Carrera en la sombra
Rubalcaba y Chac¨®n, de momento, son los candidatos m¨¢s claros a sustituir al presidente, tras anunciar que no concurrir¨¢ a las elecciones de 2012
El anuncio del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de que no se presentar¨¢ como candidato a las pr¨®ximas elecciones generales, abre la carrera para la sucesi¨®n, aunque oficialmente el proceso se inicie despu¨¦s de las elecciones municipales y auton¨®micas del 22 de mayo. Ning¨²n aspirante puede permitirse dar a conocer que quiere ser candidato en las primarias, para no entorpecer la campa?a electoral y provocar con eso rechazo del resto del partido.
A d¨ªa de hoy solo hay dos nombres que, por distintos motivos, han sido barajados como posibles candidatos: Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, y Carme Chac¨®n, ministra de Defensa. Pero ninguno de ellos ha confirmado p¨²blicamente que desea aspirar a suceder a Zapatero como candidato a la presidencia en las generales de 2012. Rubalcaba es respetado en el partido y tiene el poder de ser el peso pesado del Gobierno, mientras que Chac¨®n es joven, mujer y cuenta con el apoyo del PSC.
Rubalcaba: La esperanza blanca de los barones territoriales del PSOE
Por JOS? MANUEL ROMERO
En un partido agobiado por los sombr¨ªos vaticinios de los sondeos, algunos vislumbran la "alternativa Rubalcaba" como la ¨²nica esperanza blanca capaz de dar la vuelta a los resultados del 22-M, porque el vicepresidente es el socialista mejor valorado, seg¨²n el CIS, y porque no necesita presentaci¨®n, es tan conocido como Zapatero o Rajoy.
Capaz de fabricar los mensajes m¨¢s cortos y envenenados de cuantos circulan en la refriega parlamentaria, su dial¨¦ctica semanal en las sesiones de control ha dejado en nada la figura emergente de la portavoz popular, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que hizo carrera como congresista gracias a sus preguntas de los mi¨¦rcoles a Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega.
Rubalcaba apag¨® la estrella de S¨¢enz de Santamar¨ªa en unas pocas ma?anas parlamentarias. En su segunda etapa de portavoz del Gobierno ha encontrado un nuevo estilo de comunicar y ordenar las conferencias de prensa de los viernes. Para contestar a la cuesti¨®n que le plantea un periodista es capaz de hacerse a s¨ª mismo otras cinco preguntas para responder lo que quiere. A veces, en las ruedas de prensa m¨¢s esperadas, Rubalcaba se agarra a su libro de autoyuda: "Si ustedes me preguntan... yo digo, y si me preguntaran, yo dir¨ªa...". Y los asistentes al espect¨¢culo de egocentrismo pol¨ªtico se quedan perplejos y desconcertados, pero con la hoja llena de titulares.
El PP le considera un diablo. Aunque sabe mucho m¨¢s por veterano. Fue la voz del ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez (1993-1996), lo que no suma muchos puntos. Fue el mensaje del PSOE en las horas previas al vuelco electoral de marzo de 2004 cuando el PP acusaba a ETA del atentado del 11-M. "Los ciudadanos espa?oles", proclam¨® Rubalcaba, "se merecen un Gobierno que no les mienta, un Gobierno que les diga siempre la verdad". Un mensaje letal concentrado en seis segundos y 19 palabras que encerr¨® a Rajoy en el s¨®tano por ocho a?os.
Ahora que suenan tambores de primarias, Rubalcaba debe recordar con cierta desgana que es un consumado perdedor de ese instrumento que los socialistas se han dado para partirse la cara entre fiestas de la democracia. El vicepresidente apoy¨® a Bono contra Zapatero; y a Trinidad Jim¨¦nez contra Tom¨¢s G¨®mez. Sus elecciones siempre fueron desafortunadas. Ahora le toca apostar por s¨ª mismo aunque si alguien le pregunta, sacar¨¢ su libro de estilo de las conferencias de prensa de los viernes. "Si me preguntaran si deseo competir por el puesto de Zapatero, les dir¨ªa que no me lo he planteado. Y si me preguntaran si me lo planteo, les dir¨ªa que a¨²n no lo he pensado..." (respuesta no real sino imaginada).
Sus apuestas perdidas en pol¨ªtica no le han apartado de la escalera del poder por la que ha subido pelda?os hasta llegar al pen¨²ltimo. "Ha llegado a lo m¨¢s alto desde su competencia, no desde su ambici¨®n", cuentan los que le conocen. Zapatero le aup¨® cuando le hizo vicepresidente del Gobierno. Aunque Rubalcaba es madridista.
El PP intenta cortarle las alas cada mi¨¦rcoles. Le considera un t¨¢ctico de la maldad y c¨®mplice de terroristas. Ahora que EL PA?S ha descubierto todas las actas que ETA escribi¨® sobre las conversaciones con el Gobierno, los populares se le han lanzado al cuello y lo acusan de haber dado un trato de favor ignominioso a los terroristas. Pasan por alto que el mismo que sufre las acometidas del PP por una supuesta colaboraci¨®n con ETA es quien dirige el departamento que m¨¢s ha golpeado a los terroristas y que ha acorralado como nunca a la banda criminal, cada d¨ªa m¨¢s cerca de su desaparici¨®n.
