Cuatro presos de Picassent cumplir¨¢n 13 a?os y medio de c¨¢rcel por un mot¨ªn en 2007

Cuatro presos de la c¨¢rcel valenciana de Picassent han aceptado hoy cumplir una pena de 13 a?os y medio de prisi¨®n por secuestrar y herir a tres funcionarios en noviembre de 2007. Tambi¨¦n amenazaron con pinchos a otros internos, y algunos de ellos resultaron lesionados. Los procesados, en el juicio celebrado en la secci¨®n segunda de la Audiencia de Valencia, han aceptado tras una negociaci¨®n que ha durado cerca de dos horas una pena de 21 a?os, nueve meses y cuatro d¨ªas de prisi¨®n por cuatro delitos de detenci¨®n ilegal; tres de lesiones; un delito continuado de atentado; dos faltas de malos tratos; y tres faltas de amenazas. No obstante, solo cumplir¨¢n 13 a?os y medio, atendiendo a la refundici¨®n de condenas, seg¨²n el acuerdo alcanzado por las partes.

Inicialmente, el ministerio fiscal ped¨ªa para los acusados 46 a?os de c¨¢rcel al imputarles cuatro delitos de lesiones -en lugar de tres- y tres faltas de amenazas. Asimismo, tendr¨¢n que indemnizar a los tres funcionarios con 33.800 euros en total, y a dos internos que resultaron heridos con 90 y 2.000 euros respectivamente -la ¨²ltima cantidad por da?os morales-.

Uno de procesados, en el momento en el que se le ha otorgado la ¨²ltima palabra antes de dejar el juicio visto para sentencia, ha amenazado a los funcionarios y les ha dicho: "Tienen que pagarlas todav¨ªa". Ha relatado que los empleados les ten¨ªan en un patio "de mala manera", de cuatro metros de largo por dos de ancho. "No hab¨ªa ni alcantarillas ni nada", ha dicho. Ha comentado que denunci¨® esta situaci¨®n a inspectores de Madrid, y que el mot¨ªn se produjo como consecuencia de estos hechos. Por su parte, otro acusado ha indicado que en el momento en el que se produjo el mot¨ªn "hab¨ªa un abuso de poder" en el m¨®dulo de aislamiento, que es en el que se encontraban. "Pasamos 26 d¨ªas con tratos vejatorios, degradantes y torturas psicol¨®gicas", ha se?alado. "Esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo", ha apostillado. As¨ª, ha afirmado que "hubo motivos para que ocurriera eso y m¨¢s", ha aseverado. Los otros dos procesados han indicado que las navajas, cuchillos y m¨®viles que portaban el d¨ªa del mot¨ªn pertenec¨ªan a los funcionarios y los cogieron de sus bolsas. "El pincho s¨ª que lo fabricamos nosotros", ha indicado uno de ellos.

El mot¨ªn

El suceso tuvo lugar en la tarde del 27 de noviembre de 2007. Los acusados, todos ellos internos en el centro penitenciario, en el m¨®dulo 11 de aislamiento, idearon un plan para realizar un mot¨ªn. Entonces, uno de ellos solicit¨® a un funcionario, que estaba vigilando el patio, hacer una llamada telef¨®nica, y este le acompa?¨®. A la vuelta, cuando el funcionario abri¨® la puerta, el procesado se abalanz¨® sobre ¨¦l, le golpe¨® reiteradamente y le redujo. Por su parte, otros dos acusados redujeron a otro funcionario que acompa?aba al primero, le golpearon y le pusieron unos grilletes. Luego le encerraron en una celda de aislamiento, donde estuvo privado de libertad desde las 18.00 hasta las 00.30.

Posteriormente esposaron al primer funcionario y le golpearon. A otro empleado p¨²blico que se encontraba en el interior de la oficina del m¨®dulo de aislamiento, un acusado le inmoviliz¨®, le tir¨® al suelo y le espos¨® a la mesa. Asimismo, cada media hora le dec¨ªa frases como: "?Qu¨¦ te parecer¨ªa si te cosemos a pu?aladas?".

En el transcurso de este mot¨ªn, se uni¨® a los procesados un cuarto interno que tambi¨¦n realiz¨® intimidaciones contra la vida de las personas a los funcionarios y al resto de los internos. Estaba provisto de un pincho. Adem¨¢s de los funcionarios, hubo cuatro internos m¨¢s que sufrieron lesiones e intimidaciones, e incluso uno de ellos tambi¨¦n fue esposado y privado de libertad hasta las 00.00.

Los acusados exigieron la presencia del juez en funciones de guardia, ya que para la liberaci¨®n de los funcionarios quer¨ªan droga y mejoras de vida en el centro. El magistrado se person¨® y, tras una negociaci¨®n, logr¨® la liberaci¨®n de los funcionarios. Los tres empleados sufrieron varias lesiones en el cuello, cara o rodillas, y uno de ellos est¨¢ actualmente jubilado -a pesar de sus 40 a?os de edad- por un trastorno psicol¨®gico grave.

El ministerio fiscal, los letrados de la acusaci¨®n, de las defensas y el abogado del Estado han diferido respecto a la responsabilidad civil. Los primeros lo han achacado al Estado, al considerar que hubo un d¨¦ficit de vigilancia y que no se extremaron las medidas de seguridad.

Frente a ello, el abogado del Estado se ha opuesto y ha reclamado la absoluci¨®n de la Administraci¨®n en esta causa por considerar que no hubo infracci¨®n y se actu¨® con "diligencia".