El Gobierno y el arte de rectificar
El Ejecutivo se ha visto obligado a variar o anular m¨²ltiples iniciativas que hab¨ªa defendido previamente
"Ni cambio ni bandazo, sino responsabilidad". La frase la pronunci¨® el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ante miles de militantes del PSOE durante un acto en Elche el pasado fin de semana. Entre ellos, unos 2.000 alcaldes. Unas horas despu¨¦s, el Bolet¨ªn Oficial del Estado publicaba el real decreto-ley que recog¨ªa las medidas de recorte del gasto aprobadas por el Ejecutivo y entre las que hab¨ªa una sorpresa: prohibir a las entidades locales pedir dinero prestado hasta finales de 2012. El rechazo de los propios ayuntamientos y la amenaza de CiU de rechazar el plan de ajuste al completo en el Congreso han obligado al Gobierno a rectificar un d¨ªa despu¨¦s y retrasar su entrada en vigor hasta 2011.
No es la primera marcha atr¨¢s que protagoniza el Gobierno en materia econ¨®mica en los ¨²ltimos meses. En enero, se anunciaba un plan de estabilidad presupuestaria que inclu¨ªa una profunda reforma del sistema de pensiones que contemplaba, entre otros puntos, retrasar la edad de jubilaci¨®n de los 65 a los 67 a?os y aumentar el c¨®mputo para calcularla desde los 15 a los 25 a?os trabajados.
El primer asunto se ha paralizado en la mesa del Pacto de Toledo, ¨®rgano que debe aprobar las modificaciones relativas a pensiones; el segundo fue eliminado tras alegar que solo era "una simulaci¨®n" y la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, calific¨® su inclusi¨®n en el documento enviado a la Comisi¨®n Europea de "error".
Durante la presentaci¨®n de ese primer plan de ajuste el Ejecutivo se comprometi¨® a respetar los acuerdos firmados por la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, con los funcionarios para subir sus salarios en los pr¨®ximos a?os; un mes despu¨¦s, la propia Elena Salgado reafirmaba el compromiso y correg¨ªa a uno de sus secretarios de Estado. Bastaron 100 d¨ªas para que el Consejo de Ministros aprobara una reducci¨®n salarial media del 5% para los empleados p¨²blicos de todas las Administraciones.
Con todo, la peor de las rectificaciones la asumi¨® el propio Zapatero cuando explic¨® ante el Congreso el ¨²ltimo recorte. Despu¨¦s de haber repetido que no pensaba tocar el gasto social, principal bandera de su mandato, y de defender la tan criticada subida del IVA que entrar¨¢ en vigor en julio en la necesidad de mantenerlos, el Gobierno aprob¨® la eliminaci¨®n del cheque-beb¨¦, un dr¨¢stico recorte en la dependencia que elimina la retroactividad de las ayudas aunque impone un tope para su concesi¨®n, la congelaci¨®n de las pensiones a partir del a?o que viene y la comentada rebaja salarial de los funcionarios.
Ni siquiera la pol¨ªtica fiscal ha escapado a las idas y venidas del Ejecutivo. El mismo d¨ªa que anunciaba el recorte de 15.000 millones en gasto p¨²blico m¨²ltiples voces ped¨ªan una subida de impuestos a las rentas m¨¢s altas que sirviera de contraprestaci¨®n para la izquierda.
Tanto Zapatero como Salgado y otros miembros del Gobierno negaron dicha posibilidad o, cuando menos, la emplazaron a un futuro incierto; casi a la vez, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, aseguraba que la idea ya estaba sobre la mesa y ser¨ªa aprobada en el "corto plazo", mientras la secretaria general del partido, Leire Paj¨ªn, ve¨ªa su aprobaci¨®n "inminente".
Finalmente, Zapatero anunci¨® la subida "para los que realmente m¨¢s tienen" para dos d¨ªas despu¨¦s, durante el Consejo de Ministros que aprobaba el mayor recorte social de la democracia, posponerlo sine die en el marco de una reforma fiscal completa.
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