Allegra Versace se hace mayor
La heredera del famoso dise?ador vence a sus fantasmas y entra en el consejo de administraci¨®n de la firma de la que tiene el 50% de las acciones
La vida de Allegra Versace cambi¨® para siempre el 15 de julio de 1997. Ten¨ªa entonces 11 a?os y recibi¨® la noticia de que el asesino Andrew Cunanan hab¨ªa disparado dos balas en la cabeza a su t¨ªo, el famoso dise?ador Gianni Versace. Al cabo de unos d¨ªas, el testamento del Versace revel¨® que su sobrina favorita heredaba el 50% de las acciones de una de las principales casas de moda del mundo. Demasiada responsabilidad para una adolescente, que solo encontr¨® consuelo en la fuga y el escondite. Durante a?os, Allegra Versace huy¨® de focos y escenarios. Pero el tiempo ha pasado y la ni?a se ha hecho empresaria y acaba de entrar en el consejo de administraci¨®n del grupo.
"Me lo ha pedido mi madre [Donatella Versace] y al principio no quer¨ªa. Adem¨¢s, de finanzas no s¨¦ nada. Pero luego he entendido que para m¨ª es necesario entender este mundo que tanto ha cambiado. Ya no es como cuando estaba mi t¨ªo, cuando lo importante eran la audacia, la creatividad y la b¨²squeda de la belleza extrema. Hoy manda el marketing", asegura la joven heredera en una entrevista a La Repubblica.
Allegra, hija de Donatella Versace y Paul Beck, intentar¨¢ estar a la altura de un t¨ªo al que idolatra. Aunque ella misma la considera una misi¨®n pr¨¢cticamente imposible: "El trabajo era su vida. No creo que hoy exista alguien como ¨¦l, era ¨²nico. Cuando recib¨ª el legado de mi t¨ªo sab¨ªa que era una prueba de amor pero que conllevaba la responsabilidad de tener que ser grande como ¨¦l lo fue. Y sab¨ªa que no estar¨ªa ala altura. Fue muy duro".
Hubo un momento, despu¨¦s del asesinato de su t¨ªo, en el que Allegra Versace perdi¨® hasta los recuerdos. "Durante a?os viv¨ª enla oscuridad. No recordaba nada de mi vida antes de aquel terrible d¨ªa. Luego, poco a poco la memoria fue volviendo, y con ella las im¨¢genes y las emociones y mi vida se liber¨® de ese vac¨ªo que me daba miedo", cuenta la heredera a La Repubblica.
Residente en Miami, lejos de la atenci¨®n de los medios, en 2007 Allegra Versace empez¨® a sufrir anorexia. Lleg¨® a ser hospitalizada, debido a la gravedad de su enfermedad. Sin embargo Allegra consigui¨® sacudirse sus fantasmas de encima. Hoy recuerda esa ¨¦poca como "el periodo de mi ausencia".
Lo que une a la ni?a asustada de 11 a?os y a la mujer madura de 25 es el odio por la fama. "Solo quer¨ªa una cosa: no ser nadie, no ser reconocida. Sigo prefiriendo el anonimato. Desde hace poco trabajo con un estilista no italiano, en la organizaci¨®n de desfiles y en la parte creativa. ?La cosa fant¨¢stica de este trabajo es que no me conoce nadie!", asegura . Aunque, ahora que ha vuelto, est¨¢ obligada a luchar contra su ¨²ltimo fantasma.
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