El nuevo gobierno holand¨¦s contar¨¢ con el apoyo de la ultraderecha

Tres meses despu¨¦s de ganar las elecciones, los liberales de derecha han logrado por fin pactar una nueva coalici¨®n en Holanda con la democracia cristiana. Ambos partidos gobernar¨¢n en minor¨ªa, pero contar¨¢n con el apoyo parlamentario de Geert Wilders, el l¨ªder xen¨®fobo y contrario al Islam. El acuerdo ha sido dif¨ªcil de alcanzar, y sus condiciones han sacudido a los democristianos. Grandes perdedores de los comicios del pasado junio, temen la influencia de un pol¨ªtico como Wilders, que rechaza a los inmigrantes musulmanes (cerca de 1 mill¨®n en estos momentos en el pa¨ªs). Tambi¨¦n les preocupa la imagen internacional que dar¨¢ a partir de ahora Holanda, pues el voto de extrema derecha ser¨¢ necesario para aprobar las leyes m¨¢s controvertidas. Un primer ejemplo de lo que se avecina ha sido el documento sobre la naturaleza del Islam firmado por los cabezas de cada partido. Seg¨²n el liberal Mark Rutte, pr¨®ximo primer ministro, y el democristiano Maxime Verhagen, candidato a viceprimerministro, se trata de una religi¨®n. Para Wilders, es una peligrosa ideolog¨ªa.

S¨®lo despu¨¦s de la firma de esta declaraci¨®n, fue posible desatascar las negociaciones que han llevado al acuerdo actual. Con ayuda de Wilders, el centro derecha dispondr¨¢ de una mayor¨ªa raspada de 76 esca?os en un Parlamento de 150. De todos modos, y siguiendo la tradici¨®n detallista hasta el l¨ªmite de la pol¨ªtica holandesa, liberales y democristianos se regir¨¢n por su propio acuerdo. Con Wilders, han firmado otro para asegurarse la gobernabilidad. De este modo, el Partido de la Libertad del l¨ªder populista no contar¨¢ con ministros propios, pero s¨ª ha participado en el dise?o de los planes para atajar la crisis econ¨®mica. Tambi¨¦n ha dejado su impronta en asuntos de seguridad interna, como la presencia de m¨¢s polic¨ªas en las calles. El ¨²ltimo escollo a superar se refer¨ªa al monto de los ahorros en la seguridad social y los subsidios para incapacitados.

Los partidos de izquierda, en especial la socialdemocracia, han criticado la "gran influencia otorgada a Widers en el nuevo Gobierno, a cambio de muy poca responsabilidad". Rutte, sin embargo, dice mirarse en el actual modelo brit¨¢nico, con el t¨¢ndem formado por el primer ministro conservador, David Cameron, y el viceprimerministro liberal, Nick Clegg. El congreso de la democracia cristiana holandesa, previsto para este fin de semana, debatir¨¢ el acuerdo. Se esperan duras cr¨ªticas por parte de los diputados contrarios a negociar con la derecha xen¨®foba.