Incre¨ªble pero cierto

Tengo 28 a?os, una licenciatura en Historia del Arte y una suficiencia investigadora en el mismo ¨¢mbito. Hablo fluidamente un total de seis lenguas, reconocidas con t¨ªtulos oficiales. A los 25 me premiaron con una beca en la Real Academia de Espa?a en Roma. Tras nueve meses de investigaci¨®n, me qued¨¦ en Italia trabajando en el estudio de uno de los artistas contempor¨¢neos m¨¢s reconocidos del mundo... Y a¨²n as¨ª, al volver a mi pa¨ªs en 2009, ni la experiencia, ni los estudios, ni los idiomas me sirvieron de nada para asegurarme un sueldo.

Hartos del panorama laboral del sur del Europa, yo y mi compa?ero -un dan¨¦s de profesi¨®n arque¨®logo cl¨¢sico- hicimos la maleta y nos mudamos a Londres. Actualmente vivimos en un piso de una sola habitaci¨®n (rectifico: mi piso ES una sola habitaci¨®n). Con el sueldo de mi novio, nos llega lo justo para pagar las facturas. Respecto a mis ingresos, confieso que tengo la suerte de que mis padres me ayudan cada mes mediante peque?os ingresos para cubrir necesidades b¨¢sicas (viv¨ª de becas varios a?os, por tanto nunca pude cobrar el paro y ahorrar algo para esta aventura).

No voy a mentir: la competici¨®n aqu¨ª es feroz, pero tambi¨¦n es cierto que en Londres hay muchas m¨¢s oportunidades. Eso tiene una explicaci¨®n sencilla: las artes reciben mucho m¨¢s dinero que en cualquier otro lugar, y en general, es sabido que en Inglaterra el nepotismo sirve de poco para obtener una plaza en un museo. Los m¨¦ritos cuentan, y adem¨¢s se ven reflejados en sueldos bastante aceptables.

Cualitativamente, estoy segura que venirme aqu¨ª ha sido un salto. Hacia d¨®nde, no lo s¨¦.