Compa?¨ªa para Alvar Aalto

 Ilmari Tapiovaara (1919-1999) admiraba a Alvar Aalto. Le parec¨ªa que la arquitectura y el dise?o de su paisano representaban la ideolog¨ªa igualitaria y funcionalista que ¨¦l quer¨ªa para sus muebles e interiores. Tapiovaara trabaj¨® con Le Corbusier en Par¨ªs durante poco menos de un a?o. Luego se convirti¨® en director de producto, y comercial, de la empresa de muebles Asko Oy. Con su mujer, Annikki Tapiovaara, proyect¨® las sillas apilables m¨¢s c¨¦lebres del dise?o finland¨¦s. Las Domus de madera nacieron para amueblar una residencia de estudiantes de Helsinki que llevaba ese nombre. Se hicieron famosas y los finlandeses se abrazaron a esa revisi¨®n de su tradici¨®n. Tapiovaara traduc¨ªa la idea sobria que tienen de la casa los n¨®rdicos. As¨ª, tras firmar todo tipo de establecimientos -de hoteles y oficinas a comercios y restaurantes-, Tapiovaara, un graduado como interiorista, fue invitado a dar clases en el Illinois Institute of Technology de Chicago que hab¨ªa ideado Mies van der Rohe. En Chicago trabaj¨® para Mies, pero luego algo cambi¨®. Las ¨²ltimas d¨¦cadas de su vida las pas¨® trabajando en Paraguay, en Isla Mauricio o en Yugoslavia en proyectos para la ONU en los que el dise?o se ve¨ªa como una herramienta de futuro.A Tapiovaara no le hac¨ªan falta m¨¢s medallas que la vigencia de cada uno de sus muebles. Aun as¨ª, consigui¨® seis de la Trienal de Mil¨¢n. Y una retah¨ªla m¨¢s de premios finlandeses e internacionales.

La noticia, sobre los muebles de Tapiovaara, la ha dado estos d¨ªas Artek, la empresa que fund¨® Maire Gullichsen para producir y comercializar los muebles de Alvar Aalto. Ser¨¢ esta firma la que, a partir de ahora, comercialice el legado Tapiovaara. Coincidiendo con su 75? aniversario, la noticia es que Artek ha tomado un nuevo rumbo tras ensayar varias posibilidades, y tal vez marearse en el intento, durante los ¨²ltimos a?os. Una empresa como Artek, nacida barajando arte y t¨¦cnica, ha tenido serios problemas en las ¨²ltimas d¨¦cadas, en las que el dise?o ha pasado a entenderse como ¡°renovarse o morir¡±. En esa diatriba, trat¨® de sumar otros dise?adores a su elenco de estrellas, centrado en Alvar Aalto, quiso m¨¢s tarde reproducir el esp¨ªritu del arquitecto, dar con la esencia de la sobriedad finlandesa y, entendiendo desde la prudencia que algo deb¨ªa cambiar para que todo continuara igual, lleg¨® a tratar de capear el temporal con la ayuda de profesionales tan brillantes como escasamente n¨®rdicos, con Tom Dixon a la cabeza. Todo eso pas¨® y hoy parece que el puzle del legado Aalto finalmente encaja. Ahora la colecci¨®n que Tapiovaara dise?¨® por el mundo pensando en la gente, la que para los finlandeses mejor representa las tradiciones de su pa¨ªs, la vender¨¢ Artek, la marca que en el mundo es sin¨®nimo de Aalto. Y una celebra, por los dos dise?adores, una uni¨®n que los hubiera enorgullecido a ambos.

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