La fiscal¨ªa recurre la imputaci¨®n del jefe anticorrupci¨®n de los Mossos
Puig mantiene la defensa de la actuaci¨®n 'impecable' del mando
El juez de Barcelona que investiga una presunta trama de corrupci¨®n en el seno de los Mossos d'Esquadra se queda cada vez m¨¢s solo. En una decisi¨®n muy poco habitual, la fiscal¨ªa ha decidido recurrir el auto en el que el juez Joaqu¨ªn Aguirre llama a declarar como imputados a seis mossos por encubrir a una banda de narcotraficantes. Entre esos imputados est¨¢ el jefe anticorrupci¨®n de la polic¨ªa auton¨®mica, el subinspector Antoni Salleras. El fiscal anticorrupci¨®n Emilio Sanchez-Ulled considera que no existen indicios suficientes para sostener la imputaci¨®n de Salleras y los hombres de su unidad, seg¨²n han confirmado a este diario fuentes judiciales. La acusaci¨®n p¨²blica se desmarca as¨ª de la l¨ªnea seguida en este caso por Aguirre, quien ha acusado a los investigadores que antes ten¨ªa a sus ¨®rdenes de ocultarle informaci¨®n clave para encubrir a miembros de la banda.
El mando imputado, Antoni Salleras, habr¨ªa dirigi¨®, bajo las ¨®rdenes del juez que ahora le acusa, la investigaci¨®n contra una red de poca monta dedicada al tr¨¢fico de coca¨ªna. En esas pesquisas aparecieron implicados un confidente policial y tres mossos.
Sin embargo, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona, Joaqu¨ªn Aguirre, considera ahora que Salleras y sus hombres le ocultaron informaci¨®n para proteger a los miembros de la banda y polic¨ªas sospechosos, y alertarles de que estaban siendo investigados. "Subvirtieron el orden jer¨¢rquico para eludir la imputaci¨®n de personas", razona en su auto, donde a?ade que algunas conversaciones importantes grabadas por la polic¨ªa "no fueron transcritas" ni entregadas. Aguirre imputa a Salleras una serie de delitos: "Omisi¨®n del deber de perseguir delitos, ocultaci¨®n de documentos, revelaci¨®n de secretos, falsedad en documento p¨²blico, obstrucci¨®n a la justicia y encubrimiento o, en su caso, tr¨¢fico de estupefacientes".
El caso ha desatado una agria batalla entre Aguirre, la c¨²pula de los Mossos -que ve una "caza de brujas"- y el propio Departamento de Interior. Felip Puig defendi¨® ayer la trayectoria "impecable, intachable", de los seis polic¨ªas (el citado subinspector, dos sargentos, dos cabos y un agente). "Se demostrar¨¢ que son inocentes", reiter¨® en rueda de prensa. Interior prestar¨¢ apoyo legal a los agentes, a?adi¨®.
Fuentes policiales se sumaron a la defensa de la "integridad" de los investigadores y atribuyeron las imputaciones a una vendetta contra la labor "inc¨®moda" de Salleras (condecorado con una medalla de bronce y 11 felicitaciones del cuerpo policial). El subinspector y su equipo lideraron dos operaciones en las que se han visto implicados mandos de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Esas mismas fuentes a?aden que las sospechas derivan de un desencuentro con el juez, que orden¨® verbalmente pinchar unos tel¨¦fonos de la Guardia Civil. Los agentes pidieron que lo solicitase por escrito, algo que el juez nunca hizo.El caso tuvo un comienzo extra?o. El 28 de mayo de 2009, el delincuente Juan Miguel Bono sac¨®, del maletero de un coche aparcado en Barcelona, 40 kilos de coca¨ªna de una compraventa. As¨ª lo hizo constar la Guardia Civil en su atestado. Pero le hab¨ªan estafado. La mercanc¨ªa result¨® ser, en su inmensa mayor¨ªa, yeso y az¨²car. El juez Aguirre imput¨® a diversos guardias por esas irregularidades y encarg¨® a Salleras y su equipo que investigaran la transacci¨®n fallida.
Los pinchazos telef¨®nicos llevaron hasta Manuel Guti¨¦rrez Carbajo, un personaje central en la historia. Adem¨¢s de estar considerado l¨ªder de los traficantes, Carbajo es un confidente que destap¨® dos casos graves de corrupci¨®n policial. El primero es el de una trama de extorsi¨®n y sobornos en torno a los macroprost¨ªbulos Riviera y Saratoga, en Castelldefels, que arrastr¨® a mandos de la polic¨ªa. El segundo es el de una red que rob¨® 400 kilos de coca¨ªna del puerto de Barcelona y que cont¨® con la cobertura de, entre otros, un teniente coronel de la Guardia Civil. En la resoluci¨®n de esos dos casos desempe?¨® un rol clave, precisamente, Salleras.
Adem¨¢s de Carbajo, que est¨¢ en libertad provisional, en las conversaciones se cita a Charly, apodo de otro subinspector de Mossos que ejerc¨ªa como subjefe de la comisar¨ªa de Vilanova, Josep Ranea. En su auto de imputaci¨®n, el juez critica que Salleras y sus hombres no investigaron "ni m¨ªnimamente" la relaci¨®n entre ambos. Y a?ade que todo cambi¨® radicalmente cuando dio entrada a la Divisi¨®n de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos, que "descubr¨ªa cada d¨ªa nuevos indicios" de culpabilidad.
La DAI detuvo a una docena de miembros de la banda. Tambi¨¦n arrest¨® a Ranea, que seg¨²n el juez "cobraba 1.000 euros al mes del grupo criminal" a cambio de facilitarle informaci¨®n confidencial. Otros dos mossos fueron arrestados, tambi¨¦n por colaborar con los delincuentes.
Los mandos policiales mostraron ayer su sorpresa por el "tono" del auto judicial. Aguirre recuerda que ¨¦l es la autoridad y que los polic¨ªas est¨¢n a sus ¨®rdenes. "Un Estado en el que la polic¨ªa decide qu¨¦ delitos y personas ha de investigar la autoridad judicial dista mucho de ser un Estado democr¨¢tico de derecho", afirma. El juez insiste en que es ¨¦l quien debe elegir las conversaciones relevantes del caso, lo que supone una garant¨ªa para el acusado, pero "no una patente de corso para que la polic¨ªa incluya o excluya lo que le parezca".
El juez arremete contra la "ineficacia" de la unidad de Salleras y denuncia el elevado "coste econ¨®mico" que supone para no obtener, en su opini¨®n, resultados. Aguirre asegura que Salleras, que declarar¨¢ como imputado el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, "no cumpliment¨®" sus requerimientos "por dos veces, en mayo de 2010".
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