El pr¨ªncipe saud¨ª era el asesino
Bandar Abdulaziz apareci¨® muerto en la habitaci¨®n del nieto del rey de Arabia Saud¨ª con quien supuestamente manten¨ªa una relaci¨®n
El pr¨ªncipe Saud bin Nasir al Saud, de 34 a?os, nieto del rey de Arabia Saud¨ª, fue el asesino de su sirviente Bandar Abdulaziz, de 32 a?os. As¨ª lo acaba de decidir un tribunal de Londres, que todav¨ªa no ha emitido la sentencia.
Los hechos ocurrieron a principios de a?o. El pr¨ªncipe y su s¨¦quito llegaron a Londres despu¨¦s de un largo viaje que les llev¨® antes a Praga, Mil¨¢n, Marraquech y las islas Maldivas. Bandar Abdulaziz apareci¨® muerto con signos de violencia y desde el principio todos los indicios apuntaron al pr¨ªncipe. Para corroborar esta tesis, el hotel en que ocurri¨® todo aport¨® a la polic¨ªa un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa al nieto del rey pegar e insultar al hombre que apareci¨® muerto horas despu¨¦s.
La sexualidad del acusado ha sido determinante en el juicio, ya que el abogado de la acusaci¨®n subray¨® que la clave est¨¢ en la naturaleza sexual de la relaci¨®n del pr¨ªncipe con su asistente.
El pr¨ªncipe ha negado que sea homosexual, pero los empleados del lujoso Landmark Hotel, en Marylebone, no tuvieron dudas. No solo porque la ropa estaba pulcramente ordenada por colores en los armarios -no necesariamente una prueba de nada, pero, en opini¨®n de un empleado del hotel que dice ser ¨¦l mismo gay, es un indicio de mucho-, sino porque el pr¨ªncipe flirteaba con los camareros y se hizo visitar dos veces por prostitutos profesionales.
Y lo ha negado a pesar de que la polic¨ªa sabe que su ordenador port¨¢til fue utilizado para visitar las p¨¢ginas de saunas gais y masajistas sexuales masculinos, a pesar de que viajaban con la gu¨ªa Spartacus -famosa en el turismo gay-, a pesar de que hab¨ªa una sola cama en la suite que compart¨ªan, a pesar de que hab¨ªa fotos de Bandar medio desnudo en su m¨®vil, a pesar de que en el restaurante donde cenaron en aquella terrible noche de San Valent¨ªn no ten¨ªan dudas de que estaban sirviendo a una pareja homosexual, y, sobre todo, a pesar de la extra?a relaci¨®n del pr¨ªncipe Saud bin Nasir al Saud, nieto del rey de Arabia Saud¨ª, con su asistente.
Es posible que la incapacidad del pr¨ªncipe para reconocerse homosexual est¨¦ detr¨¢s de la s¨¢dica relaci¨®n que manten¨ªa con Bandar Abdulaziz, un saud¨ª que de ni?o fue adoptado por una familia de clase media. Todo indica que Bandar se hab¨ªa convertido en el esclavo de Saud. Los testimonios de los empleados del hotel o de los lugares p¨²blicos que visitaron aquellos d¨ªas en Londres coinciden en se?alar que actuaban como pareja pero que el pr¨ªncipe ten¨ªa un papel de gran autoridad sobre su subordinado. Este permanec¨ªa casi siempre callado, como si no tuviera permiso para hablar, y caminaba siempre a cierta distancia detr¨¢s de Saud. Aunque el pr¨ªncipe asegura que eran "amigos e iguales", ¨¦l viajaba en primera clase mientras Bandar viajaba en clase turista. Pero parec¨ªa haber algo m¨¢s que una mera relaci¨®n de poder y dominaci¨®n entre ellos: hab¨ªa puro sadismo, violencia f¨ªsica. As¨ª lo constatan dos grabaciones de c¨¢maras de seguridad. En una se ve al pr¨ªncipe atacar a su amigo a pu?etazos y codazos en el ascensor del hotel. En otra se le ve atac¨¢ndole en plena calle al salir del restaurante en el que cenaron la noche de San Valent¨ªn. Al volver al hotel, bebieron champ¨¢n y seis c¨®cteles en el bar del hotel. Luego, en la habitaci¨®n, un vecino de habitaci¨®n oy¨® gritos y golpes en medio de la noche. Al d¨ªa siguiente, el pr¨ªncipe llam¨® a la Embajada para explicar que su acompa?ante no se encontraba bien. Cuando su contacto en la Embajada lleg¨® a la habitaci¨®n, Bandar estaba muerto.
El pr¨ªncipe dijo que a Bandar le hab¨ªan herido unos atracadores en un cajero cuando retiraba 3.000 euros. Luego confes¨® que le hab¨ªa matado ¨¦l, pero de forma accidental. Bandar ten¨ªa varias costillas rotas, derrame cerebral, hab¨ªa sido asfixiado con tanta fuerza que ten¨ªa rotos los m¨²sculos del cuello y hab¨ªa sufrido tambi¨¦n mordeduras en las mejillas y en una oreja que los m¨¦dicos consideran que ten¨ªan naturaleza sexual.
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