?Otra ocurrencia de un partido serio?

Si fuera parte de un plan perfectamente premeditado no habr¨ªa salido jam¨¢s tan bien el espect¨¢culo de improvisaciones y descoordinaci¨®n que est¨¢ ofreciendo el PSOE y el Gobierno que dirige Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en las ¨²ltimas semanas. No, tiene que ser otra ocurrencia. Otra idea genial. Otra medida salvadora. Lo de ponerse ahora, a apenas dos meses del inicio de la campa?a electoral del 22-M, a reprogramarlo todo no es propio de un partido tan serio e importante como el PSOE. Luego no puede ser verdad. No debe. Y menos con la explicaci¨®n oficial de que se pretende subrayar as¨ª m¨¢s el car¨¢cter local de estos comicios. Como si no se supiera eso hace cuatro a?os. No, tiene que haber otra raz¨®n de peso.

Las especulaciones sobre que esta reprogramaci¨®n tenga algo que ver con la sucesi¨®n de Zapatero seguramente no tienen ning¨²n sustento. Seguro. O no. Como nos falta buena informaci¨®n al respecto, y el presidente y su entorno se empe?an en juguetear con una decisi¨®n tan trascendente para todos los espa?oles, tenemos todo el derecho a barajar todas las hip¨®tesis. Incluida la de que el PSOE se plantee ahora, con tan poco tiempo de reacci¨®n, un tipo de campa?a totalmente diferente a la ya dise?ada tanto para proteger a Zapatero de los m¨¢s que previsibles ataques en tromba del PP y de Mariano Rajoy (insinuaci¨®n que deslizan en sus argumentarios), como para proteger a sus candidatos locales (para las alcald¨ªas y las autonom¨ªas) del da?o que la gesti¨®n del presidente del Gobierno estos ¨²ltimos dos a?os les puede ocasionar en las urnas. Pero tambi¨¦n puede que les haya hecho mella finalmente, tanto a Zapatero como a su entorno, la presi¨®n de los principales barones para que el presidente descubra cuanto antes (desde luego con anterioridad al 22-M) sus proyectos de futuro en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Es decir, si quiere repetir una tercera vez como candidato a la presidencia en 2012.

Jos¨¦ Blanco, el vicesecretario general y responsable de la campa?a, ha reaccionado esta ma?ana con malestar ante el nuevo panel de quinielas period¨ªsticas que desatado la decisi¨®n inesperada del comit¨¦ electoral, al parecer perge?ada el lunes en los maitines de La Moncloa y comunicada a los comit¨¦s regionales por la tarde mediante videoconferencia. El PSOE es cada d¨ªa m¨¢s moderno, tanto que el s¨¢bado se aprobaron las listas en el comit¨¦ federal mediante asentimiento, llev¨¢ndose los convocados lo decidido en un pen drive en el bolsillo.

Tampoco ha ayudado mucho a aclarar lo sucedido cuando Blanco ha dicho que el asunto quedar¨¢ claro cuando ¨¦l decida (se conocer¨¢ la agenda oficial de la campa?a dentro de un mes) mientras advert¨ªa al mismo tiempo que las estrategias no deben revelarse para que funcionen. En fin, no habr¨¢ Vistalegre, el encuentro emblem¨¢tico que el partido se hab¨ªa construido entre Zapatero y sus bases. El PSOE presume, adem¨¢s, de que se ahorrar¨¢ los miles de euros del alquiler ya programado de la plaza y de que los podr¨¢ "redireccionar" (?jar?) para fomentar m¨¢s actos locales y auton¨®micos. Zapatero, adem¨¢s, tomar¨¢ parte en algunos de esos actos redireccionados. Pero el PSOE a¨²n no sabe si tiene que redise?ar esa campa?a con un Zapatero presidente saliente, entrante, reincidente o circunstancial.