Expulsada una mujer de su piso por alimentar a los p¨¢jaros
La juez considera que la vecina causaba molestias e insalubridad.- La condenada tendr¨¢ que estar a?o y medio alejada de su casa
Una mujer ha sido condenada por el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero cuatro de M¨¢laga a la privaci¨®n del derecho de usar su vivienda durante un a?o y seis meses por dar de comer a palomas, gorriones y gaviotas con las consiguientes molestias e insalubridad para el resto de vecinos.
La magistrada considera probado que la mujer daba de comer alpiste a palomas y otras aves en su terraza y ventanas, lo que hac¨ªa que hubiera una continua afluencia de esas aves y algunas de ellas llegaron a anidar en una terraza "con las consiguientes molestias e insalubridad".
En el fallo se destaca que la actividad de la demandada, que lleva desarrollando desde hace m¨¢s de nueve a?os, adem¨¢s de molesta e insalubre es "peligrosa e il¨ªcita" para el edificio y sus vecinos.
Adem¨¢s tambi¨¦n se le condena a abonar a la comunidad de propietarios, que son los demandantes, m¨¢s de 2.000 euros para los trabajos de limpieza y pintado de la fachada, y absuelve a los dos hermanos de la misma, que tambi¨¦n hab¨ªan sido demandados.
La comunidad de propietarios lleva a?os intentando que la mujer dejara de dar de comer a las aves, y pese a la incoaci¨®n de varios expedientes administrativos, la demandada hab¨ªa hecho caso omiso.
Adem¨¢s, en junio de 2006 ya se le advirti¨® por parte del presidente de la comunidad que de no cesar en su actividad se adoptar¨ªan las medidas judiciales procedentes.
La magistrada explica en los fundamentos de derecho que procede la privaci¨®n del uso de la vivienda debido "a la gravedad de la situaci¨®n actual y a su continuidad en el tiempo, desde el a?o 2005, sin que haya atendido a los requerimientos no s¨®lo de la comunidad de propietarios sino desde el Servicio de Vigilancia Sanitario Ambiental del ¨¢rea de medio ambiente del Ayuntamiento de M¨¢laga.
Algunos vecinos han explicado hoy a Efe que durante a?os han intentado arreglar el problema por las buenas pero dado la negativa de la mujer, los problemas de insalubridad, los esc¨¢ndalos y fuertes ruidos por la noche, y el miedo por las aves que frecuentan la zona, tuvieron que tomar medidas legales porque se dificultaba el normal desarrollo de la vida cotidiana en el edificio.
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