"Me dijeron que el 31 de diciembre estar¨ªa en casa"
El due?o de la furgoneta utilizada para volar la T-4 de Barjas relata c¨®mo se la sustrajeron y los tres d¨ªas que permaneci¨® secuestrado por ETA
Durante la primera sesi¨®n del juicio contra los presuntos autores del atentado contra la T-4 que se sigue en la Audiencia Nacional ha prestado declaraci¨®n el propietario de la furgoneta Renault Traffic que explot¨® en Barajas aquel 30 de diciembre de 2006.
Iker Lascurain Marculeta ha relatado c¨®mo el d¨ªa 27 de ese fat¨ªdico mes se encontraba en el aparcamiento de la estaci¨®n de esqu¨ª francesa de Luz Ardides alrededor de las ocho de la tarde, cenando en el interior del veh¨ªculo cuando tres encapuchados armados abrieron la puerta. "Uno me apunt¨® a la cara y me dijo que me diera la vuelta", ha relatado al tribunal el testigo.
Los secuestradores encapucharon y esposaron a Lascurain, seg¨²n ha relatado, y le tumbaron en la parte de atr¨¢s de la furgoneta. "A los cuatro minutos me dijeron que era de ETA, que estuviera tranquilo y que no me iban a hacer nada".
Poco despu¨¦s, contin¨²a el relato, la furgoneta ech¨® a andar: "Uno estaba a mi lado, el otro conduc¨ªa, pero no se donde estaba el otro", recuerda Lascurain. Una hora despu¨¦s el veh¨ªculo se detuvo y le trasladaron a otro coche. "Me dijeron que esto no era un juego, me tocaban con la pistola, me dec¨ªan que no contara nada, que no hablara con nadie, que estuviera tranquilo". "Esa noche estuvimos en el coche. Luego tumbaron el asiento para que me metiera en el maletero. Pasamos m¨¢s o menos la noche. Todo el tiempo con las esposas y la capucha", ha asegurado el testigo.
Los secuestradores trataron de atar los cabos que podr¨ªa dejar sueltos la desaparici¨®n de alguien en los d¨ªas previos a Fin de A?o: "Me dijeron que el 31 de diciembre estar¨ªa en casa y me preguntaron que si alg¨²n familiar me echar¨ªa de menos, as¨ª que me pidieron que me inventase algo para decir que iba a llegar m¨¢s tarde"
Los tres d¨ªas siguientes, Lascurain y sus secuestradores se mantuvieron en movimiento. "Estuvimos un poco de tiempo en una caba?a en la que hubo que subir unas escaleras. Luego otra vez al coche. S¨®lo uno me hablaba. Entre ellos se silbaban".
Cuando la fecha del atentado se acercaba los nervios comenzaron a aflorar entre los terroristas. "Me dijeron que ya se iba a acabar todo. Se pusieron nerviosos y quitaron la radio. Salimos del coche a toda velocidad".
Los secuestradores dejaron a Lascurain en un bosque y le dieron una radio. "Me dijeron que cuando escuchara que eran las once bajara por el camino. Me quitaron las esposas y luego me quit¨¦ la capucha". El secuestro se acercaba a su final.
Una vez solo, Lascurain descendi¨® hasta Escott. All¨ª contact¨® con un vecino. "Llam¨¦ a mi madre y a mi hermano y despu¨¦s a la Guardia Civil", ha concluido.
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