En estos d¨ªas con rumor a mudanza, o Rubalcaba finge mucho o est¨¢ desconcertado por las dudas hamletianas de Zapatero. El vicepresidente, qu¨ªmico acostumbrado a prever las consecuencias de cualquier acto, anda confundido y no soporta el festival de elucubraciones sobre el futuro de su jefe.
Hoy le quita el sue?o la cuesta abajo por la que transita su partido y se ofusca cuando lee que algunos dirigentes del PSOE pretenden jubilarle con la excusa de que "los abuelos nunca suceden a los nietos". "El zapaterismo, excluido Jos¨¦ Blanco, no quiere a Rubalcaba", cuentan unos. Al vicepresidente no le importa. Otros muchos, la mayor¨ªa del poder auton¨®mico del partido, no albergan dudas: "Es la ¨²nica alternativa solvente. Tal como estamos, no hay debate posible".
Hace unas semanas, la fiebre le ingres¨® unos d¨ªas en el hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid y cundi¨® el des¨¢nimo en todos los que le esperan como agua milagrosa de mayo. "En los ¨²ltimos tiempos ha coqueteado con la idea de retirarse a un plano m¨¢s tranquilo, con este problema de salud no estar¨¢ para primarias ni para peleas", teorizan algunos. Pero en su reducido entorno nadie confirma esa tesis: "Si hay que dar la pelea por el partido, la dar¨¢".
Si me preguntan, no s¨¦, pero contesto, que dir¨ªa Rubalcaba.
Chac¨®n: Valor para el futuro, inc¨®gnita para el presente
Por MIGUEL GONZ?LEZ
La primera vez que le preguntaron si Espa?a estaba preparada para tener a una mujer como presidenta, Chac¨®n se qued¨® sorprendida. No tanto, sin embargo, como del revuelo que provoc¨® su obvia respuesta: "Espa?a no est¨¢ menos preparada que Chile, Argentina, Brasil, Liberia, India, Alemania, Reino Unido y tantos otros pa¨ªses que tienen o han tenido a mujeres al frente del poder ejecutivo".
La segunda vez que le hicieron la misma pregunta, Chac¨®n ya tra¨ªa la contestaci¨®n aprendida: dijo que, para llegar a La Moncloa, no basta con querer (y nadie duda de que ella quiere), sino que hace falta ser querida. Por los militantes del PSOE y por los votantes, que son quienes deben otorgarle su confianza.
El presidente castellano-manchego, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, dijo de ella que es "joven, aunque sobradamente preparada" y que tiene "m¨¢s futuro que pasado". Chac¨®n es joven, aunque ya no tanto. Acaba de cumplir 40 a?os. La edad que ten¨ªa Felipe Gonz¨¢lez cuando llego a La Moncloa y Zapatero cuando se convirti¨® en l¨ªder del PSOE. Pero est¨¢ mejor preparada que los dos citados a su edad; ha sido teniente de alcalde de su localidad natal, Esplugues de Llobregat (Barcelona); vicepresidenta primera del Congreso; ministra de Vivienda y ministra de Defensa, la primera en la historia de Espa?a.
Para descartar su candidatura, sus oponentes cuestionan que el PSOE pueda postular a alguien que pertenece a otro partido. Es una malevolencia, ya que Chac¨®n pertenece a la Comisi¨®n Ejecutiva del PSOE, aunque es dirigente del PSC, lo que no es lo mismo pero es igual. Tener una silla en Barcelona y otra en Madrid es una forma de estar en dos sitios a la vez. Aunque se corra el riesgo de no estar en ninguno. Parecer catalana en Madrid y madrile?a en Catalu?a.
Chac¨®n est¨¢ acostumbrada a convivir con identidades diversas. Su madre es catalana y su padre almeriense. No oculta su admiraci¨®n por su abuelo, un anarquista aragon¨¦s, pero conserva buenos recuerdos del colegio de monjas donde estudi¨®.
Tambi¨¦n ha demostrado que no se arredra ante las dificultades. Ni su mediana estatura ni su cardiopat¨ªa cong¨¦nita la disuadieron de jugar al baloncesto. Y el embarazo de su primer hijo, Miquel, no le impidi¨® visitar a las tropas en Afganist¨¢n, al poco de tomar posesi¨®n de la cartera, en abril de 2008.
Chac¨®n form¨® parte de Nueva V¨ªa, el grupo que aup¨® a Zapatero a la secretar¨ªa general del PSOE y en el que tiene amistades ¨ªntimas, como Leire Paj¨ªn. En diciembre de 2007 se cas¨® con Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicaci¨®n. Algunos atribuyen a la influencia de su marido su aparente aversi¨®n a las ruedas de prensa y su sustituci¨®n por la photo opportunity; otros la excusan apelando a la rigidez que impone el cargo.
Sea o no deliberado, Chac¨®n ha logrado mantenerse a resguardo del desgaste y las encuestas del CIS la sit¨²an de modo persistente como una de las ministras mejor valoradas.
Tras el 22 de mayo se sabr¨¢ si, parafraseando a Barreda, Chac¨®n sigue siendo una mujer con m¨¢s futuro que presente. Para evitarlo, tendr¨¢ que saltar a la arena y pelear la sucesi¨®n de Zapatero en la dura batalla de las primarias. Ella ha sido de las primeras en pedirlas, pero nunca ha dicho que vaya a presentarse.
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