Un ba?o de realidad
Barber¨¢ escucha cr¨ªticas entre piropo y piropo y Calabuig constata su invisibilidad
El mercado de Russafa sirvi¨® ayer de escenario electoral para los candidatos a la alcald¨ªa de Valencia. Los equipos de campa?a se cruzaron y no saltaron chispas. La alcaldesa "de los mercados" ?as¨ª se autodenomina Barber¨¢? recorri¨® de cabo a rabo el recinto y entre tanto piropo escuch¨® alguna cr¨ªtica. Joan Calabuig se pase¨® por el mercadillo ambulante de los lunes en Russafa e hizo lo que pudo. El paseo confirm¨® lo que ya sabe y es que no lo conocen.
"Lo llevan claro, si quieren que les vote", dijo airada una joven que se neg¨® incluso a recoger la propaganda electoral que repart¨ªan los socialistas. Calabuig le ech¨® coraje a pesar de que todav¨ªa no domina en la distancia corta, recorri¨® las mesas ocupadas de una cafeter¨ªa pr¨®xima al mercado y salud¨®. "?Saben qui¨¦n es. Lo conocen? No, de nada", reconoc¨ªan poco despu¨¦s.
Calabuig acab¨® este acto en la calle de Puerto Rico, apoyando una vieja reivindicaci¨®n de Russafa y es la construcci¨®n de un colegio en el barrio, "donde hay un d¨¦ficit de plazas escolares p¨²blicas end¨¦mico". "El solar lleva 20 a?os y el PP no ha querido hacer el colegio", critic¨® el candidato, que no lleg¨® a cruzarse con la alcaldesa en funciones y candidata del PP. El comit¨¦ de recepci¨®n de Barber¨¢ ?un grupo de mujeres, de cierta edad? s¨ª se dirigieron a Calabuig: "?Fuera, fuera!" Son admiradoras ac¨¦rrimas de la alcaldesa. "No tienen nada que hacer", agregaron.
Barber¨¢ baj¨® del coche y fue recibida con un ramo de flores, piropos, halagos, buenos deseos... Maestra en ese oficio de recorrer mercados, la alcaldesa se par¨® en casi todas las paradas para pedir el voto, incluso pas¨® al otro lado y despach¨®, adem¨¢s de las papeletas de su candidatura y la que encabeza Francisco Camps, una zanahoria y un trozo de br¨®coli. La simple visi¨®n de unas lechugas de impecable aspecto la llev¨® a exclamar: "Vaya lechugas bonitas, magn¨ªficas. Est¨¢n fabulosas".
Pero no todo fueron sonrisas. La alcaldesa tuvo que escuchar las cr¨ªticas de Luis, de 52 a?os, que no paraba de repetir "?Qu¨¦ cinismo, qu¨¦ cinismo!". Barber¨¢ pas¨® de largo, pero ¨¦l segu¨ªa. "Es una verg¨¹enza que PP y PSPV reciban el 90% de los votos, con la deuda que han creado. Y luego Rita dice que est¨¢ al corriente. Si somos la segunda ciudad m¨¢s endeudada despu¨¦s de Madrid", exclam¨®.
Poco despu¨¦s, Mar¨ªa Teresa, de 32 a?os, paraba a la candidata popular para preguntarle cu¨¢ndo se iba a crear empleo. "Cuando tiremos a ZP \[Zapatero\]", le respondi¨® Barber¨¢ sin rodeos. La chica, licenciada en dos carreras y en paro, le dijo que cuando gobernaba el PP tambi¨¦n hab¨ªa paro y Barber¨¢ le replic¨® que en la etapa de Aznar se crearon millones de empleos. "Pues si crean empleo, yo la felicitar¨¦", zanj¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.