Los duques de Cambridge aterrizan en Canad¨¢

Los duques de Cambridge han empezado ya su primera gira internacional desde que contrajeron matrimonio. Canad¨¢, que celebra el 1 de julio el 144 aniversario de su Constituci¨®n, fue ayer su primera parada; el plato fuerte de un viaje de nueve d¨ªas que acabar¨¢ con una visita rel¨¢mpago a California.

Decenas de miles de personas se agolparon en las calles de la capital canadiense, Ottawa, para dar la bienvenida a la fotog¨¦nica pareja real brit¨¢nica (que lleg¨® en un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea canadiense) en su primera jornada de su visita oficial a Canad¨¢ que ha sido etiquetada por el Gobierno canadiense bajo el t¨ªtulo de Avanzando juntos hacia el futuro.

Para Guillermo y Catalina ser¨¢ un primer viaje relativamente f¨¢cil, a un pa¨ªs amable en el que la monarqu¨ªa no es exactamente el plato preferido de sus habitantes, a pesar de que Isabel II es su jefe del Estado pero donde tampoco hay un movimiento republicano significativo. En ¨¦l podr¨¢n calibrar personalmente el cambio medi¨¢tico que han dado sus vidas desde que forman no ya una pareja, sino una unidad familiar.

Viajan acompa?ados de un reducid¨ªsimo equipo, poco m¨¢s de media docena de personas entre las que se encuentran dos secretarios de prensa y el exembajador brit¨¢nico en Estados Unidos, sir David Manning, que actuar¨¢ en cierto modo de cicerone. En esa compacta comitiva se incluye el peluquero personal de los Middleton desde hace siete a?os, James Pryce, que estar¨¢ tambi¨¦n al cargo de los 40 vestidos que se dice la duquesa lleva consigo.

Guillermo y Kate empezaron su ruta canadiense en Ottawa, capital pol¨ªtica del pa¨ªs, donde nada m¨¢s llegar depositaron una corona de laurel en homenaje a los ca¨ªdos en la guerra, donde charlaron con los veteranos de guerra canadienses situados alrededor del monumento y posteriormente empezaron a recorrer las vallas que conten¨ªan a la multitud, muchos de ellos ni?os, para estrechar manos y charlar con sus s¨²bditos. Luego fueron recibidos por el primer ministro y l¨ªder del Partido Conservador, Stephen Harper, probablemente uno de los dirigentes m¨¢s cercanos a la monarqu¨ªa que ha tenido Canad¨¢ en los ¨²ltimos a?os. En los jardines de la residencia de Johnston, Guillermo pronunci¨® su primer discurso oficial, breve, ante miles de personas que se agolpaban en los jardines. El duque de Cambridge empez¨® sus palabras en franc¨¦s, uno de los dos idiomas oficiales del pa¨ªs, ante las delicias de gran parte del p¨²blico y, siguiendo la tradici¨®n de su abuela cuando visita el pa¨ªs, dividi¨® a partes iguales su discurso entre ingl¨¦s y franc¨¦s. No est¨¢ previsto que Catalina realice ninguna intervenci¨®n p¨²blica durante su estancia en Canad¨¢. Pero la duquesa de Cambridge realiz¨® su propio gui?o al pa¨ªs a trav¨¦s de su vestimenta, que al despegar de Londres y aterrizar en Canad¨¢ llev¨® prendas de dise?adores canadienses.

La gira canadiense de los duques de Cambridge tiene no solo el morbo medi¨¢tico que despierta la pareja. Es una primera ocasi¨®n para confirmar que tambi¨¦n fuera de Reino Unido el pr¨ªncipe Guillermo despierta m¨¢s simpat¨ªas que su padre, el pr¨ªncipe de Gales. Carlos y Camila apenas tuvieron ning¨²n apoyo popular cuando visitaron el pa¨ªs en noviembre de 2009, al tiempo que las encuestas se?alaban que dos de cada tres canadienses prefer¨ªan votar a su jefe del Estado en perjuicio del soberano brit¨¢nico. La reina Isabel empez¨® a darle la vuelta a ese sentimiento cuando hace ahora un a?o m¨¢s de 100.000 personas, el doble de lo habitual, acudieron a Parliament Hill, en Ottawa, para asistir a las celebraciones del D¨ªa de Canad¨¢. Cuando Guillermo y Kate hagan lo propio hoy sabr¨¢n ya que en la actualidad solo la mitad de los canadienses quieren elegir a su jefe del Estado. Y que menos del 1% se inclinan por convertir el pa¨ªs en una rep¨²blica. Durante la visita a Quebec, la duquesa de Cambridge luci¨® un original tocado inspirado en la bandera canadiense.

En los d¨ªas siguientes, visitar¨¢n los Territorios del Noroeste, la isla del Pr¨ªncipe Eduardo, Calgary y, finalmente, Los ?ngeles.