60 horas de palabras, m¨²sica, risas y emoci¨®n

0 d¨ªas, 0 horas y 0 segundos marc¨® el gran reloj digital en la pantalla. La cuenta atr¨¢s hab¨ªa terminado y los presentadores de la radio, Fernando Carruesco y Sergio Brau, por fin finalizaron su programa marat¨®n. Era las nueve de la noche de ayer y llevaban en las ondas desde el lunes a las nueve de la ma?ana. 60 horas de transmisi¨®n, sin dormir.

Este desaf¨ªo supera por ocho horas la marca actual por un programa hablado (un talkshow) de 52 horas que, seg¨²n una portavoz de Guinness World Records, tiene un equipo de rusos, de Radio Ruso, por un programa que emiti¨® en septiembre del a?o pasado. Carruesco, estudiante de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y Brau, locutor de Hit Huesca, superaron este reto a la una de la tarde ayer y siguieron hasta 60 horas para "tener un numero redondo", como coment¨® Brau en el programa.

Ahora es la organizaci¨®n de los r¨¦cords Guinness World Records quien tiene que certificar si realmente lo han logrado. Para esto la preparaci¨®n del dossier de evidencia es casi tan importante como hacer el programa en s¨ª. Sin pruebas, no hay r¨¦cord. En todo momento hab¨ªa dos testigos independientes en el estudio -el sal¨®n de actos de la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid- y otro testigo vigilando a estos dos. Sus informes son fundamentales. Adem¨¢s el sonido y las im¨¢genes de todo el programa fueron emitidos por Internet, y el equipo de organizadores tiene una copia para mandar al adjudicador, una empresa brit¨¢nica.

Guinness World Records tambi¨¦n va a estudiar un certificado de r¨¦cord que los presentadores de radio Montse Bobis y Carlos Gulberti aseguran que consiguieron por un programa emitido en Onda Fuenlabrada en las navidades de 1992, y que dur¨® 150 horas. El programa ten¨ªa una finalidad solidaria: recoger dinero, ropa, alimentos y juguetes para los ni?os de ?frica. Bobis asegura que "la experiencia bonita" sali¨® en el libro de los r¨¦cords en 1995. Una portavoz de Guinness Word Records ha comunicado que, por lo que pueden averiguar, "los nombres de Bobis y Gulberti no figuran en el base de datos", pero han pedido una copia del certificado para comprobar todo y asignar el r¨¦cord a la categor¨ªa correcta. Y la categor¨ªa es muy importante porque hay varias para programas de radio. Adem¨¢s, los requisitos cambian con el tiempo, y puede ser que lo necesario para un r¨¦cord en 1992 no sea lo mismo que en 2011.

Por ahora todo est¨¢ en manos de Guinness World Records. Aunque puede ser que no importe tanto la decisi¨®n final. A las 18.00 de la tarde del martes, con 33 horas hechas del programa de Carruesco y Brau, entr¨® una llamada. Era Luis del Olmo, de Punto Radio. En la conversaci¨®n se toc¨® el tema del Guinness, pero Carruesco fue tajante: "Lo importante no es el r¨¦cord, es el amor por la radio". Una de los productores, Mar¨ªa Garc¨ªa, lo confirm¨®: "?Es un loco de la radio!"

Para llenar los dos d¨ªas y medio de radio el equipo de estudiantes ten¨ªa planificado una larga lista de invitados, muchos de ellos de renombre: el entrenador de f¨²tbol Vicente del Bosque, la periodista Mercedes Mil¨¢ y el humorista Agust¨ªn Jim¨¦nez. Ana Blanco, presentadora del telediario de mediod¨ªa en Televisi¨®n Espa?ola, aport¨® su granito de arena la tarde el martes. La periodista confes¨® que su m¨¢ximo ser¨ªa "tal vez 24 horas".

Ayer por la tarde, con solo 30 minutos para alcanzar las 60 horas Carruesco empez¨® a dar gracias a la gran lista de personas que hab¨ªan ayudado a convertir el sue?o en realidad. Al equipo de 200 estudiantes: los que hab¨ªan organizado los invitados, los productores, los s¨²per productores y los t¨¦cnicos del estudio, al profesor que hab¨ªa respaldado el proyecto, Pedro Garc¨ªa, y que hab¨ªa apostado hasta a su mujer a que iban a conseguirlo y a la Universidad. Cada asiento del sal¨®n estaba ocupado y el mogoll¨®n llen¨®, adem¨¢s de los pasillos, hasta fuera de la puerta. Unas 400 personas. Despu¨¦s de dar las gracias se pas¨® el micro y el uso de la palabra a la sala para que los del equipo tambi¨¦n pudieran hablar sobre la experiencia. Ana Garc¨ªa, una de los productores, cogi¨® el micr¨®fono pero las palabras no le sal¨ªan por la emoci¨®n.

Cada n¨²mero de la cuenta atr¨¢s de los ¨²ltimos segundos era un grito, dejando escapar todo el estr¨¦s y la tensi¨®n de cinco meses de duro trabajo. Al terminar los dos presentadores se abrazaron. Todo fueron gritos de enhorabuena, felicidades y algunas, o muchas, l¨¢grimas. Y ya, despu¨¦s de 60 horas de palabras y risas, los presentadores se fueron corriendo, con ganas de llegar a la cama.