La visita del Papa desata una oleada de protestas de la Barcelona laica
Manifiesto de los vecinos de Sagrada Familia contra la presencia del Pont¨ªfice
Una concentraci¨®n unitaria, que prev¨¦ reunir hoy a 10.000 personas en la plaza de Sant Jaume. Una fiesta con reminiscencias religiosas ( Habemus Party ) en el barrio de la Guineueta. Un encuentro de mujeres que se proclaman "zorras" y "pecadoras" y que har¨¢n o¨ªr su voz al mismo tiempo que el Papa consagra el tempo de la Sagrada Familia. Una org¨ªa simb¨®lica de homosexuales bes¨¢ndose frente a la Catedral. Y hasta una conferencia con el sugerente t¨ªtulo de La Santa Mafia: el imperio econ¨®mico de la Iglesia .
La llegada de Benedicto XVI ha despertado a la Barcelona m¨¢s anticlerical y laica. Durante toda esta semana se celebran actos para protestar por una visita que decenas de colectivos consideran no grata. Las ingentes medidas de seguridad para proteger al jefe de Estado del Vaticano impiden cualquier boicoteo. Pero algunos intentar¨¢n que, al menos, la visita del Pont¨ªfice quede deslucida.
La plataforma Jo no t'espero , integrada por 60 entidades, trabaja desde julio para recibir al Papa a su manera. Esta tarde, a las 19 horas, se celebra el ¨²nico acto unitario: una concentraci¨®n en Sant Jaume. El lugar elegido no es gratuito. "Hemos querido escoger el centro del poder pol¨ªtico de Catalu?a, la sede del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat", explica Alert Riba, de Ateus de Catalunya. "Nos oponemos no tanto a la visita del Papa como a la reacci¨®n de las autoridades ante esta visita", a?ade el secretario general del Movimiento Laico y Progresista, Jofre Villanueva.
Estos d¨ªas, Jo no t'espero distribuye sin descanso material contra el Papa. Nada peligroso. "Tenemos 2.000 banderolas, 4.000 chapas, 20.000 pegatinas... Y algunas ya se est¨¢n agotando", relata Fidel Gonz¨¢lez, que se encarga del reparto del material desde un edificio de entidades en la calle Aviny¨®, en pleno casco hist¨®rico. "Nos llaman muchos vecinos de Sagrada Familia, que quieren colgar una bandera en su balc¨®n para dejar constancia de su malestar antes de irse porque no quieren pasar el fin de semana en la zona cero , como llaman a su barrio", explica Gonz¨¢lez.
Isabel Vila, de 32 a?os, luce una chapa en la solapa. La plataforma las vende a un euro. Tambi¨¦n mete en una bolsa una de las banderolas para el balc¨®n (a tres euros). Sus padres son cat¨®licos y ella misma se cri¨® como tal. Pero ha apostatado y se proclama atea. "No estoy en contra de las religiones, pero no me gusta que venga una persona a la que no reconozco como jefe de Estado. Me parece faltal que se gaste dinero p¨²blico en la visita", precisa Vila.
Alejados de ese tono, pero tambi¨¦n cr¨ªticos con el actual Papa, los cat¨®licos de base se concentran el viernes en la bas¨ªlica de Santa Maria del Pi para "reflexionar sobre el modelo de iglesia".
Los vecinos tambi¨¦n est¨¢n que trinan por la visita. De hecho, una de las zonas en las que se ven pocas banderas amarillas y blancas saludando la visita del Papa es, curiosamente, la de la Sagrada Familia. Incluso hay alguna con una leyenda que recuerda a la pol¨¦mica del AVE: "Queremos al Papa por el litoral". M¨¢s all¨¢ de creencias religiosas, los residentes del entorno del templo han manifestado reiteradamente su malestar por la invasi¨®n de turistas y por las consecuencias que comporta en el barrio.
Ese malestar se ha convertido en enojo indisimulado ante la visita del Papa. La asociaci¨®n de vecinos de la Sagrada Familia ha expresado en un manifiesto su "enojo" por el trato que dan las Administraciones e instituciones a la visita del Papa. Consideran "excesivo" el apoyo financiero que se le dispensa y creen que comporta un "agravio comparativo" respecto a otras creencias presentes en el barrio.
Ya en la parte m¨¢s pr¨¢ctica, los vecinos se muestran cr¨ªticos con las "colosales" medidas de seguridad, especialmente en las doce manzanas que rodean el templo. Durante la tarde de ayer los Mossos d'Esquadra visitaron domicilios aleda?os al templo. "?Qui¨¦n vive aqu¨ª?", preguntaban dos mossos de paisano tras ense?ar sus placas a los vecinos, por ejemplo, de uno de los edificios ubicados entre Marina y Proven?a. Un residente explic¨® que le hab¨ªan pedido el nombre de los que viven en su piso, as¨ª como de las posibles visitas. "Nos han advertido de que si alquilamos el piso ese fin de semana, lo que ocurra en ¨¦l ser¨¢ responsabilidad de los titulares de la vivienda", se?al¨®. Tambi¨¦n les recomendaron que si quieren ver desde sus balcones la visita, no salgan la noche anterior, porque si lo hacen quiz¨¢ no puedan volver a su vivienda hasta el domingo por la tarde.
Al control policial se suman restricciones de tr¨¢fico y cambios en el transporte p¨²blico, que se empezaron a notar ayer con el corte de circulaci¨®n en la calle Proven?a entre Sic¨ªlia y Marina. Restricciones que se incrementar¨¢n a partir de hoy.
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