Escapar de Ceuta y morir

Abdoulaye Kon¨¦ no aguant¨® m¨¢s. A la altura de Manilva (M¨¢laga) ¨¦ste marfile?o de 20 a?os se solt¨® del cami¨®n en cuyos bajos se hab¨ªa escondido horas antes en Ceuta. Cay¨® sobre el asfalto de la AP-7 y fue atropellado. Muri¨® poco despu¨¦s.

"Ese lunes 3 de mayo se levant¨® antes de lo previsto y, sin decirme nada, se march¨® al puerto", recuerda Cyrille Blade, camerun¨¦s de 29 a?os, que compart¨ªa habitaci¨®n con el marfile?o en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta .

"Estaba nervioso. El viernes anterior ya hab¨ªa intentado meterse en uno de los camiones que esperan en la explanada portuaria para embarcar", prosigue. "Fue con un amigo que s¨ª lo consigui¨® y le llam¨® despu¨¦s desde Algeciras, pero a ¨¦l le pillaron y regres¨® al CETI. Yo tambi¨¦n lo intent¨¦ con ¨¦l varias veces , pero siempre nos atraparon".

Kon¨¦ era solicitante de asilo y ten¨ªa los papeles en regla. Pero, desde enero, ni ¨¦l ni otros en su situaci¨®n pueden salir de Ceuta y Melilla. La polic¨ªa no lo autoriza, as¨ª que lo hacen de forma ilegal, escondidos en los bajos de los camiones que viajan a la pen¨ªnsula. La Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado m¨¢s de 50 recursos contencioso-administrativos en nombre de solicitantes de asilo, uno de ellos Kon¨¦, contra esta restricci¨®n.

Los jueces no han resuelto a¨²n ninguno, pero el Defensor del Pueblo, el ¨®rgano ante la que los perjudicados han elevado una queja, comparte sus argumentos. La instituci¨®n se?ala en un escrito que la explicaci¨®n de las autoridades policiales "no resulta suficiente para impedir la libre circulaci¨®n dentro del territorio nacional" de estas personas. Y no quedan ah¨ª sus cr¨ªticas.

"Estamos de acuerdo con todo lo que ha manifestado CEAR", dice por tel¨¦fono la adjunta al Defensor Mar¨ªa Luisa Cava de Llano. "La prohibici¨®n no se ajusta a la legalidad vigente. Hace 20 d¨ªas pedimos un informe jur¨ªdico sobre esta cuesti¨®n a la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad [dependiente del Ministerio del Interior] y todav¨ªa no lo hemos recibido".

Un nuevo problema

El problema comenz¨® con la entrada en vigor de la nueva Ley de Asilo (12/2009 de 30 de octubre), que introdujo la obligaci¨®n del Gobierno de documentar a los solicitantes de asilo en cuanto se admite a tr¨¢mite su petici¨®n. Antes s¨®lo se les entregaban los papeles ?con los que pod¨ªan viajar la Pen¨ªnsula sin ning¨²n problema?, a los que consegu¨ªan finalmente el estatus de refugiado. Cuando empez¨® a aplicarse la nueva norma, la polic¨ªa de los puertos de Ceuta y Melilla decidi¨® impedir embarcar a todos aquellos cuya petici¨®n se estaba tramitando.

Ceuta y Melilla, alega la polic¨ªa, no son territorio Schengen y Espa?a se ha comprometido a mantener controles de identidad y documentos "en las conexiones mar¨ªtimas y a¨¦reas entre esas dos ciudades y la Pen¨ªnsula".

"Pero estos controles no suponen que pueda restringirse sin m¨¢s la libertad de circulaci¨®n de una persona documentada", responde la adjunta al Defensor del Pueblo Cava de Llano. "La tarjeta amarilla que les dan les autoriza a permanecer en Espa?a y en ella no se hace constar ninguna limitaci¨®n de derechos espec¨ªfica para los solicitantes de asilo de Ceuta y Melilla".

"Lo ¨²nico que ha cambiado con la nueva ley es el momento en el que se dan los documentos. No hay ninguna justificaci¨®n legal para el trato distinto y discriminatorio que se les da a los solicitantes de Ceuta y Melilla", sostiene Jos¨¦ Palaz¨®n, de la ONG Prodein. "Hay muchas personas que se est¨¢n jugando la vida cruzando el Estrecho en camiones a pesar de que Espa?a, supuestamente, ya les estaba protegiendo. No tiene sentido".

La Guardia Civil de Ceuta se?ala que cada semana detiene a entre 5 y 10 inmigrantes escondidos en el interior de los camiones, a veces en la carga pero otras en los bajos, una cifra duplica a la de principios de a?o en 2009.

"Un buen compa?ero"

La mayor¨ªa de ellos son residentes en el CETI "que no es una c¨¢rcel", recordaba en el Senado la secretaria de Estado de Inmigraci¨®n, Anna Terr¨®n. Por eso "ellos salen y entran". Fueron esos residentes los que se manifestaron, el martes, ante la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Ceuta para protestar por la muerte de Kon¨¦. Terr¨®n lament¨® la muerte del subsahariano.

"Era un buen compa?ero", contin¨²a Blade. "Le llamaba mi peque?o hermano porque le llevaba nueve a?os y, a veces, hac¨ªa alguna fechor¨ªa y le ten¨ªa que rega?ar. Siempre ped¨ªa perd¨®n. Ten¨ªa dos a?os de carrera universitaria que interrumpi¨® para reunirse con su madre, que se refugi¨® en Senegal". Huy¨® de la inestabilidad en su pa¨ªs tras la guerra civil (2002-2004).

No fue eso lo que escribi¨® Kon¨¦ en su solicitud de asilo. Tras lograr entrar en Ceuta por mar, en septiembre pasado, asegur¨® que su madre fue asesinada y que ¨¦l fue reclutado como ni?o-soldado. Era la ¨²nica manera de que se aceptase a tr¨¢mite su petici¨®n de asilo. Obtuvo la tarjeta como solicitante de asilo, pero descubri¨® que no le bastaba con ese documento para viajar a la Pen¨ªnsula.

Animado por la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), una ONG de apoyo a los refugiados, Kon¨¦ recurri¨® a la justicia para poder salir de Ceuta. Pero mientras esperaba la sentencia empez¨® a intentar cruzar a la Pen¨ªnsula. "L¨®gico", explica su compa?ero Blade. "Aqu¨ª, en Ceuta, nos pudrimos porque no hay nada que hacer, no hay futuro para nosotros", sostiene. "Nos tenemos que buscar la vida del otro lado" del Estrecho.

El problema corre el riesgo de agravarse. La Guardia Civil ha detectado en las ¨²ltimas semanas un incremento del n¨²mero de subsaharianos asentados en los bosques de Marruecos cercanos a Ceuta. Podr¨ªan ser hasta 600 los aspirantes a entrar en la ciudad aut¨®noma. Hasta ahora no se ha producido, sin embargo, ning¨²n intento masivo de saltar la verja que la circunda ni de entrar por mar.