Jos¨¦ K., entre Kafka y la perplejidad

Esta misma ma?ana, Jos¨¦ K., poco despu¨¦s de caerse de la cama, se quedar¨¢ un tanto perplejo cuando lea las cosas que dicen de ¨¦l. El libro en el que Jos¨¦ Mar¨ªa Izquierdo ha reunido los art¨ªculos que tienen a este jubilado como protagonista se present¨® ayer en el C¨ªrculo Bellas Artes de Madrid.

Elogio del panfleto y reivindicaci¨®n de la demagogia. Historias de Jos¨¦ K., as¨ª ha titulado el autor esta recopilaci¨®n editada por La hoja del monte. A Juan Jos¨¦ Mill¨¢s le ha dado por asegurar que Jos¨¦ K. se coloca en mitad del asombro y la extra?eza, "la ¨²nica posici¨®n desde la que se puede escribir". Mientras que Manuel Longares, autor del pr¨®logo, le emparenta directamente con Kafka. Juan Cruz insiste por esa l¨ªnea: "Jos¨¦ K. es a Larra lo que Dostoievski es al autor de El proceso". Qu¨¦ mente tan retorcida la de estos escritores.

Uno est¨¢ pr¨¢cticamente seguro de que a Jos¨¦ K. le habr¨¢ dejado pensativo, para empezar, el t¨ªtulo. "?De qu¨¦ panfleto? ?De que demagogia hablan, si lo m¨ªo es como la vida misma?", se habr¨¢ preguntado. Izquierdo conoci¨® a Jos¨¦ K. all¨¢ por 1986, cuando el refer¨¦ndum de la OTAN. Ya entonces era un pensionista hura?o y rut¨®n. Viejo rojo, firme en seg¨²n qu¨¦ convicciones, resistente a tragar c¨®mo Felipe Gonz¨¢lez jugaba a trilero con algunos dogmas. "Yo he visto al pol¨ªtico socialista defender una cosa y la contraria y tener en ambos casos raz¨®n. Eso es un arte", alerta Izquierdo.

Luego, autor y personaje se distanciaron. A Jos¨¦ K. nunca le gust¨® incomodar a la gente ocupada. "Yo ten¨ªa mis responsabilidades", comenta Izquierdo, que fue director adjunto de EL PA?S y responsable de los Servicios informativos de Canal + y despu¨¦s de Cuatro. "No deb¨ªa mostrar mis cabreos por respeto a los lectores o a la audiencia", explica el autor.

Con los a?os se han reencontrado. En plena jubilaci¨®n. Aunque eso de la retirada, en el caso del autor, resulta ir¨®nico. Se acuesta a las cuatro de la ma?ana cada d¨ªa para preparar su blog El ojo Izquierdo (en la web de EL PA?S) con los v¨®mitos diarios de la prensa desaforada. Bien calientes. Para el desayuno. "As¨ª el lector se levanta avisado de lo que se puede encontrar".

En el caso de ¨¦l y Jos¨¦ K., uno dispara y otro, m¨¢s reposadamente, desv¨ªa a veces la bala. Pero entre ambos suelen hacer diana. "Lo que intento, como autor de los art¨ªculos, es hacer de contrapunto", comenta Izquierdo. Y es que a veces, el viejo se muestra radical y su int¨¦rprete debe atemperarle un poco el ¨¢nimo. Le hinchan el oremus los pol¨ªticos corruptos, las l¨ªderes desvergonzadas que pasan por simp¨¢ticas, como Esperanza Aguirre, los que se lo llevan crudo por Wall Street, el victimismo de Zapatero, la falta de chicha y limon¨¢ en Rajoy, los jueces en connivencia con el facher¨ªo... El crack financiero, por ejemplo. "Nos ha hecho ver con intensidad las entra?as de la bestia", comenta Izquierdo.

Todo eso lo vive el pobre Jos¨¦ K. como rodeado, indefenso. "Siempre pienso en ¨¦l como alguien que se coloca en una escalera inmensa y no sabe bien qu¨¦ ocurre alrededor". Pero frente a esa impotencia del ciudadano medio con la que tanto se va identificando la gente, su amigo Izquierdo acude al rescate con las armas del periodismo: "En esta profesi¨®n, si te haces las preguntas adecuadas, encuentras las respuestas precisas".

En medio cabe todo. Sentido del humor: "Falta a menudo en esta profesi¨®n", proclama Izquierdo, admirador de Larra y de Julio Camba. Tambi¨¦n provocaci¨®n y un uso torero del lenguaje. "Eso, que no falte". Y para adornar, esgrime el cuchillo de Andr¨¦s R¨¢bago, El Roto, que ilustra el libro. "He elegido yo las vi?etas que creo que le van mejor. Es un lujo. Lo clava".