"No queremos irnos. No hay derecho"
Reducidos a chatarra un autob¨²s y una caravana que usaban como vivienda 14 personas en el norte de Madrid
A las 8.45 han llegado para demoler el lugar que hab¨ªa sido su casa durante tres a?os, un autob¨²s y una caravana destartalados en las que viv¨ªan 14 miembros de la misma familia de gitanos rumanos, cuatro adultos y diez menores de entre uno y 14 a?os, en la calle Somport de Las Tablas, en el norte de Madrid. Son agentes de la Polic¨ªa Municipal de Madrid y de la Polic¨ªa Nacional, una gr¨²a, una excavadora, el Samur y responsables de Urbanismo del Ayuntamiento. Tres horas despu¨¦s, los dos veh¨ªculos han sido reducidos a chatarra por las palas de la excavadora. "No queremos irnos. No hay derecho", se lamenta el patriarca, Fran Stan, apoyado por una decena de voluntarios de la Parroquia de San Carlos Borromeo.
La familia tiene preparada una caseta a 50 minutos de su lugar actual
"No nos queremos ir de aqu¨ª, estamos muy bien", afirma Stan, el padre
El Ayuntamiento ha confirmado que ha ordenado la destrucci¨®n de ambas infraviviendas porque se trata de un "asentimiento ilegal". Al desguace de sus viviendas han asistido los padres y los ni?os peque?os, ya que los mayores est¨¢n escolarizados en un centro escolar de la zona y ya se hab¨ªan ido a clase cuando ha comenzado el desalojo. Para facilitar la operaci¨®n de derribo, loa agentes han cortado el camino de Fuencarral a Hotaleza. En el autob¨²s viv¨ªan Fran Stan, su esposa Grazieria y ocho de sus hijos. Al lado, en la caravana, la hija mayor, Persida, con su esposo Cipri¨¢n y sus dos hijos, que pronto, en un par de meses, ser¨¢n tres. Tanto ella como su pareja, est¨¢n buscando trabajo. Seg¨²n ha indicado un voluntario de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada de la Ca?ada Real, se trata de una familia "muy integrable, muy educados, los ni?os hablan espa?ol perfectamente y asisten a colegios en la zona".
A San Roque y Valdelatas
El jefe de Disciplina Urban¨ªstica del Ayuntamiento de Madrid, Julio C¨¦sar Santos, ha considerado "un ¨¦xito" la operaci¨®n de desalojo, que se ha desarrollado sin incidentes de ning¨²n tipo y despu¨¦s de que las familias sacaran sus enseres. Fran Stan, de profesi¨®n chatarrero, reclama que, al menos, le den el amasijo de hierros en el que se han convertido sus viviendas para venderlos. Calcula que vale 1.500 euros. Sin embargo, la chatarra va a ser depositada en un vertedero. "han tenido tiempo para desalojar el lugar y vender los veh¨ªculos para chatarra pero no lo han hecho", indica Santos.
La familia, de origen rumano, llevaba asentada desde 2008 en el camino de Fuencarral a Hortaleza. Se instalaron all¨ª cuando el jefe de Stan, que ten¨ªa un negocio de veh¨ªculos que ¨¦l vigilaba, les dio el autob¨²s que convirti¨® en su vivienda y que ya no existe. Entonces, salieron de la Ca?ada Real, donde, seg¨²n Stan, "la vida era muy conflictiva". En Las Tablas, lograron agua y luz. Un empalme casero les conecta al alumbrado p¨²blico, y el agua corriente la sacaban de una toma de agua en la calle. Hasta que la polic¨ªa les visit¨® el s¨¢bado para decirles que los desalojar¨ªan hoy. "Estamos muy bien aqu¨ª, ?qu¨¦ vamos hacer?", se lamentaba ayer en un castellano perfecto delante del viejo autob¨²s.
A finales de 2010 el Ayuntamiento mand¨® una orden administrativa que requer¨ªa la salida voluntaria de varias familias rumanas que viv¨ªan en chabolas por la zona -una treintena de rumanos, muchos de ellos ni?os-. Todos se marcharon menos la familia de Stan. "No ten¨ªan los papeles para echarnos, as¨ª que nos quedamos", explica el padre. Pero el Consistorio reuni¨® los papeles necesarios. El Ayuntamiento les mand¨® una carta el pasado 10 de marzo en la que hac¨ªa referencia a una sentencia del Juzgado n¨²mero 19 de Madrid y les requer¨ªa a que procedieran "de forma inmediata al desalojo de personas y enseres". En caso de no salir voluntariamente, se proceder¨ªa "a la ejecuci¨®n forzosa por parte de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad", como finalmente ha sucedido.
El Samur Social ha llevado ya a las familias a los campamentos para personas de origen inmigrante con riesgo de exclusi¨®n de San Roque -Fran Stan, Grazieria y sus ocho hijos menores- y Valdelatas -Cipri¨¢n, Persida y sus dos ni?os-, donde van a alojarse esta noche y donde al parecer podr¨¢n quedarse unos tres meses. Stan y su mujer llegaron a Espa?a desde Ruman¨ªa en 2001. Persida ha mostrado su descontento con esta decisi¨®n ya que para ella est¨¢ "muy lejos", adem¨¢s de no conocer "a nadie en ese sitio". En octubre de 2011 har¨¢ 10 a?os que se empadronaron y, seg¨²n ellos, tendr¨¢n "derecho a pedir una casa".
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