Viva el tinto de verano
Ayer, en compa?¨ªa de unos amigos, prob¨¦ la primera horterada de este verano. Sospechaba lo peor pero no me pod¨ªa imaginar que llegara a tanto. Lo que siempre ha sido un sacrilegio, ¡°champagne on the rocks¡±, intenta ponerse de moda entre unos cuantos. Me refiero al champagne mezclado con hielo, es decir diluido con agua helada. ?A qui¨¦n se le habr¨¢ ocurrido semejante disparate?
Si una casa tan poderosa como ¡°Mo?t & Chandon¡± (www.moet.com) que elabora grandes champagnes, pretende captar a colectivos poco exigentes (se supone que snobs y pijos aspiracionales) a costa de perjudicar la esencia de uno de los mejores vinos del mundo es que algo no funciona.
Las rese?as que he le¨ªdo en prensa e internet sobre el nuevo ¡°Mo?t Chandon Imperial Ice¡± recalcan con admiraci¨®n que lo ha creado el en¨®logo de la casa, Monsieur Beno?t Gouez. Si yo fuera ¨¦l intentar¨ªa borrar mi nombre de todos los papeles para que nadie se enterara. Vaya una tarjeta de visita.
Primero lo probamos al natural y luego con hielo. En ambos casos la sensaci¨®n fue la de un jarabe empalagoso cuyo az¨²car se aten¨²a al diluirse. Muy dulce al principio y con un final de boca amargo. Nadie fue capaz de percibir esos aromas a guayaba, mango, regaliz y menta que la casa dice que tiene. No somos buenos catadores, est¨¢ claro.
Eso s¨ª, debe ser primo hermano de las pilas ¡°duracel¡± porque dura y dura. Ni con el hielo pierde los restos de carb¨®nico. Siempre burbujea. Pura qu¨ªmica.
Si este producto del dise?o enol¨®gico (Mo?t, drink on ice) ha sido elaborado con uvas tan nobles como la pinot noire, pinot meuniere y chardonnay, le han tenido que a?adir al final un licor de expedici¨®n de ¨®rdago a la grande. No me preocupa, s¨®lo enjuicio los resultados. Se trata de un intento esperp¨¦ntico de convertir el champagne en trago largo. Estamos en las ant¨ªpodas de la cultura gastron¨®mica.
Para lograr sus objetivos las botellas se han vestido de gala atendiendo a las debilidades de aquellos a quienes van destinadas. Botellas blancas sofisticadas, con lazo negro y rotulaci¨®n dorada, copas blancas de pl¨¢stico haciendo juego junto a una vistosa cubitera.
Por supuesto, hablamos de ediciones limitadas que s¨®lo se podr¨¢n consumir en enclaves escogidos, Miami, Saint Tropez, Los ?ngeles y Acapulco. En Espa?a, Marbella, Ibiza y Mallorca.
He o¨ªdo que con este producto los franceses quieren dar soluciones a una costumbre muy suya el ¡°champagne a la piscine¡±, que consiste en mezclar el champagne con hielo. M¨¢s valdr¨ªa que no intentaran cambiar nada.
En el colmo de la frivolidad acabo de leer que los tonos de la botella quedan muy bien en las fiestas al borde del agua y hasta hacen juego con las cubiertas de los barcos.
Me rindo. No puedo resistir tantas estupideces.
Os invito a refugiaros en el tinto de verano. Si alguien echa en falta cierto glamour que lo prepare con rosados de Navarra y lo sirva en copas Ri?del.
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