vez que una reclusa le ped¨ªa algo ¨¦l siempre contestaba "?por cu¨¢nto?".
Los contactos consentidos por las reclusas se llevaban a cabo en la prisi¨®n ("En las c¨¢rceles hay muchos recovecos"), sobre todo durante el d¨ªa, o cuando las internas sal¨ªan de permiso. "Por ejemplo, aprovechaban cuando ellas iban a limpiar los cuartos de vis a vis, o un cuarto de comunicaciones que era conocido como "el confesionario". Otro cl¨¢sico, se?ala el funcionario, es el almac¨¦n. "Los de la cocina hablaban de bajadas sospechosas".
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